sábado, 20 de noviembre de 2010

Y de Zamora, a Cuenca


CruZamora 9: El pasado domingo 14 de noviembre, la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María fueron despedidos en Zamora con la eucaristía en la Catedral. Después de eso, fueron llevados en furgoneta hasta la localidad de Tarancón, para comenzar la visita a la Diócesis de Cuenca.

Zamora, 20/11/10. Después de haber pernoctado en el Convento del Corpus Christi, ante la oración de las religiosas Clarisas, la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María, los signos principales de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), fueron llevadas a hombros por jóvenes de las parroquias de la capital hasta la Catedral, donde pasadas las 12 horas comenzó la eucaristía, presidida por el obispo. La procesión, acompañada del Coro Diocesano, sumó varios cientos de fieles.

Coincidían el pasado domingo 14 de noviembre la despedida de estos signos tras su paso por Zamora y el Día de la Iglesia Diocesana. Fue multitudinaria, extraordinariamente preparada y con gran participación del pueblo cristiano. Desbordó todas las expectativas, constituyéndose en un momento litúrgicamente solemne y a la vez festivo. Sobre todo, destacó la presencia de las parroquias de Zamora ciudad.

El obispo, según coincidían en señalar los asistentes, se mostraba encantado y emocionado. Las palabras de Gregorio Martínez Sacristán fueron de aliento y de agradecimiento sincero a todos y cada uno de los que han participado en esta recepción de la Cruz y del Icono. Volvió a invitar a los zamoranos a abrir sus casas para acoger a los jóvenes y a ser valientes para no esconder su condición de creyentes. La colecta se hizo para la JMJ. Al final se volvió a ofrecer la cruz para la adoración de los fieles.

Según Juan Carlos López, responsable diocesano de organización de la JMJ, “fue una celebración entrañable porque la gente participó masivamente y porque todos eran conscientes de que el paso de la cruz por Zamora había levantado el ánimo de todas y cada una de las realidades diocesanas”.

Viaje a Cuenca y recepción

En Tarancón (Diócesis de Cuenca) la meteorología fue adversa, y la lluvia fue tanta que hubo que suspender el Vía Crucis previsto por el pueblo y hacerse en la iglesia de la localidad. Mucha gente abarrotó el único templo parroquial del pueblo.

El obispo de Cuenca, José María Yanguas, en sus palabras agradeció públicamente a la Diócesis de Zamora el gesto de entregar la Cruz y pidió a la comitiva zamorana que transmitiera sus saludos al obispo, que no pudo acudir. El rezo de Completas y la proyección de un audiovisual dieron por terminada la jornada.

Representando a la Diócesis de Zamora fueron Juan Carlos López; Javier Fresno, delegado diocesano de Religiosidad Popular; Francisco Díez, párroco de Zamora y chófer durante estos días de la Cruz y el Icono; Esther Sánchez, miembro del Secretariado Diocesano de Pastoral Juvenil, y el fotógrafo Horacio Navas. Fueron acogidos en las casas particulares de Tarancón, y al día siguiente regresaron, contentos y satisfechos por los buenos frutos de estos días, a Zamora.

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