Zamora, 31/10/10. La iglesia de Santiago del Burgo, en la céntrica calle zamorana de Santa Clara, y restaurada recientemente en el marco del proyecto cultural Zamora Románica, fue reabierta al culto el pasado 9 de octubre, en una celebración eucarística en la que el obispo diocesano, Gregorio Martínez Sacristán, presidió también la dedicación del altar.
Poco a poco, se ha ido acondicionando para la adoración permanente del Santísimo Sacramento mientras el templo permanezca abierto, “testimoniando en medio de la ciudad que Cristo es el Enmanuel, el Dios con nosotros”, en palabras del encargado de la iglesia, Narciso-Jesús Lorenzo, delegado diocesano de Liturgia.
En una carta dirigida a los sacerdotes, a las religiosas de vida activa y a los miembros de asociaciones eucarísticas, asociaciones laicales y cofradías, se solicita la ayuda de todos para organizar este tiempo de adoración sacramental: “animamos a los fieles de asociaciones eucarísticas y marianas, de comunidades religiosas de vida activa y de las parroquias, movimientos y Comunidades Neocatecumenales, Cofradías de Semana Santa y Gloria a ofrecer al Señor media hora de adoración a la Semana, según sus posibilidades”.
Además de la eucaristía diaria (excepto los domingos y solemnidades) a las 13 horas, el templo de Santiago del Burgo no ofrecerá más convocatoria que las primeras Vísperas del domingo, los sábados a las 18 horas, y algunos momentos para la confesión sacramental, “decididos a no restar nada a los actos eucarísticos de las parroquias ya existentes o que puedan surgir, así como a otras actividades pastorales”.
Por ello, Narciso-Jesús Lorenzo llama a hacer “todo lo posible por fomentar esta visita al Santísimo, ocasión estupenda para la oración de adoración e intercesión, y además un testimonio de fe para que los que visiten nuestras iglesias, descubran que realmente son lugares de oración. Asimismo, los grupos que por iniciativa propia deseen reunirse y hacer plegarias ente el Santísimo Sacramento expuesto, sólo tienen que pedirlo”. Las personas y grupos interesados pueden inscribirse en la misma iglesia, “sin más compromiso que su propósito de orar”.
La Diócesis de Zamora pretende que Santiago del Burgo sea “una llama de fervor y de fe en medio de la ciudad”, porque “además de la comunión eucarística y de la participación en la Santa Misa necesitamos de la oración para escuchar en la intimidad del corazón a Jesús, meditando su Palabra, pero también ser ante tantos y tantos que admiran nuestro patrimonio religioso pero que no perciben la presencia de Cristo, ni el mundo, ni en nuestros templos, ser una llama, un testimonio de fe con nuestra oración”.
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