Tras la celebración del Vía Crucis presidido por Benedicto XVI en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid, con una presencia especial de la Diócesis de Zamora, publicamos la crónica correspondiente al viernes 19 de agosto, firmada por Luis Santamaría, delegado diocesano de Medios de Comunicación Social.
Madrid, 20/08/11. El viernes amaneció con la ilusión de un nuevo día de celebración y de convivencia en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid. Los jóvenes zamoranos nos encomendamos a Dios en la oración matinal que dirigió el grupo de la parroquia de San Lorenzo, y después continuamos en diversas actividades de este evento, desde las catequesis de los obispos hasta las confesiones en la “Fiesta del Perdón” del Parque del Retiro, pasando por la visita a la Feria de las Vocaciones de este espacio verde madrileño, algún encuentro de oración y hasta una peregrinación frustrada a la Catedral de Santa María la Real de la Almudena (que permaneció cerrada todo el día con motivo de la Misa presidida por el papa Benedicto XVI hoy, sábado 20, con los seminaristas).
Otro encuentro importante de la mañana contó con la participación de los zamoranos, aunque fuera una pequeña representación. En la reunión del Papa con los profesores universitarios jóvenes en el Monasterio de San Lorenzo del Escorial estuvieron presentes, y pudieron escuchar y ver de cerca al sucesor de San Pedro Jesús Campos, director del Secretariado Diocesano de Pastoral Universitaria; Narciso Jesús Lorenzo, delegado diocesano de Liturgia; y María Rodríguez, que ha impartido materias de Historia del Arte en el campus Viriato de la Universidad de Salamanca. También estuvo presente, y de una forma muy especial, el agustino zamorano Edelmiro Mateos, que fue uno de los frailes que recibió al Papa en el centro de estudios.
Algo que aprovechamos a hacer muchos de los jóvenes zamoranos durante la mañana del viernes fue el recorrido por el Paseo de Recoletos, donde ya se encontraban los 15 pasos de la Semana Santa de España repartidos por sus lugares respectivos, preparados para el Vía Crucis de la tarde. Al hacerlo, pudimos encontrarnos con el grupo que había venido en autobús convocado por la Delegación Diocesana de Religiosidad Popular, acompañados por su responsable, Javier Fresno, y con la propia comitiva de la Cofradía de Jesús Nazareno.
Algunos de ellos se quedaron ya, antes de comer, frente al paso que ocupaba el lugar de la X estación (Jesús es crucificado), el conjunto escultórico “La crucifixión”, propiedad de la asociación de fieles antes citada y obra del imaginero zamorano Ramón Álvarez. Los demás se apresuraron a volver al centro de Madrid para guardar un sitio privilegiado ante esa estación. Y después de una larga espera, pasadas las 19,30 horas, vieron pasar muy cerca de ellos al papamóvil con el obispo de Roma que, de forma previa a la celebración del Vía Crucis, pudo admirar los pasos y saludar a los asistentes.
Tanto los zamoranos que estuvieron ante el paso de Ramón Álvarez como los que siguieron el acto desde las pantallas en los alrededores de Recoletos coinciden en señalar la belleza y la profundidad del Vía Crucis, tanto en lo estético y visual como en lo espiritual, ya que los textos empleados como meditaciones en las 14 estaciones, elaborados por las Hermanas de la Cruz, hicieron posible un seguimiento profundo de la Pasión del Señor. Un Vía Crucis como camino de fe, de amor y de alegría. Y como “amor con amor se paga”, un camino espiritual con camino de vuelta de caridad: de la Pasión de Cristo a nuestra compasión con tantos crucificados y víctimas de nuestra sociedad.
El otro dato de este día que destacan muchos de los peregrinos zamoranos fue la oportunidad de ver muy cerca al Papa, que pasó junto a ellos. Exactamente, entre “La crucifixión” y ellos. Y lo hizo dos veces, de ida y vuelta. En medio de ellas, un tiempo intenso de oración y contemplación, gracias a las imágenes. Y gracias a dos signos ya conocidos para Zamora: la Cruz de los Jóvenes y el Icono de María, que el pasado mes de noviembre estuvieron en nuestra Diócesis y que esta tarde pasaron por delante de los pasos, de estación en estación, portados por jóvenes de lugares del mundo marcados por el sufrimiento de una u otra manera.
Un buen prólogo –dicen que seguido por televisión en todo el mundo por ocho veces más que la última final de la Champions– para lo que nos espera ya dentro de unas horas: el “maratón” de Cuatro Vientos, entre la vigilia y la Misa de envío. Antes de esto, la Misa con los seminaristas y el encuentro de oración por las vocaciones en el Seminario de Madrid serán las citas con presencia zamorana que comentaremos. Buenas noches.
Álbumes de fotos de la participación zamorana en la JMJ:
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