miércoles, 11 de abril de 2012

La Adoración Nocturna homenajea a su fundador


El próximo 14 de abril Zamora acogerá un homenaje al siervo de Dios Luis de Trelles, fundador de la Adoración Nocturna Española. El obispo presidirá la eucaristía a las 18 horas en la Catedral y se hará una ofrenda ante la tumba de Trelles, para pasar a presentar un libro a las 20 horas en el Seminario San Atilano.

Zamora, 11/04/12. El próximo sábado 14 de abril, la Adoración Nocturna Española (ANE) rendirá un homenaje a su fundador, el siervo de Dios Luis de Trelles y Noguerol, cuyos restos reposan en la Catedral de Zamora. Precisamente en 2011 se cumplieron 125 años del arranque de ANE en Zamora. Acudirán a la ciudad representantes de esta asociación de fieles de varios lugares de España, sobre todo de Granada.

En esta ocasión, los actos comenzarán con la celebración de la eucaristía a las 18 horas en el primer templo diocesano. Será presidida por el obispo Gregorio Martínez Sacristán, y a continuación se hará una ofrenda ante la tumba de Luis de Trelles, ofrenda que realizará Reyes Ruiz Ortiz, presidente diocesano de la Adoración Nocturna de Granada.

A las 20 horas, el salón de actos del Seminario San Atilano acogerá la presentación del libro Fundación Luis de Trelles. XXII Jornadas de verano. En ella participarán algunos de los autores que colaboran en la obra, vinculados a la Fundación que lleva el nombre de Trelles: Francisco José Fontecilla Rodríguez, profesor de Derecho en la Universidad de Granada y asesor del Defensor del Pueblo; Antonio Troncoso de Castro, coronel del Cuerpo Jurídico del Ejército; Carlos Martínez de Tejada y del Rosal, canónigo de la Catedral de Granada; además de Reyes Ruiz, catedrático de Lengua Española. En el libro también participa, entre otros, el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Dívar.

Luis de Trelles (1819-1891) fundó en 1886 la Adoración Nocturna de Zamora, tras conocer algunos años antes a Fernando Prada Canillas. La vinculación del siervo de Dios con la ciudad fue muy estrecha desde los inicios y se mantuvo hasta el final de su vida. De hecho, murió en Zamora en el año 1891. Actualmente, sus restos descansan en la Catedral, aunque originariamente fue enterrado en el cementerio de San Atilano y luego en la iglesia de San Esteban.

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