Cáritas Diocesana de Zamora hace públicos los
datos de su Programa de Inmigrantes, que durante 2011 atendió a 136
inmigrantes, la mayoría mujeres. En un momento de crisis marcado por sus
problemas de precariedad económica, percepción negativa, vivienda, empleo y
situación administrativa, Cáritas desarrolla acciones de atención social,
formación, asesoramiento jurídico y sensibilización.
Zamora, 17/05/12. Según los datos del Ministerio de Trabajo e
Inmigración (a 30 de septiembre de 2011), en la provincia de Zamora residían
entonces un total de 11.052 personas de origen extranjero, con certificado de
ciudadano de la unión o autorización de residencia en vigor. Desde el Programa
de Inmigrantes de Cáritas Diocesana de Zamora se señala que “algunas de estas personas o familias se
encuentran en situación de vulnerabilidad o riesgo de exclusión”.
El Programa de Inmigrantes,
dirigido por Beatriz Riesco, está dirigido
a acompañar a todas las personas procedentes de otros países, y durante el año
2011 sus responsables han acompañado a 136 personas a las que les han
facilitado 341 respuestas. De los beneficiarios de estas acciones, 46 han sido
varones y 90 mujeres. El grupo de edad mayoritario de las mujeres está situado
entre los 24 y los 44 años, mientras que el de los varones se encuentra entre
los 25 y los 40 años. Se trata, por tanto, de personas jóvenes o de mediana
edad que están en edad laboral.
En cuanto a su nacionalidad, las
personas acompañadas proceden de forma mayoritaria de Europa, en concreto de
Bulgaria y Rumania. El segundo lugar de
procedencia de las personas atendidas es Latinoamérica y Caribe y,
aunque en menor número, se ha acompañado a personas de Medio Oriente y Norte de
África (de los 28 participantes africanos atendidos, 25 son nacionales de
Marruecos).
Precariedad y problemas de vivienda
Según explican desde el Programa
de Inmigrantes, “la mayoría de las
personas o familias que hemos acompañado este año están atravesando momentos de
debilidad como consecuencia de la precariedad económica, que deriva en otros
problemas básicos como la vivienda. La pérdida de vivienda ha hecho que muchos
inmigrantes se encuentren en la calle”.
Por otra parte, Cáritas Diocesana
de Zamora destaca que “´la dificultad
para alquilar un piso está generando situaciones de hacinamiento, donde
familias enteras se ven obligadas a convivir en una sola habitación lo que está
ocasionando conflictos entre las personas obligadas a vivir en tanta proximidad
y un bajo rendimiento escolar de los menores”.
Inmigración y conflicto
El contexto económico y social
actual, afirman en Cáritas Diocesana, “está
convirtiendo la inmigración en un asunto de discrepancia y conflicto. Debido a
la situación de ‘crisis económica’ en la que vivimos se ha comenzado a instalar
en nuestra sociedad una percepción cada vez más negativa de los inmigrantes,
que refuerza la imagen del inmigrante como competidor (por un puesto de
trabajo, por ayudas sociales y económicas, etc.)”.
Esta percepción no se corresponde
con la situación real en materia laboral, ya que los responsables del Programa
de Inmigrantes apuntan a “las numerosas
situaciones de desempleo en las que se encuentran las personas que hemos
acompañado, la precariedad de los trabajos que están ejerciendo, mal
remunerados y con mayor tasa de temporalidad, y las situaciones de explotación
laboral a las que se están enfrentando”.
Dificultades administrativas
En cuanto a la situación administrativa,
“también se está complicando cada vez
más. Muchas de las personas que han estado residiendo regularmente durante
años, están encontrando muchas dificultades para poder solicitar o renovar sus
autorizaciones de residencia y trabajo debido a la rigidez de las condiciones
exigidas de renovación o por carecer de un contrato laboral”.
En Cáritas añaden que, como un
número muy elevado de los beneficiarios de su Programa de Inmigrantes procede
de países con un idioma diferente al nuestro, esta situación “está ocasionando una mayor dificultad a la
hora de desenvolverse y por consecuencia, integrarse en la sociedad española”.
Actividades realizadas
El primer epígrafe que destaca
Cáritas Diocesana de Zamora es el de la atención social: “Hemos realizado la acogida de forma individual en entrevistas
iniciales, atendiendo las demandas que han efectuado las personas que han
acudido al programa, iniciando un proceso de acompañamiento o de derivación a
otro recurso de Cáritas o de otros servicios externos a la entidad”.
En este apartado se integran
diversas labores administrativas, acompañamientos para empadronamientos,
escolarización de menores y otras necesidades específicas, tramitación de
Tarjetas Individuales Sanitarias (TIS) y ayuda para cumplimentar diferentes
documentos de las distintas administraciones públicas (prestaciones sociales,
certificados del Ecyl y Seguridad Social, etc.).
El segundo bloque de acción con
inmigrantes lo integran las actividades formativas. Aquí cabe destacar las
clases de lengua y cultura española que se iniciaron el 6 de septiembre de 2010
y su finalizaron el 23 de junio de 2011. Las clases han estado divididas en dos
grupos y se han impartido dos días a la semana en horario de mañanas y tardes.
Han participado 56 alumnos a lo largo del año 2011.
Un tercer apartado es el de las
actividades jurídicas, ya que el Programa de Inmigrantes de Cáritas facilita a
sus usuarios información y asesoramiento en materia de extranjería para
realizar solicitudes y renovaciones de residencia y trabajo, arraigo,
reagrupación familiar, pasaportes, etc.
En cuanto a la sensibilización
social, Cáritas Diocesana destaca la celebración, en el mes de enero, de la Jornada
Mundial del Inmigrante y el Refugiado, y la participación en los medios de comunicación
y en los medios diocesanos “con el fin de
que la sociedad conozca que hacemos y cuál es la situación que viven las
personas migrantes para fomentar así actitudes solidarias”.
También destacan la participación
en algunos encuentros promovidos por la Delegación Diocesana para la
Religiosidad Popular, como la Misa de los Hispanos en torno a la fiesta de la
Virgen de Guadalupe, o la celebración hispana de la Navidad.