martes, 19 de octubre de 2010

Los Claretianos inauguran el 75 Aniversario de los mártires de Barbastro


Los Misioneros Claretianos celebrarán en Zamora la fiesta de su fundador, San Antonio María Claret, con una eucaristía el próximo sábado 23 de octubre a las 20 horas en la iglesia de San Ildefonso, momento en el que abrirán el 75 Aniversario de los beatos Mártires Claretianos de Barbastro, víctimas de la persecución religiosa en 1936.

Zamora, 19/10/10. El próximo 22 de octubre la Iglesia celebra la memoria litúrgica de San Antonio María Claret, fundador de los Hijos del Corazón de María (Misioneros Claretianos). Con este motivo, la comunidad zamorana de estos religiosos celebrará la fiesta del Colegio “Corazón de María” con los alumnos, además de tener una comida de hermandad.

Al día siguiente, sábado 23, tendrá lugar una eucaristía en la que participarán profesores, antiguos alumnos y familias, a las 20 horas en la iglesia parroquial de San Ildefonso de la capital. En ella, además de celebrar la fiesta del fundador, abrirán el 75 Aniversario de los Mártires Claretianos de Barbastro.

El último de los actos programados por los Claretianos de Zamora es la “Marcha Cicloturista Claretiana” por las calles de la ciudad, con motivo del 30 aniversario de la ubicación de su centro de enseñanza en la Carretera de Almaraz, y en colaboración con la asociación de Amigos de la Bici. Será el domingo 24, y los participantes –de todas las edades– se concentrarán a las 10,45 horas en el Colegio.

Según explica Manuel San Miguel, superior de la comunidad religiosa claretiana en Zamora, el Aniversario de los mártires claretianos de la persecución religiosa de los años 30 “supone para toda la Congregación en el mundo no sólo un recuerdo sino una actualización de lo que supone ser testigos del Evangelio en el mundo de hoy”.

Y recuerda unas palabras escritas por Fernando Sebastián, arzobispo emérito de Pamplona, en las que señala que nos encontramos en “un momento en el que la sociedad española no puede vivir huyendo de sí misma, ignorando su propia historia, caricaturizando su propio pasado. Porque cuando no hay memoria reinan los sueños y los fantasmas”.

El 20 de julio de 1936, la comunidad claretiana de Barbastro (Huesca) se vio asaltada por los milicianos, y los sacerdotes y seminaristas que habitaban allí fueron llevados a la cárcel improvisada en la localidad. Durante el tiempo que duró su prisión, continuaron llevando su vida religiosa comunitaria. En varias noches de agosto son llevados a la ejecución, que vivieron como un verdadero martirio, recibiendo la absolución de un sacerdote, abrazándose en señal de despedida, besando las cuerdas con las que los atan y pronunciando palabras de perdón a sus verdugos.

El 25 de octubre de 1992 Juan Pablo II beatificó a aquellos 51 religiosos mártires, pronunciando en su alocución estas palabras: “los mártires de Barbastro, siguiendo a su fundador San Antonio María Claret, que también sufrió un atentado en su vida, sentían el mismo deseo de derramar la sangre por amor de Jesús y de María, expresada con esta exclamación tantas veces cantada: ‘Por ti, mi Reina, la sangre dar’”.

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