viernes, 12 de febrero de 2010

Se celebra en San Juan el culto de las Cuarenta Horas


En los días de Carnaval, la Parroquia de San Juan de Puertanueva volverá a acoger el culto de las Cuarenta Horas, que se celebra en Zamora desde el año 1650 en el mismo lugar. Los actos litúrgicos tendrán lugar el domingo 14, lunes 15 y martes 16. Comenzarán con la eucaristía a las 12,30 horas y tras permanecer el Santísimo expuesto durante toda la tarde, concluirán con la misa vespertina de 19,30 horas.

Zamora, 12/02/10. Un año más, al llegar los días de Carnaval, la céntrica Parroquia de San Juan de Puertanueva, situada en la Plaza Mayor de Zamora, y la Adoración Nocturna, organizan los solemnes cultos de las Cuarenta Horas para intensificar la oración y adoración al Santísimo en las vísperas de la Cuaresma, que comenzará el próximo miércoles 17 de febrero, miércoles de ceniza.

Los actos se desarrollarán durante los tres días de Carnaval: domingo 14, lunes 15 y martes 16 de febrero entre las 12,30 y las 20 horas. Comenzarán cada día con la celebración de la eucaristía a las 12,30 horas y, tras permanecer el Santísimo expuesto durante toda la tarde para la adoración, concluirán con la misa vespertina a las 19,30 horas.

El culto de las Cuarenta Horas fue iniciado en la ciudad de Milán en el año 1534 y difundido rápidamente por Italia. En 1592 el Papa Clemente VII fijó las normas para su celebración y, a mediados del siglo XVII, Urbano VIII extendió esta práctica para toda la Iglesia universal.

En Zamora, siguiendo las indicaciones pontificias, el culto de las Cuarenta Horas se instituyó durante los días de carnestolendas en el año 1650, en la misma iglesia de San Juan, previo acuerdo entre el Cabildo Catedral y el Ayuntamiento de la capital, que lo celebraban con toda solemnidad. Hoy, con un espíritu renovado y acorde a los tiempos actuales, continúa celebrándose en la citada parroquia de la capital.

El número de Cuarenta que da nombre al culto de estos días se estableció en recuerdo del tiempo aproximado que transcurrió entre la crucifixión de Jesucristo y su resurrección de entre los muertos.

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