domingo, 28 de noviembre de 2010

Se presentan al público los hallazgos en la Catedral de Zamora


El próximo martes 30 de noviembre el canónigo director del Museo Catedralicio, José Ángel Rivera de las Heras, dará una conferencia sobre los recientes hallazgos en la Catedral de Zamora. Organizada por la Asociación de Amigos de la Catedral, será en el Colegio Universitario a las 20 horas.

Zamora, 29/11/10. El pasado mes de septiembre se dieron a conocer los hallazgos artísticos en la Catedral de Zamora tras una intervención promovida por el Cabildo Catedral, y que dio como resultado el descubrimiento en uno de los lucillos sepulcrales del muro sur de un relieve en piedra dorado y policromado de la Transfiguración del Señor, datado en el primer tercio del siglo XIV, y dos obras exentas también de piedra, un ángel y una ménsula.

El próximo martes 30 de noviembre, el salón de actos del Colegio Universitario de Zamora acogerá una conferencia pública sobre estos hallazgos, a las 20 horas. Está organizada por la Asociación de Amigos de la Catedral, y el ponente será José Ángel Rivera de las Heras, canónigo director del Museo Catedralicio y delegado diocesano para el Patrimonio y la Cultura.


Para más información:

En la espera de lo último


JESÚS GÓMEZ FERNÁNDEZ

Domingo I de Adviento - Ciclo A


“Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor” (Mt 24, 37-44)

Las estaciones del año giran y giran y giran; pero no patinan. Y los tiempos litúrgicos giran, giran, giran; y tampoco patinan. Giran en espiral. Cada giro nos distancia del punto de partida y nos lleva… ¿Dónde nos lleva? Amós (s. VIII a.C.) fue el primero en anunciar «el Día del Señor». Desde entonces hasta el mismo Jesucristo todos los profetas aludieron a ese día. Unos lo presentaban como día de gloria y otros como día de terror. Israel vivió en estado de multisecular espera. A pesar de las muchas adversidades que sufrió. No desesperó y aún ahora sigue esperando. Nació el Mesías deseado y somos los cristianos quienes vivimos en estado de espera. Con una diferencia. La palabra de Dios en que confiaba el pueblo de Israel era palabra profética; nosotros confiamos en la Palabra de Dios encarnada. Los tiempos litúrgicos tienen, pues, una finalidad. Nos llevan a lo último.

El giro de los tiempos litúrgicos nos acerca al día en que recordamos con alegría el nacimiento del niño Jesús, el Mesías; acontecimiento histórico que pertenece a un pasado cada vez más lejano. A la vez nos hace pensar en otro acontecimiento, futuro, metahistórico, cada vez más próximo: el retorno triunfal de Jesucristo resucitado, el Salvador. Fijar el corazón y el pensamiento en ambos acontecimientos es la característica propia del Adviento.

Esperamos el retorno de Jesucristo a la tierra, que afectará a todo el universo; retorno a la humanidad, que será la más afectada. Sabemos que sucederá al final de los tiempos: «Al final de los días estará firme el monte de la casa del Señor, encumbrado sobre las montañas. Confluirán hacia él todas las naciones. Acudirán pueblos numerosos». Estamos ciertos de que retornará, pero el momento será imprevisible, como el fulgor de un rayo. Los contemporáneos de Noé lo vieron construir el arca, se mofaron de él. De repente, el diluvio; solo se salvaron Noé y su familia. Dice san Pablo «Vestíos del Señor Jesucristo». El verbo revestirse, cuando se usa metafóricamente, como revestirse de una persona, significa hacérsela suya; no como el actor que se reviste exteriormente con la vestidura real, sino como quien introduce a la persona dentro de sí mismo, de tal manera que su corazón, su mente, su rostro, su hablar, todo su ser no sea el suyo, sino el de la persona de la que se ha revestido. Le gustaba este verbo a san Pablo, quien llego a decir «vivo yo, pero no soy yo; es Cristo quien vive en mí». Se puede decir que en tiempos pasados el ser humano se dejó envolver por la historia. La humanidad está inmersa y traspasada por un sufrimiento innato. A partir de Marx la pretensión del hombre es planificar la historia y salvar a la humanidad, librarla de su sufrimiento. Los remedios humanos no alcanzan al interior del hombre. La salvación de la humanidad y la consiguiente liberación de la creación es obra de Jesucristo resucitado en su segunda y triunfal venida.

Allahu akbar


LUIS SANTAMARÍA DEL RÍO

Escribo estas líneas en Capadocia, después de haber escuchado una vez más el «adhan» (la llamada del almuédano a la oración desde el alminar de una mezquita): «Alá es el más grande. Soy testigo de que hay un solo Dios. Soy testigo de que Mahoma es el enviado de Dios. Venid a la oración. Venid a la felicidad. Dios es más grande. Hay un solo Dios». Ya el primer día de estancia me hacía pensar, al recorrer en autobús la tierra ribereña del célebre río Meandro, el ver dos elementos integrados en el paisaje de esta parte de Turquía y que señalan al cielo (¿a la trascendencia?): los cipreses y los alminares (permítanme que recupere una palabra tan española para referirme al minarete). Recorrer por estas tierras el escenario donde se desarrolló una parte tan importante del «Nuevo Testamento» como es la vida de las primeras comunidades cristianas deja una impresión agridulce en los peregrinos. Nos encontramos entre la admiración por unos restos arqueológicos impresionantes, herencia de civilizaciones milenarias, y la sorpresa por encontrarnos con grandes toponímicos reducidos a ruinas insignificantes. Ciudades visitadas por el apóstol Pablo, otras destinatarias de las cartas que abren el libro del «Apocalipsis», o aquellas en las que se movieron grandes figuras de la Iglesia cristiana primitiva y que conocieron el florecimiento de las primeras comunidades de la nueva fe... casi a ras de suelo. Las señales viarias o el mismo guía señalan a Magnesia, Éfeso o Laodicea, por ejemplo, y la mirada no alcanza a ver restos significativos de un pasado glorioso.

¿Será el canto del «Allahu akbar», esa llamada musulmana a la oración que se repite cinco veces al día, la única referencia pública al nombre de Dios en este lugar? En la laica Turquía, heredera del padre fundador Mustafa Kemal Atatürk, los alminares miran al cielo y recuerdan a Dios, mientras tenemos que rastrear a los cristianos entre el 1% de la población no musulmana. Algunos compañeros de peregrinación, también curas, comentan las situaciones que viven en sus lugares respectivos, en distintos puntos de la geografía española. Y no se refieren solo a la presencia creciente (y militante) del islam, sino también a otras cosas. Como la animadversión creciente de algunas personas y grupos hacia nuestras campanas y campanarios, que recordamos cuando vemos los alminares o escuchamos respetuosos el «adhan».

Y me queda siempre la duda de si hacemos bien los católicos en mirar afuera para echar culpas o buscar responsabilidades. Un poco de autocrítica (en cristiano, conversión) no nos vendría mal. Y hacer algo de caso a esas cartas que abren el «Apocalipsis», escritas para esta tierra desde la que escribo.

jueves, 25 de noviembre de 2010

La Delegación de Apostolado Seglar convoca a los laicos para un encuentro


Zamora, 25/11/10. La Delegación Diocesana de Apostolado Seglar ha programado las actividades para este curso de acuerdo con los objetivos que se ha marcado la Diócesis y que hacen suyos. Por eso, en este primer trimestre del curso se va a trabajar el tema “El ejercicio de la caridad en la vida de la Iglesia”.

Según explica la delegada, Josefa de la Fuente, “han sido muy oportunos y, nos ayudarán de manera eficaz, los dos felices y recientes acontecimientos que acabamos de vivir. Por una parte, la visita apostólica del Papa a España, que nos hace sentirnos llamados e implicados a manifestar nuestra fe donde quiera que nos encontremos, y por otra, la emotiva llegada en peregrinación de la Cruz de los Jóvenes y del Icono de Santa María a nuestra Diócesis, como preparación para la Jornada Mundial de la Juventud, en la que también queremos prepararnos para ser excelentes anfitriones”.

Los seglares asociados, es decir, todos aquellos que forman parte de asociaciones y movimientos eclesiales, y aquellos otros para los que el tema sea de su interés, están invitados al Encuentro-Convivencia que tendrá lugar el próximo martes 30 de noviembre a las 19 horas en la Casa de la Iglesia (Sala 2).

En esta reunión se llevará a cabo una relectura conjunta de Deus caritas est (“Dios es amor”), la primera encíclica escrita por Benedicto XVI, y de la que se cumplirán cinco años en la próxima Navidad. Habrá una proyección para ayudar a la reflexión personal, y la oración estará preparada por la asociación laical Manos Unidas, recientemente distinguida con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

En palabras de la delegada de Apostolado Seglar, “a las puertas del Adviento, en tiempos de crisis económica y de fe, con alegría y con ganas, pasemos a la vida lo que ya conocemos: que Dios es amor. El que ama a Dios, ame también a su hermano (1 Jn 4, 21)".

lunes, 22 de noviembre de 2010

Zamora se une a Benedicto XVI para rezar por la vida naciente


El próximo sábado 27 de noviembre, la Diócesis de Zamora celebrará una Vigilia de oración por la vida naciente, uniéndose así al papa Benedicto XVI y a toda la Iglesia universal. Comenzará a las 19 horas en la iglesia de Santiago del Burgo de la capital.

Zamora, 22/11/10. El próximo sábado 27 de noviembre Benedicto XVI celebrará en la Basílica de San Pedro una solemne “Vigilia por la vida naciente” coincidiendo con las Primeras Vísperas del primer Domingo de Adviento en el marco de la cercana solemnidad de la Natividad de Cristo.

Según se informa desde la Santa Sede, la Vigilia comprenderá, además de las Vísperas, también la adoración eucarística, “para agradecer al Señor que, con el don total de sí mismo, ha dado sentido y valor a toda vida humana y para invocar su protección sobre cada ser humano llamado a la existencia”.

Los dos dicasterios vaticanos que han organizado la Vigilia se han puesto en contacto con las Conferencias Episcopales de todo el mundo para que se facilite que en las Iglesias locales se celebren encuentros de oración ese mismo día y con el mismo motivo. Por ello, la Diócesis de Zamora se unirá el próximo sábado 27 de noviembre a toda la Iglesia universal para orar por la vida naciente.

El obispo diocesano, Gregorio Martínez Sacristán, presidirá la Vigilia que comenzará a las 19 horas del sábado en la céntrica iglesia de Santiago del Burgo, para dirigirse con los fieles en procesión a la iglesia de San Andrés, donde se desarrollará el resto del acto litúrgico. Desde la Delegación Diocesana para la Familia y Defensa de la Vida se ha enviado una carta a todas las parroquias para que puedan participar en la Vigilia, que estará preparada también por la Asociación “Evangelium Vitae”.

Textos: http://www.conferenciaepiscopal.es/ceas/familia/vida/VigiliaVida2010.pdf

Fallece Vicente Gullón, párroco de Torres del Carrizal

Ayer falleció en Zamora el sacerdote diocesano Vicente Gullón Alonso, párroco de Torres del Carrizal, a los 72 años de edad y 48 de ministerio.

Zamora, 22/11/10. En la madrugada de ayer, 21 de noviembre, murió en Zamora el sacerdote diocesano Vicente Gullón Alonso. Sus exequias se han celebrado esta mañana en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Lourdes de la capital, con la eucaristía presidida por el obispo, Gregorio Martínez Sacristán.

Nacido en Vega de Villalobos en 1938, Vicente Gullón cursó sus estudios eclesiásticos en la Universidad Pontificia de Comillas, y fue ordenado presbítero allí en 1962. Su primer destino ministerial fue la parroquia de la Santísima Trinidad de Toro, además de las clases de Geografía e Historia en el Seminario Menor “San Luis y San Victoriano” de la misma ciudad.

En 1967 fue nombrado coadjutor de la parroquia de San Torcuato de Zamora, y siguió ejerciendo la docencia, ahora de Religión, en el Instituto “Claudio Moyano” desde 1972. Regresó a Toro en 1977 como ecónomo de la parroquia de Santo Tomás, y se incorporó entonces al claustro del Instituto “Pardo Tavera” como profesor de Religión. En 1986 fue nombrado párroco de Santo Tomás, y allí permaneció hasta 1999.

En 1999 fue nombrado párroco de Torres del Carrizal, ministerio que ejerció hasta su fallecimiento, y también entonces asumió las clases de Religión del Instituto “Maestro Haedo” hasta su jubilación como docente.

Falleció en Zamora, el 21 de noviembre de 2010, a los 72 años de edad y 48 de sacerdocio. Descanse en paz.

La alegría y la cruz


FRANCISCO GARCÍA MARTÍNEZ

Solemnidad de Cristo Rey – Ciclo C

“Había un letrero: Este es el rey” (Lc 23, 35-43)

Hoy la palabra de Dios nos hace repetir a todos: «vamos alegres a la casa del Señor» mientras se recita el salmo 122. Con él se recuerda la entrada del arca de la alianza en la ciudad conquistada por el rey David como casa común de todo el pueblo, como espacio donde Dios haría sentir su protección, ¿cómo no alegrarse? Y sin embargo esa casa común se convirtió en una cueva de bandidos (con la injusticia de los poderosos en ella) y posteriormente en un lugar arrasado, lleno de angustia y soledad (con la conquista babilónica). ¿Cómo cantar entonces un canto a la ciudad de Dios? Sólo queda la súplica del hombre que vive en angustia, paseando por sus calles apenas habitables, que sufre oprimido y despreciado.

Aquí se une el evangelio, porque en él quien sube a Jerusalén encuentra a Jesús que se acercó a este mundo de soledades, angustias y desprecios para reconstruir la ciudad de Dios, ciudad de paz y compañía, de abundancia y reconocimiento mutuo. Pero, ¡desesperación!, lo encuentra crucificado. Los que cantaron con él este salmo al cruzar los umbrales de Jerusalén se han quedado mudos. Y sólo se oye el desprecio de un mundo de satisfechos.

Pero sigue en pie la suplica del hombre que busca consuelo en su desgracia. Y Jesús, rey mesiánico, no ha subido a morar en los palacios de la gran ciudad sino a habitar las afueras donde el hombre es olvidado. Allí abre el oído y los crucificados de este mundo pueden clamar de tú a tú, de dolor a dolor, con confianza: «acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino».

Jesús, atado por la muerte, sabe que su casa es la del Padre, que su Reino no es de este mundo cerrado y cáustico; atado por el odio, no le abre las puertas de su corazón porque éste está ocupado por la ley del Reino nuevo que no es sino la misericordia sobreabundante del Padre. Y así ninguna soberanía de este mundo puede dominarlo. De esta manera abre las puertas de la nueva ciudad y la ofrece a los que se entregan a él, sean quienes sean y vengan de donde vengan en su vida: «Hoy estarás conmigo en el paraíso».

¿Ha vuelto el Rey David? Su rostro ha cambiado, tiene la mirada del crucificado y se llama Jesús. Nadie está ya lejos. Él abre la ciudad eterna de la vida, de la gracia, del perdón. Abre la ciudad que nadie podrá arrasar: «Hoy estarás conmigo en el paraíso». Y tras él los pequeños en una procesión discreta, cargando con las cruces de su vida, van cantando: «Qué alegría cuando me dijeron, vamos a la casa del Señor».

La Opinión-El Correo de Zamora, 21/11/10.

Diario de la cruz (y el icono) en Zamora


JOSÉ ALBERTO SUTIL

Querido diario, o mejor, querido Dios, porque tú, Señor, eres el dueño de nuestras horas y nuestros días, en ti vivimos, nos movemos y existimos. Escribo estas líneas todavía con la resaca de la cruz de los jóvenes y del icono de María a su paso por nuestra querida diócesis de Zamora. Habíamos preparado todo con ilusión y esmero, pero los acontecimientos han superado todas nuestras expectativas. Tú has desbordado, Señor, todas nuestras previsiones. Desde que el pasado miércoles por la noche llegaste a nosotros por Benavente, de manos de nuestro paisano Don Julián, obispo de León, y sus jóvenes, hasta que tomaste el rumbo a Cuenca. Ha sido bendición tras bendición, gracia tras gracia. ¿Cómo no recordar tu cruz plantada en medio del Campus «Viriato», en el nuevo areópago del saber y de la cultura? ¿Cómo no recordar que tú dabas sentido al rosario de experiencias que se fue desgranando en el centro de rehabilitación de alcohólicos «El Chafaril», donde de la mano de Cáritas diocesana pudimos descubrir lo que nuestro obispo Don Gregorio ha llamado «la otra Zamora»? ¿Cómo olvidar la emoción de Toro y su alfoz porque la presencia en la calle de sus patronos, la Virgen del Canto y el Cristo de las Batallas, señalaban lo singular de este acontecimiento? ¿Cómo no sonreír ante esa cruz que chavales y chavalas de clase de religión dibujaron con sus cuerpos en Benavente, renovando en sus vidas la magia de la fe? ¿Cómo olvidar aquella noche del viernes, ¡toda la noche en oración!, a los pies del bendito Cristo de Morales? ¿Te acuerdas el sábado del rosario de la aurora de los peregrinos compostelanos, y de la oración de Zamora entera ante tu cruz y ante el icono de tu madre en Santiago el Burgo, y de la visita al Colegio «Virgen del Yermo»? ¿Y qué me dices del acto con las cofradías y hermandades zamoranas, con la gente volcada en las calles, y en especial en la Plaza Mayor, para vibrar al ritmo de su Semana Santa? ¿Y la oración joven «Adoremus», el sábado por la noche, recorriendo tus ojos, tus pies, tus manos, tus labios? Por eso, cuando el domingo os despedíamos a ti y a tu madre, Señor, en aquella eucaristía multitudinaria en la Catedral, teníamos el corazón en un puño… Ha sido todo tan gozoso, tan bonito, tan emocionante, tan real, que al quedarnos cada uno con la cruz de cada día, sólo podemos darte gracias y seguir caminando. Nos esperan los 1500 peregrinos que vendrán a Zamora en agosto del 2011 y la celebración de la JMJ. ¡Y de Madrid, contigo! ¡De Madrid, al cielo!

La Opinión-El Correo de Zamora, 21/11/10.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Y de Zamora, a Cuenca


CruZamora 9: El pasado domingo 14 de noviembre, la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María fueron despedidos en Zamora con la eucaristía en la Catedral. Después de eso, fueron llevados en furgoneta hasta la localidad de Tarancón, para comenzar la visita a la Diócesis de Cuenca.

Zamora, 20/11/10. Después de haber pernoctado en el Convento del Corpus Christi, ante la oración de las religiosas Clarisas, la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María, los signos principales de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), fueron llevadas a hombros por jóvenes de las parroquias de la capital hasta la Catedral, donde pasadas las 12 horas comenzó la eucaristía, presidida por el obispo. La procesión, acompañada del Coro Diocesano, sumó varios cientos de fieles.

Coincidían el pasado domingo 14 de noviembre la despedida de estos signos tras su paso por Zamora y el Día de la Iglesia Diocesana. Fue multitudinaria, extraordinariamente preparada y con gran participación del pueblo cristiano. Desbordó todas las expectativas, constituyéndose en un momento litúrgicamente solemne y a la vez festivo. Sobre todo, destacó la presencia de las parroquias de Zamora ciudad.

El obispo, según coincidían en señalar los asistentes, se mostraba encantado y emocionado. Las palabras de Gregorio Martínez Sacristán fueron de aliento y de agradecimiento sincero a todos y cada uno de los que han participado en esta recepción de la Cruz y del Icono. Volvió a invitar a los zamoranos a abrir sus casas para acoger a los jóvenes y a ser valientes para no esconder su condición de creyentes. La colecta se hizo para la JMJ. Al final se volvió a ofrecer la cruz para la adoración de los fieles.

Según Juan Carlos López, responsable diocesano de organización de la JMJ, “fue una celebración entrañable porque la gente participó masivamente y porque todos eran conscientes de que el paso de la cruz por Zamora había levantado el ánimo de todas y cada una de las realidades diocesanas”.

Viaje a Cuenca y recepción

En Tarancón (Diócesis de Cuenca) la meteorología fue adversa, y la lluvia fue tanta que hubo que suspender el Vía Crucis previsto por el pueblo y hacerse en la iglesia de la localidad. Mucha gente abarrotó el único templo parroquial del pueblo.

El obispo de Cuenca, José María Yanguas, en sus palabras agradeció públicamente a la Diócesis de Zamora el gesto de entregar la Cruz y pidió a la comitiva zamorana que transmitiera sus saludos al obispo, que no pudo acudir. El rezo de Completas y la proyección de un audiovisual dieron por terminada la jornada.

Representando a la Diócesis de Zamora fueron Juan Carlos López; Javier Fresno, delegado diocesano de Religiosidad Popular; Francisco Díez, párroco de Zamora y chófer durante estos días de la Cruz y el Icono; Esther Sánchez, miembro del Secretariado Diocesano de Pastoral Juvenil, y el fotógrafo Horacio Navas. Fueron acogidos en las casas particulares de Tarancón, y al día siguiente regresaron, contentos y satisfechos por los buenos frutos de estos días, a Zamora.

Zamora se volcó con la Cruz ante las escenas de la Pasión de Cristo


CruZamora 8: La tarde del sábado 13 de noviembre presenció el acto más multitudinario con la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María a su paso por la Diócesis de Zamora: “Escenas de Pasión”, en la Plaza Mayor, ante miles de zamoranos. Terminado este acto, tuvo lugar un concierto sobre la Cruz a cargo del Coro “San Alfonso de Zamora”, y el día concluyó con una vigilia de oración juvenil “Adoremus” en el Convento del Tránsito.

Zamora, 20/11/10. El acto más multitudinario de la visita a la Diócesis de Zamora de la Cruz de los Jóvenes y del Icono de María fue “Escenas de Pasión”, que tuvo lugar en la Plaza Mayor de la capital a las 20 horas del pasado sábado 13 de noviembre.

Organizado por la Delegación Episcopal para Cofradías y Hermandades, que coordinó un extraordinario buen trabajo de diversas cofradías de toda la Diócesis, contó con la presencia de cuatro grupos escultóricos de la Semana Santa de Zamora, ante los que pasaron la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María, los dos signos más importantes de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid 2011, en la que la Diócesis de Zamora está muy implicada. Los pasos escogidos para este momento de oración fueron “La sentencia”, de Ramón Núñez, y “La caída”, “La lanzada” y “Nuestra Madre”, de Ramón Álvarez.

A las 19,15 horas salieron la Cruz y el Icono de la Plaza de la Marina, trasladados a hombros por jóvenes con velas y antorchas, y con el acompañamiento de la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía de Jesús Nazareno hasta la Plaza Mayor para llegar allí a las 20 horas. En ese momento ya estaban preparados en el mismo lugar los cuatro pasos participantes, las directivas de las cofradías y los coros invitados.

Tras ser recibidos al son de la marcha “La Cruz”, la Cruz y el Icono fueron recibidos por los representantes de las cofradías de Zamora, y tuvo lugar el acto de adoración de la Cruz, comenzando por el obispo diocesano, Gregorio Martínez Sacristán, y los capellanes de las cofradías y hermandades. A continuación, la Cruz fue pasando por delante de los cuatro pasos colocados en la Plaza Mayor, y cada meditación constó de un sonido “semanasantero”, un texto bíblico, una reflexión y un tiempo de silencio que fue finalizado con una pieza musical.

Las piezas interpretadas fueron los siguientes himnos litúrgicos latinos en su versión polifónica ya conocida en la Semana Santa zamorana: “Vexilla regis” (Coro de la Buena Muerte), “Crux fidelis” y “Christus factus est” (Coro del Espíritu Santo), además de la composición castellana “La muerte no es el final” (Coro de la Tercera Caída).

Finalizado el acto, el obispo accedió al estrado e impartió la bendición apostólica a los asistentes. Antes, dirigió unas palabras a todos los presentes para subrayar el profundo sentido religioso de la devoción que los zamoranos tienen a la Semana Santa. Gregorio Martínez Sacristán dijo a los cofrades y hermanos: “sabed estar a la altura de la fe de nuestro pueblo”.

A continuación se organizó la procesión con la Cruz y el Icono, junto con la imagen de Nuestra Madre, hasta la iglesia parroquial de San Vicente, donde a las 22 horas tuvo lugar un concierto ofrecido por el Coro “San Alfonso de Zamora”, que llenó el templo. Los otros tres pasos fueron devueltos al Museo de Semana Santa en una pequeña comitiva que los llevó desde la Plaza de San Miguel hasta allí.

Las fotos de “Escenas de Pasión” pueden verse en: http://picasaweb.google.com/obzamora.mcs/EscenasDePasion#

Oración joven “Adoremus”

Después del concierto en la iglesia de San Vicente, el día se cerró con el traslado de la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María a las 23,15 horas, desde este templo hasta el Convento del Corpus Christi (el Tránsito), donde hubo un encuentro de oración juvenil “Adoremus” a las 0 horas, abierto al público en general. Preparado por un grupo de jóvenes de la Diócesis, tuvo una gran difusión a través de las redes sociales de Internet Facebook y Tuenti.

Más de doscientas personas, que sorprendieron a los propios organizadores, se unieron para orar, acogidos por las religiosas Clarisas, presididos por el obispo y acompañados por el Coro Diocesano, ante la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María. La oración estuvo formada por breves textos bíblicos comentados con imágenes del sufrimiento del mundo actual y otras palabras, además de testimonios. Los fieles fueron pasando por los ojos, los pies, las manos y el corazón de Jesús, para terminar con la adoración del Santísimo, expuesto sobre el altar.

Una chapa con la cruz y las palabras “Camino, verdad y vida” unidas a Zamora fue el recuerdo que se llevaron los asistentes, de los que una gran proporción eran jóvenes, después de un tiempo de reflexión y contemplación, que posibilitó también a todos pasar ante la Cruz para tener un momento de contacto personal y adoración.

Las fotos del encuentro “Adoremus” pueden verse en: http://picasaweb.google.com/obzamora.mcs/OracionJovenADOREMUS

martes, 16 de noviembre de 2010

San Pedro de la Nave acogió una celebración de la Iglesia Ortodoxa Rusa


Muelas del Pan, 16/11/10. Fue el pasado domingo 14 de noviembre. Mientras la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María pasaban sus últimas horas en Zamora, esperando para ir a la Catedral, donde serían despedidas por el obispo y una buena representación de toda la Diócesis, la pequeña iglesia visigótica de San Pedro de la Nave, en la localidad de El Campillo, abría sus puertas madrugadora para acoger la celebración de la Divina Liturgia por parte de un grupo de la parroquia ortodoxa rusa de Madrid.

El pasado mes de septiembre, el párroco de los ortodoxos rusos de la capital española, el reverendo Andrey Kordochkin, se dirigió al párroco de la iglesia visigótica zamorana, Luis Santamaría, para solicitar la autorización pertinente para poder celebrar en este templo la Divina Liturgia del domingo 14 de noviembre, es decir, la Eucaristía tal como es denominada en los ritos orientales. El sacerdote zamorano, encargado de los pueblos que forman parte de la Unidad de Acción Pastoral de Muelas del Pan, que se mostró dispuesto enseguida, fue quien se encargó de tramitar la solicitud en el Obispado.

La Parroquia de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, presidida por el sacerdote Andrey Kordochkin, forma parte de la Vicaría General para España y Portugal de la Diócesis ortodoxa de Corsún, dependiente del Patriarcado de Moscú.

Según explica Luis Santamaría, “la razón por la que la comunidad ortodoxa rusa de Madrid quería celebrar la eucaristía en San Pedro de la Nave es sencilla: se trata de un templo construido en una época en la que aún no se había producido el cisma de Oriente, que tuvo lugar, de forma definitiva, en el año 1054. Y les hacía mucha ilusión poder celebrar la eucaristía, que es el sacramento de la comunión y de la unidad, en un lugar que es testigo de la Iglesia indivisa del primer milenio”.

A las 8,30 de la mañana ya estaba la comunidad rusa en San Pedro de la Nave, dispuestos a preparar la iglesia para celebrar la Divina Liturgia. Apartaron los bancos, porque celebran la Eucaristía de pie, y dispusieron el altar y los ornamentos para la ocasión. Un poco antes de las 9, el padre Andrey y el diácono que lo acompañaba hicieron las oraciones propias de los clérigos previas a la celebración, y después se revistieron con sus vestiduras litúrgicas orientales para comenzar la Eucaristía, que se prolongó por algo más de dos horas.

La iglesia de San Pedro de la Nave acogió así, seguramente por primera vez en su milenaria historia, una celebración ortodoxa. Las piedras conocieron el olor de su incienso y los cantos en ruso (aunque algunas partes las rezaron en castellano), repitiendo una y otra vez las palabras “Gospodi pomilui” (Señor, ten piedad).

La celebración tuvo lugar según la Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo, utilizada la mayor parte del año litúrgico por los fieles cristianos de Oriente, ya sean católicos u ortodoxos. Según explica el zamorano Julián López, obispo de León y experto en Liturgia, “la Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo se celebra en una atmósfera de gran belleza y sentido de la adoración a Dios, realzada por el canto de los ministros y del pueblo, el iconostasio y el ceremonial. En Oriente se tiene un concepto muy rico de lo que es la participación de los fieles, y se tiende a destacar la actuación del pueblo o del ministro que preside, como si ellos fueran realmente el centro de la celebración”.

Julián López también explica que “la Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo no difiere substancialmente del Rito de la Misa según la Liturgia Romana o según otras formas de celebrar el Misterio de nuestra fe. En ella se distinguen perfectamente la Liturgia de la Palabra, cuyo vértice es siempre el Evangelio y llamándoles a la conversión antes de acercarse a recibir el Cuerpo del Señor: ‘Lo Santo para los santos’. Por cierto, este rito se encuentra también en nuestra Liturgia Hispano-Mozárabe. Sin embargo, la Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo tiene una singularidad, muy valiosa. Se trata de la Preparación de los dones, antes de comenzar la Eucaristía propiamente dicha, en una mesa a la entrada del Santuario. Se trata de un rito que ilustra de antemano el acontecimiento tremendo que va a tener lugar en los dones del pan y del vino, y de este modo dispone en los ministros y en los fieles las actitudes adecuadas”. En San Pedro de la Nave, este rito anterior a la celebración se realizó en un lateral del altar.

Para el párroco de San Pedro de la Nave, “en este lugar apartado, pero de gran significación para nuestra Iglesia local de Zamora, ya que se trata del testimonio más antiguo de la fe cristiana en nuestra tierra, nuestros hermanos ortodoxos celebraron la eucaristía, el sacramento de nuestra fe, con el deseo que compartimos de poder celebrar un día juntos, en total comunión, la Cena del Señor”.

Por eso Luis Santamaría recuerda también las palabras que pronunció Benedicto XVI en la Divina Liturgia celebrada en la fiesta de San Andrés, durante su viaje apostólico a Turquía en el año 2006: “todos nosotros, ortodoxos y católicos, compartimos esta fe en la muerte redentora de Jesús en la cruz y esta esperanza que el Señor resucitado infunde a toda la familia humana. Que nuestra oración y actividad diarias se inspiren en el deseo ardiente no sólo de asistir a la Divina Liturgia, sino de poder celebrarla juntos, para participar en la única mesa del Señor, compartiendo el mismo pan y el mismo cáliz. Que nuestro encuentro de hoy sirva de estímulo y anticipación gozosa del don de la comunión plena. Y que el Espíritu de Dios nos acompañe en nuestro camino”.

Explicación de la Divina Liturgia:

http://www.fatheralexander.org/booklets/spanish/liturgia_slobodskoi.htm

lunes, 15 de noviembre de 2010

El encuentro entrañable de la Cruz con los discapacitados


CruZamora 7: “La Cruz de Cristo está con los que sufren”. Así resumía alguien el encuentro de la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María, símbolos de la JMJ, con los internos en el Centro de disminuidos físicos y psíquicos “Virgen del Yermo” de Zamora. Después, la Cruz y el Icono acompañaron la interpretación del musical “Hijos de la Libertad”.

Zamora, 15/11/10. “Hemos querido nosotros que la Cruz y el Icono vinieran aquí. Ha sido muy emocionante y yo estoy muy emocionado. Éste es el lugar más propio, el más necesario y el más merecido al que los símbolos tenían que llegar”, explicó el obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, durante la visita de la Cruz de los Jóvenes y del Icono de María al Centro regional de disminuidos físicos y psíquicos “Virgen del Yermo” de Zamora.

El acto comenzó a las 15 horas del sábado 13, cuando a las puertas del recinto del Centro Virgen del Yermo, fieles de las parroquias del Espíritu Santo, San Lázaro, San Benito y San José Obrero sostenían la Cruz y el Icono hasta que el obispo acudió a su recepción para continuar en procesión y cantando en las inmediaciones del centro. Con las guitarras, canciones como “Vienen con alegría”, “Viva la gente” o “No has nacido, amigo, para estar triste” fueron dando el tono del encuentro.

Luego, la Cruz y el Icono entraron en el gimnasio del Centro y allí casi un centenar de enfermos mentales observaban los símbolos con alegría. El obispo se dirigió a ellos para decirles que la Cruz que tenían delante era “la expresión del amor de Dios que se expresa ahora mismo en vuestras caras”.

Posteriormente, comenzó un acto, en el que los internos cantaron al son de la guitarra del párroco de San José Obrero, Luis Miguel Rodríguez, realizaron el acto de adoración de la Cruz con la ayuda de las enfermeras que les atienden o junto a sus familiares, y conocieron el significado de la Cruz y el Icono gracias a la explicación del párroco del Espíritu Santo, Florencio Gago. Además, en el encuentro también hubo tiempo para rezar.

Al acto asistió también el gerente de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, Eutimio Contra, quien señaló al acabar que le emocionaba “la ilusión con la que han recibido la visita los enfermos, y eso para los que somos cristianos tiene un significado muy importante, porque la Cruz está con los que sufren”.

Las fotos de la visita al Centro pueden verse en el siguiente enlace:

http://picasaweb.google.com/obzamora.mcs/LaCruzYElIconoEnElColegioVirgenDelYermo#

Musical “Hijos de la libertad”

A las 16,30 horas el salón de actos del Colegio “Sagrado Corazón de Jesús”, regentado por las Hermanas del Amor de Dios, se quedó pequeño para acoger a las muchas personas que asistieron a la interpretación del musical “Hijos de la Libertad”, sobre la figura del apóstol San Pablo.

Este musical, compuesto e interpretado por miembros y colaboradores del movimiento católico “Milicia de Santa María”, cuenta la historia de Onésimo, el esclavo de Filemón, un rico comerciante de Colosas. El esclavo, tras robar a su amo, le abandona en búsqueda de su libertad. Una búsqueda que le llevará a estar envuelto en rebeliones, entre ladrones y a punto de ser asesinado. El encuentro con un médico griego, Lucas, y con Pablo de Tarso, preso en la cárcel de Roma, darán un vuelco a su vida.

Con guión, letra y música original, la obra recoge la vida y el mensaje de San Pablo de una forma ágil y llena de dramatismo. Con un total de 16 temas, que van del rap hasta piezas instrumentales, la promesa de libertad que trae el cristianismo se hace palpable y actual. Los zamoranos, y otras personas venidas de fuera, como un grupo de Valladolid, pudieron disfrutar de este musical, que fue interpretado totalmente en directo, incluida la música.

Las fotos del musical pueden verse en:

http://picasaweb.google.com/obzamora.mcs/MusicalHijosDeLaLibertad#

Un periodista americano

Como curiosidad en este día, y que llamó la atención a mucha gente, fue la presencia de un periodista estadounidense, Paul Haring, que estuvo presente durante el musical en el Colegio “Sagrado Corazón de Jesús”, y posteriormente en la procesión previa al acto de la Plaza Mayor y en el mismo “Escenas de Pasión”. Acogido por la Delegación Diocesana de Medios de Comunicación Social, fue enviado por la organización central de la JMJ a Zamora, para que cubriera algunos de los actos preparativos de la JMJ en nuestra Diócesis.

Haring es el reportero gráfico en Roma de la importante agencia católica de noticias norteamericana Catholic News Service (CNS), y marchó de Zamora contento por nuestra acogida, e impresionado por los actos que hemos realizado en torno a la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María.

Tiempo de fidelidad


AGUSTÍN MONTALVO FERNÁNDEZ

Domingo XXXIII del tiempo ordinario – Ciclo C

“Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas” (Lc 21, 5-19)

Parece evidente que este mundo en que habitamos, que gozamos y sufrimos, ha tenido un comienzo y va a tener un final. El tema del final ha preocupado a muchos hombres y mujeres a lo largo de los siglos, dando lugar a veces a doctrinas desviadas y a formas de vida consecuentes a ellas rayanas en el fanatismo. Algún grupo existe hoy en día que periódicamente pone fecha a tan sobrecogedor acontecimiento.

Con el relato evangélico de hoy comienza el llamado «discurso escatológico» que ofrecen los tres evangelios sinópticos, difícil de comprender por su lenguaje apocalíptico y por la mezcla de acontecimientos. También a Jesús le preguntan ¿cuándo va a suceder esto y cuál será la señal?, pero él no responde a la curiosidad del cuándo o del cómo, no quiere informar sino preparar; habla de lo último, pero contenido ya en el presente, para darle sentido y ayudar a vivirlo con intensidad. Quiere ayudarnos a afrontar con responsabilidad una historia larga, difícil y conflictiva. Porque todo lo que el relato de hoy anuncia forma parte de nuestra historia pasada, presente y futura: hambres, terremotos, guerras, persecuciones… incluso los falsos profetas que siempre aparecen ofreciendo salvación.

Los discípulos tenemos que afrontar esta realidad, nuestra historia, con serenidad y coraje, evitando actitudes equivocadas. Una, la de las seguridades en nosotros mismos, en nuestros logros, en nuestras obras grandes (incluso religiosas). Para los judíos la calidad y belleza de su templo, y la solemnidad del culto constituían la garantía de la estabilidad del pueblo, por eso no comprenden el anuncio de su destrucción. Hay que tener conciencia clara de lo efímero de este mundo. Otra, la de la prisa irreflexiva y la violencia arrolladora que pretende resolver todo por la imposición, la fuerza o el activismo alocado. Y otra tercera, la de evadirse de la realidad refugiándose en la fantasía del final de los tiempos. Puesto que todo va a terminar —se piensa— mejor no complicarse la vida ni mancharse las manos empeñados en mejorar este mundo provisional. En la segunda lectura de hoy san Pablo reprueba la conducta ociosa de los tesalonicences ante la imaginada como inminente venida del Señor.

Seguidores auténticos de Jesús son aquellos que en este tiempo de espera saben vivir con esperanza, con paciencia activa (¿es que puede haberla pasiva?), con fidelidad en tiempos difíciles, con confianza en quien puede darla, con trabajo constante y tenaz.

Con Jesús ya han llegado los últimos tiempos. Él es el templo definitivo del que los otros son solo un signo. En él esperamos activamente su plenitud.

La Opinión-El Correo de Zamora, 14/11/10.

Raíces y cimientos


ÁNGEL CARRETERO MARTÍN

No pretendo aquí poner en diálogo a un forestal con un jefe de obras, sino invitarles a leer -si todavía no lo han hecho- el Mensaje del Papa para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que, como se sabe, se celebrará en Madrid en agosto de 2011. Tiene mucho de testimonio personal y nos viene muy bien a todos, no solo a los que todavía no hemos cruzado la frontera de los 35 años. Benedicto XVI no fija edad al constatar el deseo natural en todo ser humano de vivir una vida que vaya más allá de la «cotidianidad regular de un empleo seguro», una vida plena de amor, paz y alegría que realmente solo puede encontrarse en Dios, fuente de toda plenitud. De este modo, eliminar a Dios o rechazar el cristianismo es tanto como condenarnos a perder lo que más nos caracteriza como personas para sumirnos en la inestabilidad y el desconcierto del relativismo o de las modas.

A la hora de hablar de la importancia de la fe en la vida de los creyentes el Papa se vale de tres términos utilizados por S. Pablo: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe» (Col 2, 7). Al igual que un árbol plantado firmemente junto al agua no deja de dar fruto en verano porque sus raíces llegan a la corriente (Jer 17, 7-8), así también la fe, en cuanto relación personal con Jesús, hace que la vida crezca y se realice en plenitud. Este enraizarse en Cristo es tanto como responder a su llamada, fiarse de Él y poner en práctica su Palabra. En este sentido la fe no es sólo creer en la verdad sino edificar la casa de nuestra vida sobre el cimiento y la roca segura que es el Señor, amigo que no falla y desde el que uno es capaz de afrontar con valentía y esperanza tanto los problemas como los fracasos.

El sucesor de Pedro nos pide que seamos críticos con las corrientes de pensamiento que pretenden construir un «paraíso» sin Dios ya que la experiencia enseña, una y otra vez, que un mundo sin Dios conduce al «infierno» social del egoísmo, la división, la falta de alegría, amor y esperanza. Y al contrario, cuando las personas y los pueblos nos mantenemos firmes en la fe, cuando acogemos la presencia de Dios en nuestras vidas se va construyendo la civilización del amor y de la comunión. Pero el Papa sabe que elegir y seguir al Resucitado no es cosa fácil, por eso invita a experimentar más intensamente su presencia en la celebración de la Eucaristía, en la lectura del Evangelio, en la oración personal, en el servicio a los necesitados y en esta gran familia que es la comunidad cristiana. Finalmente nos llama al testimonio para que otros también puedan encontrarse con Cristo y nos llena de esperanza ante la próxima JMJ por ser ocasión de renovación y rejuvenecimiento para todo el Pueblo de Dios.

La Opinión-El Correo de Zamora, 14/11/10.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Anochecer y amanecer con la Cruz en la ermita de Morales


CruZamora 6: La ermita del Cristo de Morales se llenó en la noche de ayer para una Celebración de la Palabra ante la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María. Después de toda la noche en oración, a primera hora de la mañana de hoy se inició allí el Rosario de la Aurora, que transcurrió por el Camino de Santiago hasta la iglesia de Santiago del Burgo.

Zamora, 13/11/10. A las 20 horas de ayer, un grupo de fieles salieron en peregrinación tras el rezo de Vísperas en la iglesia de San Juan de Puertanueva, en la Plaza Mayor de Zamora, para dirigirse caminando a la ermita del Cristo de Morales, a 10 kilómetros de la capital. Cuando llegaron, precedidos por la cruz procesional y una pancarta, al santuario, los esperaban en la puerta la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María, los dos signos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid 2011.

La ermita se llenó con las personas que venían y las que esperaban, para comenzar una Celebración de la Palabra que presidió el obispo diocesano, Gregorio Martínez Sacristán, y que se hizo al modo del Camino Neocatecumenal, ya que eran los integrantes de este movimiento en las parroquias de Zamora los que organizaron tanto este encuentro como el resto de la noche en oración. Familias, niños, jóvenes y mayores compartieron la oración y el canto ante la imagen del Cristo de Morales y ante la Cruz y el Icono.

Después de que el obispo incensara solemnemente el evangeliario y las imágenes que centraban la oración, comenzó la Liturgia de la Palabra con tres lecturas además del Evangelio, y con los salmos intercalados. Tras los testimonios, tuvo lugar la homilía de Gregorio Martínez, que insistió en la necesidad de “consolidar nuestra vida cristiana”. Con la oración de los fieles, el padrenuestro, el saludo de paz y la bendición apostólica, concluyó el encuentro de oración, y al final se veneró una reliquia del Lignum crucis que se encuentra en la ermita del Cristo de Morales.

La noche en vela y la peregrinación

A las 0,30 horas tuvo lugar el rezo del Rosario, que fue seguido a las 2 por una proyección audiovisual sobre la Cruz, el martirio y la misión. A continuación, a las 3 se rezó el Oficio de Lecturas, seguido a las 4,30 horas por el ejercicio del Vía Crucis. El último momento de oración fue el rezo de Laudes, a las 6 de la mañana, cuando aún no había amanecido.

A la oración de Laudes ya asistieron la mayor parte de los participantes en el Rosario de la Aurora que comenzó a continuación. Alrededor de 200 personas acudieron en autobuses, y algunos en coches particulares, para salir a las 7 de la mañana rezando el Rosario y cargando con la Cruz de los Jóvenes y con el Icono de María.

Tal como destacó antes de salir el delegado diocesano de Religiosidad Popular, Javier Fresno, se unió a esta actividad el grupo que cada mes ha ido realizando trayectos del Camino de Santiago, en “Peregrinos por un Día”. Por eso, explicó, “hacemos esta peregrinación y esta oración precisamente por uno de los tramos del Camino de Santiago, el de la Vía de la Plata a su llegada a Zamora”.

Los peregrinos fueron rezando y cantando durante todo el camino, y subieron por la Calle Balborraz a la ciudad, desde la que se dirigieron a la iglesia románica de Santiago del Burgo, con toda su significación jacobea. Allí esperaban el sacerdote encargado del templo, Narciso Jesús Lorenzo, y los párrocos de San Vicente, para recibir la Cruz y el Icono en la puerta. Acto seguido, la iglesia se llenó para rezar Tercia y adorar la Cruz.

Las fotografías de la oración nocturna y de la peregrinación pueden verse en:

http://picasaweb.google.com/obzamora.mcs/RosarioDeLaAuroraYPeregrinacionConLaCruzYElIcono#

Benavente: una Cruz rodeada de jóvenes


CruZamora 5: La ciudad de Benavente volvió ayer a recibir la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María, los signos de la JMJ que se encuentran en peregrinación por la Diócesis de Zamora. Por la mañana tuvo lugar un encuentro de 700 adolescentes, y por la tarde una concurrida vigilia de oración.

Zamora, 13/11/10. A las 10,30 horas de la mañana de ayer se concentraron en el Frontón de la Rosaleda de Benavente alrededor de 700 estudiantes de entre 14 y 16 años, convocados por sus profesores de Enseñanza Religiosa Escolar para participar en la Convivencia Diocesana de Adolescentes que tuvo lugar aprovechando la presencia en la ciudad de la Cruz de los Jóvenes y del Icono de María, los signos principales de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid 2011.

Dirigidos por el delegado diocesano de Enseñanza, Juan Carlos López, los chicos, junto con sus profesores de Religión, formaron una cruz que ha servido para realizar una fotografía aérea como recuerdo del encuentro. Después, se dirigieron al centro de la ciudad para comenzar una gymkhana, con diversas pruebas para conocer la ciudad, bailes y dinámicas...

Con el resultado obtenido en las pruebas, que eran piezas de un puzle, formaron, al final, la imagen de unos jóvenes mirando la cruz de Cristo. Los encargados de la organización fueron los propios estudiantes benaventanos, que se responsabilizaron de la acogida y de que todo marchara bien con sus visitantes de los institutos de toda la Diócesis.

Tras la comida, que tuvieron todos juntos en el Paseo de la Mota, hubo dos turnos para entrar en el Teatro Reina Sofía, que fue cedido por el Ayuntamiento de Benavente para la ocasión. Allí pudieron disfrutar del espectáculo de magia realizado por el mago zamorano Miguelillo, que aprovechó para inculcar algunos valores a un público tan joven. Después llegó el momento de la despedida y de la vuelta a casa, tras pasar un día muy satisfactorio para todos.

Vigilia juvenil

A las 18,30 horas se llenaba, como dos días atrás, la céntrica iglesia parroquial de San Juan del Mercado, donde tuvo lugar una vigilia de oración para jóvenes que estuvo abierta a todos los fieles de Benavente. Guiados por las lecturas de la Palabra de Dios y por las meditaciones que leyeron un grupo de jóvenes, los asistentes contemplaron la salvación de Jesús realizada en la cruz a través de sus ojos, sus manos, sus pies y su corazón.

La Cruz de los Jóvenes y el Icono de María ocupaban el lugar central del presbiterio, y fue el obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, quien presidió la vigilia de oración acompañado por los sacerdotes de los arciprestazgos de Benavente y Villalpando, que trabajan juntos desde hace un tiempo.

En sus palabras, dirigidas primordialmente a los jóvenes, el obispo los animó a la valentía en la fe, a “ser testigos de Cristo sin miedo y sin vergüenza”, compartiendo su compromiso cristiano con los demás, y los invitó reiteradamente a participar en la JMJ Madrid 2011. Al finalizar la vigilia, hubo un tiempo de oración personal ante la Cruz y el Icono, en el que se quedaron muchas personas. Después, los emblemas de la JMJ fueron llevados hasta la ermita del Cristo de Morales, en las inmediaciones de Zamora, para una noche entera de oración.

Las fotografías de esta jornada pueden verse en:

http://picasaweb.google.com/obzamora.mcs/ConvivenciaDeAdolescentesYVigiliaEnBenavente#

viernes, 12 de noviembre de 2010

Toro y la Cruz: miles de hijos acompañando a su Madre


CruZamora 4: Alrededor de 3.000 toresanos se congregaron ayer en torno a sus patronos, el Cristo de las Batallas y la Virgen del Canto, para recibir a la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María, y participaron en un Vía Crucis presidido por el obispo, que llegó hasta la Colegiata, donde hubo una vigilia nocturna de oración.

Zamora, 12/11/10. Ayer tuvo lugar en Toro el hasta ahora más multitudinario acto de la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María en la Diócesis de Zamora, cuando alrededor de 3.000 personas se congregaron en la ciudad de Toro para recibir a los dos signos principales de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), acompañando las dos imágenes bajo cuyo patronazgo se encuentra: el Cristo de las Batallas y la Virgen del Canto.

A las 19 horas salieron puntualmente de la iglesia parroquial de Santo Tomás Cantuariense ambas imágenes, llevadas a hombros. Cientos de toresanos los esperaban en la Calle Corredera, aunque muchos ya habían pasado a verlos y a rezarles en el templo, donde se encontraban desde la víspera, cuando hubo una también multitudinaria vigilia de oración preparatoria ante los patronos de la ciudad. El Coro Interparroquial cantó a la salida de la imagen mariana el himno a la patrona de Toro y su alfoz.

A la sombra del conocido Arco de la Corredera se produjo el encuentro entre las imágenes toresanas y la Cruz y el Icono regalados por Juan Pablo II a los jóvenes de todo el mundo. Y muchos jóvenes pudieron verse a lo largo de todo el encuentro de oración, ya que acudieron para participar, sobre todo los que se preparan para recibir el sacramento de la confirmación.

Junto al Arco se explicó el sentido de este encuentro, en la preparación de la próxima JMJ de Madrid 2011, y se invitó a los presentes a la oración. Y se inició el Vía Crucis, que fue recorriendo las calles de Toro hasta la Colegiata de Santa María la Mayor.

En cada estación se iban turnando los diversos grupos que integran las parroquias de la ciudad, con un especial protagonismo de los jóvenes. El padrenuestro o el avemaría en cada estación, además de la meditación tras cada texto bíblico, ayudaba a contemplar cada momento de la Pasión del Señor, que se concluía con un canto apoyado por el Coro Interparroquial.

Al entrar en la Colegiata la imagen de la Virgen del Canto, los toresanos volvieron a entonar, emocionados, el himno a su patrona. Allí se rezó la XIV estación del Vía Crucis, la estación que muestra a Jesús puesto en el sepulcro, la estación de la esperanza en la resurrección, “el consuelo más firme y profundo que podemos tener”.

El obispo concluyó el ejercicio del Vía Crucis con unas palabras de agradecimiento por la extraordinaria asistencia, no sólo de los fieles de la ciudad, sino también de los venidos de otros pueblos de los arciprestazgos de Toro y de Fuentesaúco, que ya llevan un tiempo de trabajo conjunto. Invitó a los presentes a “vivir la fe con valentía”, una insistencia especial de Gregorio Martínez Sacristán en estos días. Concluyó diciendo: “¡Felicidades, Toro!”. Los asistentes a la vigilia pasaron a adorar la Cruz antes de dejar el templo.

A las 22 horas, la Colegiata volvió a llenarse de gente para tener una vigilia de oración en torno a la Cruz de los Jóvenes y al Icono de María, presidida también por el obispo. En ella se alternaron los textos de la Palabra de Dios con fragmentos del mensaje de Benedicto XVI para la JMJ y con cantos del Coro Interparroquial. Hubo también tiempo para la adoración personal de la Cruz, en grupos de doce.

Al término de la vigilia, la Cruz y el icono fueron llevados procesionalmente hasta el Monasterio de Santa Sofía, donde las monjas Sofías (Norbertinas Premostratenses) recibieron en su casa a los signos de la JMJ, para tener toda la noche en oración contemplativa, abierta a todos los toresanos.

El álbum de fotos del paso de la Cruz y del Icono por Toro puede verse en:
http://picasaweb.google.com/obzamora.mcs/ViaCrucisYVigiliaConLaCruzEnToro#

La Cruz, con Cáritas: un corazón lleno de cicatrices


CruZamora 3: en su segunda jornada en Zamora, la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María estuvieron en la Finca “El Chafaril”, cerca de Peleagonzalo, donde Cáritas Diocesana tiene su Centro de Rehabilitación de Alcohólicos. Fue un encuentro largo e intenso, donde se pusieron los sufrimientos de la gente ante el amor de Cristo crucificado.

Zamora, 12/11/10. La Cruz de los Jóvenes y el Icono de la Virgen María estuvieron ayer en el Centro de Rehabilitación de Alcohólicos, en la finca El Chafaril, en el término municipal de Pelagonzalo. Un acto cargado de simbolismo en la segunda jornada de la visita de los símbolos de la Jordana Mundial de la Juventud (JMJ) a la Diócesis de Zamora: “la Cruz y el Icono tenían que estar con vosotros, cerca del dolor, porque el amor de Dios va dirigido a vosotros, a los que sufrís”, subrayó el obispo, Gregorio Martínez Sacristán, quien presidió el encuentro.

En la sede de El Chafaril se congregaron hasta 13 agrupaciones o programas sociales que gestiona Cáritas Diocesana de Zamora, reuniendo así a más de un centenar de personas ante la Cruz y el Icono que realizaron súplicas, acciones de gracias, ofrendas y ofrecieron emocionados testimonios. Las drogas, el alcohol, los ancianos, los niños, los reclusos, los familiares y los voluntarios compartieron esperanza y dolor ante los símbolos. Dos imágenes que, según el director de El Chafaril, Ignacio Enríquez, “envían dos mensajes: uno de ejemplo de amor y otro de ejemplo de sufrimiento”.

Por su parte, el obispo recalcó que había sido un deseo expreso de la Diócesis de Zamora que la Cruz estuviera con estas personas más desfavorecidas: “aquí está la Cruz para que os abracéis a ella y sea para vosotros un motivo de alegría, misericordia, paz y amor”.

Uno de los momentos más emotivos tuvo lugar cuando una mujer, ex toxicómana, agradeció a Proyecto Hombre, y por consiguiente a Cáritas, el trabajo desinteresado que realizan a diario para ayudarles a “cargar con una cruz que para mí cada vez se hizo más pesada: la droga”. La mujer, emocionada, expresó ante la Cruz y todos los presentes “la vergüenza que la droga nos hace sentir en este momento”, pero también reconoció que gracias a esa Cruz “saldremos adelante”. También tuvo palabras para el Icono de la Virgen: “la Virgen sustenta a su hijo, como lo hacen nuestras madres, la Virgen es luz, fuerza y esperanza para que podamos salir de la droga”.

Por último, Gregorio Martínez clausuró el acto comprometiéndose ante reclusos y ex-reclusos que el próximo domingo que tuviera libre acudiría a la prisión a celebrar la misa junto a ellos porque “lamentablemente la Cruz no ha podido estar en la cárcel”. Se mostró también muy satisfecho por un acto que calificó de “sencillo, cordial, religioso y fraterno” y dijo sentirse orgulloso de tener “a todos los marginados en torno a la Cruz”.

Al encuentro de la Cruz

A primera hora de la tarde, todos los congregados en El Chafaril se dirigieron a la salida, donde estaban la Cruz y el Icono, cantando “Camina, pueblo de Dios”. El momento del encuentro se vivió con un silencio breve e intenso, tras el cual todos caminaron de vuelta al Centro, en cuyo comedor se celebró el acto de oración. A lo largo de dos horas, los distintos programas fueron pasando ante la Cruz y el Icono, poniendo las vidas de la gente de Cáritas ante el Salvador y su Madre.

Uno de los cantos iniciales marcó el talante de todo el encuentro de oración, cuando la música recordó que “nadie puede cargar con su cruz si no lleva la cruz de sus hermanos, y ante esa inmensa cruz que arrastra el mundo, todos hemos de ser solidarios”, poniendo en boca del creyente también estas palabras: “quiero arrimar el hombro al dolor de este mundo, quiero echar una mano”.

Cada programa de Cáritas preparó un tipo de oración ante la Cruz. Unos encendieron velas ante Cristo crucificado por todos los que sufren, uniendo a todos en la plegaria con la invocación “Kyrie eleison”. Varios ancianos de una residencia se pusieron, no sin dificultad, en torno a la Cruz, mientras una solista cantó un himno; y concluyeron su oración pidiendo: “Señor, resucita a los que mueren de camino”.

Los representantes del Programa de Acogida pidieron “para que los jóvenes no sigan los caminos fáciles y engañosos, sino el camino de la verdadera libertad”. Los empleados del Centro de Apoyo al Drogodependiente se ofrecien a Cristo “para que cuentes con nosotros para ser Cireneos de todos los que sufren las dependencias”, y recordaron ante la Virgen “a todas las madres que pasan por nuestro centro, sufriendo las situaciones de sus hijos”.

Dios está con los necesitados

También pasaban los mayores, como los representantes de la residencia de Carbajales, pidiendo por los jóvenes. Los mas pequeños del encuentro, los niños del Programa de Infancia, fueron pegando en una casa de cartón sus papeles con la acción de gracias por todo lo que les ofrece la organización católica. “Gracias, Señor, porque hacemos amigos” fue una de sus oraciones. Después, una anciana de la residencia de Alcañices hacía una emotiva plegaria: “yo ya he acabado y voy hacia ti, gracias por darme al final estos años de paz”.

Representantes de los centros de rehabilitación de Proyecto Hombre afirmaron que “nuestra cruz es la droga, que apareció en nuestra vida como un caramelo, pero se convirtió después en un veneno”. A pesar de la vergüenza ante la Cruz, los internos de Proyecto Hombre dijeron confiar en Dios, “que es misericordioso y está con los necesitados”. Los ancianos de la residencia de Fermoselle representaron un cuento sobre un anciano con un corazón lleno de cicatrices por haber dado partes de él.

Desde el Centro de Acogida “Madre Bonifacia” se proclamó un texto paulino, y dos oraciones de Chiara Lubich y de la madre Teresa de Calcuta. Los voluntarios de toda la organización unieron sus voces para afirmar su “opción creyente por los más pobres y desfavorecidos de la sociedad”. Ofrecieron ante la Cruz un reloj, signo del tiempo entregado a los demás; un libro, “por los conocimientos que intentamos aportar a los otros”, y una vela, por “la experiencia de vida del voluntario que, junto a la cruz, quiere alumbrar al mundo”. Terminaron pidiéndole a Cristo: “envíame, Señor, aunque yo también soy débil, pero tú eres mi fuerza”.

Victoria, tú reinarás

Los ancianos de la residencia de Villarrín hicieron una súplica desde la vejez, diciendo ante la Cruz: “no me dejes solo en mis últimos pasos. Consérvame lejos de toda amargura”. Tres trabajadoras del Programa de Empleo contaron una historia real de una familia en dificultades, y los representantes del Programa de Inmigrantes rezaron un Vía Crucis actualizado en el rostro de las personas que tienen que venir en pateras a nuestra tierra.

Algunos familiares de presos en la cárcel de Topas representaron al Programa de Reclusos y Ex-reclusos, y sobre todo a los propios convictos, ya que mostraron varios murales hechos por ellos, en torno a la Cruz. También pusieron una audición grabada por los presos, ésta fue su forma de estar presentes en el encuentro de oración.

Después del canto “Victoria, tú reinarás”, que fue el más seguido por los asistentes, el delegado episcopal de Cáritas Diocesana, Antonio Jesús Martín de Lera, tuvo unas palabras de agradecimiento para todos, y el obispo concluyó con una intervención en la que, como se ha señalado al inicio de esta crónica, se mostró cercano a los que sufren, y les recordó la predilección de Dios por los más desfavorecidos.

Las fotografías pueden verse en el siguiente enlace:
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jueves, 11 de noviembre de 2010

CruzCampus: la fe en diálogo con la cultura y la modernidad


CruZamora 2: Cientos de jóvenes universitarios y estudiantes de Bachillerato se congregaron en el Campus Viriato de la capital zamorana para recibir la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María, signos de la JMJ.

Zamora, 11/11/10. El Campus Viriato de Zamora, dependiente de la Universidad de Salamanca, ha acogido a las 13 horas el acto CruzCampus, organizado por el Secretariado Diocesano de Pastoral Universitaria. Palabra, música e imagen se han unido ante la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María, los dos signos principales de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que fueron acogidos por la comunidad universitaria y los alumnos de Bachillerato de Zamora.

“Si hay un signo universal, si hay un signo que lo dice todo y no se agota nunca, ese signo es la cruz, aunque sea una simple cruz de madera”, explicó el sacerdote Jesús Campos, director del Secretariado Diocesano de Pastoral Universitaria y profesor de la Universidad de Salamanca.

El escenario estuvo presidido por la Cruz y el Icono. En las filas del moderno Salón de Actos del Campus, representantes de los alumnos universitarios, de los profesores y del personal no docente, además de una nutrida asistencia de estudiantes de Bachillerato de la capital: 130 alumnos del Colegio Medalla Milagrosa, 80 del Colegio Sagrado Corazón de Jesús y una veintena del Colegio Corazón de María.

Ser creyente es ser moderno

CruzCampus se inició con la música: los sones de la melodía “Exsultate Justi”, de la banda sonora de la película Empire of the Sun fueron los que acompañaron la entrada de la Cruz en el salón, donde ya esperaba el Icono de María sobre el escenario, y donde se escuchó, proclamado por Yolanda Schintu, locutora de Radio Zamora (Cadena Ser) el himno “Oh cruz fiel”, tan conocido para los zamoranos en su versión latina cantada en la Semana Santa.

Una vez concluido el himno, hubo una pieza de danza ante la Cruz, representada por el Grupo de Expresión Corporal del Colegio María Inmaculada de la ciudad. Se trataba del “Aleluya” de R. Wainwright. Acabado este momento, el director del Secretariado Diocesano de Pastoral Juvenil, Juan Carlos López, tuvo unas palabras de saludo y bienvenida a los asistentes.

“Ser creyente hoy es moderno”, dijo a los jóvenes asistentes. Según López, “no hemos querido esconder nuestros signos, desechando cualquier complejo”, ya que “los cristianos estamos llamados a ser motores para la humanización del mundo”. Recordó la acogida de la Cruz, la víspera, en Benavente, “una acogida cálida a pesar del frío”. “La JMJ está a tiro, sólo quedan 272 días... vosotros tenéis la oportunidad de participar directamente en este evento, posiblemente uno de los más importantes que España vivirá en esta década. No os perdáis esta oportunidad”, les insistió.

La sabiduría de la cruz

Tras esta introducción, fue el momento más académico, con la intervención del catedrático de Literatura Española Antonio Ramajo Caño, que versó sobre la cruz en los hombres y mujeres de Castilla, centrándose en algunas grandes figuras de la literatura mística de esta tierra, como San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, además de uno más reciente, San Rafael Arnaiz.

El profesor constató la presencia de la cruz en la vida del hombre, una cruz de la que huimos, pero que es inevitable en la forma del dolor. “Si Cristo sufre al morir por nosotros, nuestro sufrimiento nos puede hermanar con él”, explicó, refiriéndose a la santa abulense. La cruz nos salva porque en ella reside la auténtica sabiduría, como escribía el hermano Rafael. El alma, para entender, debe padecer, según el místico Juan de la Cruz.

Ciertamente, la cruz resulta dura para el hombre, pero los santos explican que tras el dolor se esconde la gloria, y tras la muerte, la resurrección. Pero estos personajes no fueron insensibles al sufrimiento, sino que lo vivieron. Para San Rafael, “la cruz fue de una vulgaridad insoportable”, pero descubre que el amor de Dios se revela en hacer las acciones más pequeñas. Como Santa Teresa, que hallaba la huella divina en lo cotidiano. Y San Juan de la Cruz “amaba las cruces desnudas”. La sabiduría de la cruz es unificar a la persona enteramente con la voluntad de Dios, es un camino que eleva a la cima de la unión mística, al examen final del amor.

Este momento fue completado con la interpretación de una pieza de piano, a cargo de Vicente Urones Sánchez, alumno universitario y también del Conservatorio de Salamanca. La pieza fue “Poema”, de Rolf Rolland. Y hubo dos testimonios de estudiantes, que contestaron a la pregunta “¿Qué es la cruz para mí?”. Para una de ellas, “no es una cruz apoyada en una pared, sino que se ha puesto en movimiento por todo el mundo para acercar a todos los jóvenes a Jesús. Los jóvenes somos los pilares sobre los que se apoyará la Iglesia del futuro, y por eso la Iglesia tiene que escuchar nuestros ideales”.

Signo de alegría para el camino

Para la otra estudiante que intervino, “esta cruz, desprovista de todo adorno, nos recuerda a los peregrinos que, ligeros de equipaje, hacen su camino hacia Dios, y nos hablan de la sencillez de la vida, sin un consumo abusivo”. Y añadió: “queremos que este acercamiento de la Cruz renueve la fe de los que la tienen, y haga a otros acercarse a Jesús”. Tras estas palabras, el Coro Parroquial de San Lorenzo interpretó el canon “Crucem tuam” de Taizé. Y el Grupo de Expresión Corporal continuó con su realización de la danza que antes había comenzado.

Y volvió el turno de la palabra, con la charla de Jorge Sierra Veloso, miembro del personal de administración y servicios de la Universidad, que invitó a contemplar tranquilamente la cruz, quitándole los restos de sombras y sangre de la historia, aceptando “la paradoja que nos nutre y reconforta: esta cruz, que empezó siendo signo de muerte y sufrimiento, se ha convertido en signo de paz y de concordia”.

La cruz no es un recurso ornamental, sino que la hallamos en el arte y en la poesía, señaló Sierra. Aparece en muchos emblemas y escudos, preside el dormitorio de muchas familias, está en llaveros o calendarios... y que “a su modo, nos asignan un lugar en el mundo y una forma de concebir la existencia. Nos acompaña hasta la muerte, y nos da la fuerza del estímulo, del reto, de la lucha. No tenemos que tener miedo a mirarla de frente”. Nos fijamos en su sentido de peso, carga o trabajo, cuando la señal del cristiano tiene que serlo de “alegría, de compromiso fraterno, de camino compartido. Así pues, caminemos”.

Un signo lleno de vida

Y, a continuación, fue el propio Jesús Campos, responsable del evento, el que intervino con una charla sobre “La cruz en el mundo contemporáneo”. Se trata, dijo, de un elocuente signo que parece enfrentar, y que siempre es más, llevando consigo lo de menos. “Un signo vinculado a la muerte, pero lleno de vida. Es un icono de humanidad”. En sus palabras, se acercó a la figura de Edith Stein, de la que resumió su vida y su historia de conversión.

Una mujer que hizo de la cruz el centro de su vida, cuando pasó de la Universidad al Carmelo, de la frialdad religiosa a la profundidad creyente. El responsable de la pastoral universitaria diocesana también hizo algunos comentarios sobre el libro de Stein La ciencia de la cruz. Cuando fue llevada al campo de concentración de Auschwitz, terminó la obra que no pudo concluir en el papel. “La cruz, si no es asumida y vivida, es simplemente madera. Pero vivir la ciencia de la cruz nos permite unirnos al Dios amor, en una actitud de vida junto a los que sufren”, explicó.

Tras otra pieza musical a cargo de Vicente Urones (“Adagio”, de Rolland), hubo un testimonio de un joven estudiante de Bachillerato. “Mi vida es como una cruz que tengo que cargar, con mayor o menor dificultad”, afirmó, señalando la centralidad de los estudios en su vida, y la importancia de la familia y los amigos para ayudar a llevar la carga de la vida. “Y Dios es el gran Simón de Cirene, que siempre está con nosotros, ayudándonos a llevar el peso de la vida. Y al habernos juntado hoy, podemos ver que es más fácil llevar la cruz entre todos”. Volvió a continuación la música con otro canon de Taizé, “De noche iremos”, cantado por el Coro de San Lorenzo.

Una joven vinculada a la Pastoral Universitaria leyó las palabras de San Pablo, en su Carta a los Corintios, sobre la cruz como poder y sabiduría de Dios. Y el obispo subió al escenario para dar las gracias a todos los asistentes. “Este acto merece toda la alabanza y toda la acción de gracias a Dios por vosotros, los jóvenes. Porque, mirando a la cruz, ¿qué descubrimos? Descubrimos que Dios nos amó y se entregó por nosotros. Recordadlo siempre, toda vuestra vida”.

Después llegó el turno del obispo diocesano, Gregorio Martínez Sacristán, quien se dirigió con naturalidad y con un estilo directo a los jóvenes presentes: “ese signo es para nosotros un signo de gloria y de orgullo. Quienes le seguimos somos invitados a no avergonzarnos nunca de la cruz. Detrás de este signo está Dios amándonos, Dios acercándose a nosotros, recorriendo el camino de nuestra vida, abrazándonos”, afirmó. Y aconsejó a los jóvenes: “en la vida escucharéis muchas voces y se os presentarán muchos caminos. Pero hay uno, el de la cruz, que por Jesucristo, conduce hacia la vida, a la justicia, a la paz, a la fraternidad y solidaridad entre nosotros. Es el camino que inauguró Jesucristo subiendo a ella y siendo signo para todos nosotros”.

“No lo abandonéis nunca. ¡Nunca! No tengáis complejo de ser cristianos; todo lo contrario: con la cabeza bien alta, porque sois lo mejor que se puede ser en la vida, y de ello debéis presumir delante de la sociedad, de vuestros coetáneos, y de los mayores y de los pequeños. Sí, soy cristiano, y a mucha honra”, les insistió a los jóvenes. “Vosotros sois signos de la cruz en medio de la vida. Ánimo, adelante, con valentía, con orgullo, no estáis solos, sois el futuro, no tengáis miedo, el Señor está con vosotros, y toda la Iglesia está con vosotros y os mira en estos días que preceden a la JMJ en torno a la cruz”. Además, les invitó a participar activamente en la JMJ, que es una posibilidad para el encuentro con Dios, para el cambio de vida.

Después de sus palabras, el obispo bendijo unas sencillas cruces de madera, que a la salida del acto fueron entregadas a los participantes en CruzCampus. Vicente Urones volvió al teclado para interpretar “Song from a secret garden”, de Rolland. Jesús Campos desveló al final la cantidad de 658 cruces que aparecía en el cartel anunciador del acto: cruces que están en la cornisa del edificio del Campus.

Para finalizar CruzCampus, el Grupo de Expresión Corporal interpretó su última danza, a partir de la canción “Nada nos separará del amor de Dios”, del grupo Brotes de Olivo.

El álbum fotográfico de Cruz puede verse en el siguiente enlace:

http://picasaweb.google.com/obzamora.mcs/CruzcampusPabloRodriguez#