PEPITA CORDOVILLA
Hoy, 4 de octubre, Benedicto XVI abre en Roma la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, que concluirá el día 25. Su tema: La Iglesia en África al servicio de la reconciliación y la paz.
Es estos días los científicos continúan reconstruyendo el álbum de nuestros antepasados y colocan a ‘Ardi’ hace 4,4, millones de años en Etiopía. Un nuevo paso para la humanidad. África puede ser llamada la ‘madre de todos los pueblos’. Sin embargo es el continente más pobre, una de las zonas de la tierra que más sufre el hambre, la guerra, las tensiones tribales, la inestabilidad política, la violación de los derechos humanos. De África solo oímos hablar cuando llegan (o cuando no consiguen llegar) unas decenas de ellos a nuestra costas buscando realizar el sueño de la paz y el progreso
Pero África es también una tierra llena de vitalidad, de riquezas naturales, de valores humanos y de fe. Desde la I Asamblea Especial para África (Sínodo de los Obispos) los católicos han pasado de 102 millones a 165. La comprensión de la Iglesia como ‘Familia de Dios’ ha multiplicado las comunidades cristianas haciendo crecer no solo el número, sino también la calidad. Comunidades que mantienen a la Iglesia siempre al lado del pueblo, corriendo sus mismos riesgos y los peligros de la guerra. Su labor no es política, aunque a veces ha servido de intermediaria en los conflictos, sino de anuncio y trabajo concreto de reconciliación y de paz. Los grupos cristianos de Justicia y Paz que existen en todas las comunidades tienen la misión de defender a los pobres y las víctimas de la guerra, pero sobre todo devolverles la fe en la vida. La presencia de tantos misioneros que en todo momento están entre la gente compartiendo su vida y luchando por que mejoren sus condiciones, a riesgo tantas veces de perder la propia es una riqueza en la Iglesia africana.
Este II Sínodo es una gran ocasión de escuchar la voz África. ‘Sínodo’ significa ‘caminar juntos’. África es una señal de esperanza para toda la Iglesia. ¿Qué se puede esperar de este Sínodo? El Arzobispo de Durban, Wilfrid Fox Napier, espera que se lance un desafío a los economistas, que se vea qué hacer con tantas víctimas del sida y que haya un mayor empeño en la educación. El Sínodo espera dar una contribución en la búsqueda de la armonía entre economía y humanismo, profundizando en la idea de una familia que se reconcilia, en la cual se comparten los bienes y se alcanza la paz. Es más, lo que alcanza una familia puede llegar a ser una propuesta para todas las naciones. Si África alcanza la paz será un gran paso para toda la humanidad.
La Opinión-El Correo de Zamora, 4/10/09.
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