lunes, 12 de marzo de 2012

Record


MANUEL SAN MIGUEL

Dato del día 3 marzo pasado: 4.712.098 millones de personas sin trabajo. Sin palabras. Es un record para el Guiness. Se habla de ajustes, de recortes, de reformas, de economía financiera y economía real…

Mientras tanto, el informe FOESSA 2012 de Caritas Española, nos revela que España sufre la crisis de un modo peor que la media de la Unión Europea, afirmando que están aumentando las desigualdades, puesto que el 22% de los hogares está por debajo del umbral de la pobreza (unos 7800 euros de ingresos anuales para una persona sola). Al mismo tiempo, se afirma que un 30% de los hogares españoles no llega a fin de mes o que la tasa de pobreza en España sólo es superada por Rumanía y Letonia en Europa. No es tampoco agradable saber que son 1,8 millones de personas que viven en riesgo de pobreza o que la tasa de cobertura del desempleo está 15 puntos por debajo de otros países europeos.

Caritas ha atendido a 950.000 personas; ha recibido 1.800.000 solicitudes de ayuda y se ha gastado 2.950.000 euros como gasto social. Los autores del informe concluyen que: “Si se cumple el binomio «mayor volumen de necesidades – menos recursos para atenderlas» de una forma sostenida en el medio plazo, la tensión producida entre ambos factores acabará trasladándose a la sociedad española en términos de falta de cohesión social. Indicadores recientes nos muestran el aumento progresivo de la desigualdad en términos de ingresos y de la reducción de los ingresos medios de los hogares españoles”.

¿Quién paga los platos rotos de esta economía del Sin-Estar? (porque del Bienestar no tiene nada). Los de siempre, y ya sabemos quiénes son. Benedicto XVI en la Carta de Cuaresma de este año alude precisamente a la atención al otro, a la responsabilidad y la santidad personal. No son tres dimensiones de la vida cristiana por separado sino realidades profundas que tienen una proyección universal. Hemos de tomar conciencia de esta situación de tal magnitud para que seamos testigos creíbles. Pablo VI ya señalaba que «El mundo está enfermo. Su mal está menos en la dilapidación de los recursos y en el acaparamiento por parte de algunos que en la falta de fraternidad entre los hombres y entre los pueblos» (Populorum progressio 66).

La Iglesia de Jesucristo sigue interpelando y actuando. Es su deber y responsabilidad, pese a quien pese; otra cosa será acertar o no.

La Opinión-El Correo de Zamora, 11/03/12.

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