Ayer se presentaron en una rueda de prensa las modificaciones que se
han hecho en la Colegiata de Toro, centradas en el espacio del Pórtico de la
Majestad, la cámara acorazada y la sacristía. A partir del jueves 15 de agosto (que
será una jornada de puertas abiertas) los visitantes podrán disfrutar de un rico
patrimonio artístico que plasma y comunica la fe cristiana.
Zamora, 13/08/13. La Colegiata de Santa María la Mayor de Toro
acogió ayer, lunes 12, una rueda de prensa en la que Roberto Castaño, uno de los párrocos de la ciudad, presentó a los
medios de comunicación las reformas que se han realizado en el templo para
mejorar sus espacios expositivos. Ante el imponente Pórtico de la Majestad, el
sacerdote explicó que “ofrecer el arte y
el patrimonio como expresión de la fe vivida y celebrada a lo largo de los
siglos en nuestra tierra, y desde ahí ofrecer esa misma fe para que los hombres
y mujeres de nuestro tiempo se llenen de su Verdad y se dejen inundar por su
Luz, es algo irrenunciable”.
Recordó que las parroquias de
Toro llevan años ofreciendo lo mejor de su patrimonio a los visitantes, en un
recorrido que no sólo se limita a la Colegiata, sino que incluye cuatro
iglesias-museo. Ahora, a partir del 15 de agosto, “ofrecerá a los visitantes no sólo su colosal
fábrica, recinto incomparable de fe, contemplación, arte y cultura, sino
también unos espacios ordenados con una selección de obras”.
Una novedad destacada por el
párroco es el vídeo que se proyectará a los visitantes, que dura 13 minutos y
que tras presentar la ciudad y el templo, profundiza en el significado
artístico y teológico de la Portada de la Majestad. Un vídeo de gran belleza
que cuenta con la colaboración del conocido arquitecto y humorista Peridis y de otros expertos en arte
sacro.
En cuanto a los nuevos espacios
expositivos, el primero de ellos es el del mismo Pórtico, con la reorganización
y recolocación de restos de la fábrica románica tales como canecillos, impostas
o dovelas. También se han recuperado para su contemplación obras pertenecientes
a las parroquias de la Ciudad tales como el Ángel custodio de Sebastián Ducete y Esteban de Rueda, la Virgen sentada de piedra del siglo XVI de la
portada de San Julián, o una pequeña muestra de ropa litúrgica del siglo XVIII
realizada en seda y oro en los afamados talleres toledanos. Las andas
procesionales del Corpus, el relicario de las distintas parroquias, dos
magnificas imágenes de piedra de la Inmaculada y Santa Teresa, de los talleres
de los Tomé, pertenecientes al Ayuntamiento de la Ciudad, o la imagen del
Yacente del Santo Sepulcro, completan el espacio.
Además la Sacristía, donde se exponen obras
pictóricas de excelente calidad, como la Virgen de la Mosca o el San Jerónimo
penitente de Ribera, ha
experimentado la incorporación de otras nuevas como la imagen de san Francisco
Javier, obra del siglo XVII espléndidamente estofada, así como un cambio de
iluminación. El Calvario de Marfil, excelente obra napolitana del siglo XVII,
la custodia procesional del siglo XVI de la Colegiata, primorosa obra del
platero local Juan Gago del siglo
XVI, o el boceto en terracota de la Virgen del Transparente de la Catedral de
Toledo de Narciso Tomé, “ofrecen un recinto donde recrear nuestros
sentidos y elevar nuestro espíritu”, afirmó Roberto Castaño.
Por último la cámara acorazada de la
Colegiata ha cambiado su fisonomía para convertirse en un espacio amplio y
diáfano en el que poder disfrutar principalmente de la orfebrería; a veces
pequeñas y magnificas piezas que llevan años ocultas al visitante y que están
cargadas de simbolismo, de catequesis y de devoción. Las joyas, coronas y
aureolas de la Virgen del Canto, la colección de custodias, cálices y otros
objetos de uso litúrgico “nos ofrecen una
imagen del patrimonio que nos ha legado la fe y el buen hacer de nuestros
antepasados, y que ahora podemos contemplar y admirar con deleite”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario