domingo, 18 de septiembre de 2011

Tú y yo


ÁNGEL CARRETERO MARTÍN

Recordarán ustedes que ese es el título y estribillo de una bonita y conocida canción de Mecano. No es ese el tema que hoy nos ocupa sino la propuesta de repensar la persona en clave vocacional. Sin embargo, con el permiso de Ana Torroja y desde una interpretación cristianizada, sí que tiene elementos bien aprovechables para nuestro propósito. La letra de esta composición musical habla de alguien que pasa por ahí y, sin saber muy bien cómo, te hace vibrar en el interior. El caso es que te pones a buscarlo y en medio de las «confusiones» y «movidas» en que nos metemos su voz sigue resonando fuerte en el corazón como un radar en el mar. Por fin el barco llega a buen puerto y se encuentra a ese alguien «colgado de los palos y amarrado por los pies y por las manos». Termina diciendo: «Me pregunté: ¿quién lo pudo hacer? Trepé por la madera y aparté de tu cara la melena y te besé».


Lo que ya no es de tan libre interpretación es el reconocimiento objetivo de que en nuestra sociedad actual se ha producido una clara pérdida de la dimensión relacional de la vocación como tal. Dicho de otra manera: las corrientes antropológicas de nuestro entorno cultural tienen a confundir vocación con profesión. Suelen presentar a la persona como un yo autónomo sobre el que todo gira; les falta espacio para el tú, para la alteridad verdadera. No se concede dicho espacio al tú por ser considerado una amenaza que limita; y ya no digamos si ese tú es Dios, para algunos la amenaza ya sería total. Sin embargo, la experiencia histórica y la vida de la fe de quienes somos creyentes nos enseña que sólo en la relación libre e interpersonal la persona logra realizarse. Sin dicha relación estamos abocados al vacío de la «confusión» y a la soledad de las «movidas» por mucho que desde determinadas instancias o plataformas se enarbole la bandera de un «yo» como sujeto de derechos y obligaciones.


Pero si ese yo tiene experiencia de ser amado y valorado por el tú y desde ahí se entrega libremente por amor, es cuando entonces la persona adquiere toda su dignidad sin que importen tanto sus cualidades. Más claramente, lo que importa y fundamenta es el Tú divino del que arranca la vocación y el diálogo que se establece entre ambos; todo un encuentro de libertades, la divina y la humana, llamadas a desarrollarse en comunión, en mutua autodonación. No nos engañemos: una mentalidad pragmática, que sólo valora el sentido de la profesionalidad y la competencia, no va a hacer este mundo más humano, más solidario, más cristiano ni más divino. Urge educar en una concepción de la vida que vaya más allá de lo meramente profesional y económico si queremos salir de esta crisis sin meternos, dentro de unos años, en otra semejante.

La Opinión-El Correo de Zamora, 18/09/11.

sábado, 17 de septiembre de 2011

El obispo de Zamora nombra nuevos vicarios


Gregorio Martínez Sacristán, obispo de Zamora, ha renovado la mesa de gobierno de la Diócesis manteniendo a uno de los vicarios y nombrando otros tres nuevos. Además, ha designado dos formadores para el Seminario y cinco párrocos en Aliste-Alba, Toro-La Guareña, El Vino y Zamora ciudad.

Zamora, 18/09/11. En los últimos días, el obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, ha firmado nuevos nombramientos pastorales, con vistas al curso 2011/12. El primer grupo es el de nombramientos diocesanos, en el que destaca la renovación de la mesa de gobierno, que se renueva.

Nombramientos diocesanos

Con los nuevos nombramientos pasa a haber cuatro vicarios. El obispo ha designado vicario general a José Francisco Matías Sampedro, que continúa como párroco de San Lázaro y canónigo de la S.I. Catedral. Continúa como vicario de pastoral Fernando Toribio, que es también párroco de San Torcuato.

Los otros dos nuevos vicarios son Luis Miguel Rodríguez Herrero, que es nombrado vicario episcopal para el clero, tarea que compaginará con la parroquia de San José Obrero, y Eustaquio Martínez Conde, el nuevo vicario episcopal para asuntos económicos y sociales, y que continúa como párroco de Cristo Rey. Además, el laico Juan Carlos Alfageme Matilla pasa a ser el canciller secretario general del Obispado.

Por otro lado, el Seminario Menor Diocesano San Atilano, que desde el pasado mes de julio tiene un nuevo rector, tendrá ahora como director espiritual al sacerdote Fernando Lorenzo Martín, mientras que el laico Juan Carlos López Hernández ha sido nombrado su director académico.

Nombramientos parroquiales

En el arciprestazgo de Aliste-Alba, Héctor Galán Calvo ha sido nombrado párroco de Alcañices y encargado de Alcorcillo, Latedo, Moldones, Nuez, San Blas, San Mamed, San Martín del Pedroso, Santa Ana, Trabazos, Vega de Nuez, Villarino tras la Sierra, Viñas de Aliste y Vivinera.

Fernando Lorenzo Martín será desde ahora el cura encargado de Cabañas de Aliste, Campogrande de Aliste, Palazuelo de las Cuevas, San Vicente de la Cabeza, Sarracín de Aliste, Las Torres de Aliste y Villarino de Cebal, tareas que compaginará con las anteriores, en las que continúa (párroco de Valer y encargado de Bercianos de Aliste, Domez, Flores, Fradellos, Gallegos del Río y Puercas).

En el arciprestazgo de Toro-La Guareña, Francisco Ortega Vicente Rodríguez ha sido nombrado párroco de Morales de Toro y encargado de Pinilla de Toro, Vezdemarbán, Villalonso, Villardondiego y Villavendimio

En el arciprestazgo de El Vino, Mario Manso García será el nuevo párroco de Morales del Vino y encargado de Entrala, El Perdigón, San Marcial y Tardobispo.

Por último, en el arciprestazgo de Zamora-ciudad, el religioso salesiano Manuel de Andrés Ferrero ha sido nombrado párroco de María Auxiliadora.

viernes, 16 de septiembre de 2011

El obispo inaugura el curso en el Seminario San Atilano


16/09/11. El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, acaba de presidir esta mañana la eucaristía en la iglesia de San Andrés, con motivo de la inauguración del curso 2011/12 en el Seminario Menor San Atilano.

La celebración, que ha contado con la asistencia de la comunidad educativa del Seminario (sacerdotes, formadores y profesores y alumnos), ha puesto en marcha un nuevo curso en el Seminario Diocesano, tras la presentación académica, que tuvo lugar ayer. Se estrena un nuevo equipo formativo, con el rector Florentino Pérez a la cabeza.

En su homilía, el prelado llamó a los alumnos del Seminario a cuidar la oración, el estudio y la convivencia familiar, a la vez que mostró su apoyo a esta institución, el corazón de la Diócesis.

viernes, 9 de septiembre de 2011

7.000 fotos antiguas del Seminario de Toro, en Internet


El sacerdote Tomás Calero, párroco del Carmen de Renueva de Benavente, ha digitalizado casi 7.000 fotografías del Seminario Menor de Toro entre los años 1963 y 1989, período en el que estuvo allí como formador, y pueden consultarse en Internet.

Zamora, 9/09/11. La página de Internet de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Renueva, de Benavente, ha publicado este verano una amplia colección de fotografías antiguas del Seminario Menor de Toro. El párroco, Tomás Calero, fue formador del centro entre los años 1963 y 1989, y muchos antiguos alumnos le habían pedido estos recuerdos gráficos.

Por ello se puso manos a la obra y, de una colección de 12.000 fotos que conserva, ha procedido a la digitalización de todos los negativos. Esta labor ha llevado dos años, y el sacerdote ha contado con la ayuda de Alejandro Conde y Sebastián Pacho. En total, después de desechar los archivos repetidos o de mala calidad, ha resultado una colección de cerca de 7.000 fotografías, que pueden consultarse en la siguiente dirección web: http://www.elcarmenbenavente.com/seminario/

En el archivo pueden verse fotografías de la vida cotidiana del Seminario, con sus actos religiosos y formativos, excursiones y actividades lúdicas, acontecimientos como las confirmaciones o las ordenaciones, etc. En ellas podrán encontrarse cientos de zamoranos que pasaron por la institución en el transcurso de dos décadas.

El Seminario Menor de la Diócesis de Zamora estuvo en Toro (dedicado a “San Luis y San Victoriano”) entre los años 1952 y 1995, año en el que regresó al edificio del Seminario Mayor “San Atilano” de la capital zamorana, donde se encuentra en la actualidad.

martes, 6 de septiembre de 2011

Las clarisas de Zamora celebran este año el VIII centenario de la consagración de Santa Clara


Zamora, 6/09/11. Desde el pasado Domingo de Ramos (17 de abril de 2011) hasta el 11 de agosto de 2012, fiesta litúrgica de Santa Clara de Asís, las Hermanas Clarisas están celebrando el VIII Centenario de la Consagración de Santa Clara en Santa María de los Ángeles (Asís).

Con ocasión de este Centenario las Hermanas del Monasterio de Santa Clara de Zamora han escrito un pequeño folleto en el que se narra el momento en que la fundadora dejó su casa para consagrarse por entero al Señor. Este folleto fue entregado el pasado 11 de agosto a todas las personas que participaron en la celebración de la fiesta de Santa Clara en la capilla de las Claras.

Ahora lo ponen a disposición de todos los que estén interesados en saber algo más sobre esta gran mujer, Santa Clara de Asís. El folleto puede descargarse en este enlace: http://bit.ly/orAPqI.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Comunión frente a individualismo


JESÚS GÓMEZ FERNÁNDEZ

Domingo XXIII del tiempo ordinario – Ciclo A

“Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 15-20)

Primera mitad del S. II. La segunda generación cristiana está a punto de desaparecer. Papías, obispo de Hierápolis (Turquía), abordaba a todo cristiano que hubiese oído a los apóstoles. Prefería la transmisión oral a la escrita. Hasta nosotros han llegado fragmentos de sus memorias. A propósito de Mateo dice que «ordenó en lengua hebrea los dichos» del Señor. Y ordenados están esos dichos en cinco discursos que caracterizan su evangelio. El primero, las bienaventuranzas, y las malaventuras el quinto; el segundo, directrices para los discípulos, y el cuarto, directrices para la comunidad. En el centro, las parábolas sobre el Reino.

Entre las directrices para la comunidad, hoy nos interesan dos. Primera: «Si tu hermano peca contra ti, vete y corrígelo a solas; si no te escuchase, toma contigo a uno o dos testigos». Por cierto, Jesús no está dictando normas que tengamos que seguir. Se atiene a prácticas existentes sin intención de imponerlas. Su pensamiento va por otros caminos. Segunda directriz: «Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos». Como vamos a ver, dos directrices convergentes.

Dios no es individualista. Un solo Dios, ciertamente, pero tres personas en perfecta armonía. Nosotros, sí, somos individuales. Un solo ser humano, una sola persona. Pero nunca nos quiso Dios individualistas. El libro de los Hechos de los Apóstoles, el primer documento escrito sobre la vida de los cristianos, nos habla de multitud de creyentes, pero unidos en la doctrina, en la comunión, en la fracción del pan. Tenían todas las cosas en común; sobre todo, tenían un solo corazón y una sola alma. Asistían asiduamente al templo y todos iban al pórtico de Salomón; allí, todos juntos. Esta vocación a la cohesión, a la unidad más íntima, contrasta con el individualismo reinante. La exaltación de la razón, por tanto, de mi razón, nos ha conducido a introducir el individualismo en la liturgia, en la vida cristiana, en el comportamiento. De tal manera que cada uno determina lo que es bueno o malo; en lo que se dice relativismo. Todo es del color de mis gafas. La primera directriz tiene una finalidad muy clara: luchas internas en la Iglesia, enemistades y hostilidad entre cristianos dan como resultado el deterioro de la Iglesia. La segunda directriz, por el contrario, nos dice que Jesús está en medio de quienes viven la unidad. La palabra misma «congregados» ya está apuntando a la idea de comunión. Sólo entonces, cuando estamos congregados en un solo corazón, estamos congregados en el nombre de Jesús resucitado y sólo entonces Jesús está en medio de nosotros. Evidentemente, puesto que pecamos unos contra otros, al cristiano le es esencial el espíritu de humildad (reconocer el pecado personal) y de perdón.

La Opinión-El Correo de Zamora, 4/09/11.

De simios y hombres


LUIS SANTAMARÍA DEL RÍO

Hace unos días se proyectó en Zamora, en ese gran invento veraniego que es el cine al aire libre, la película «Avatar» (James Cameron, 2010), una proeza del séptimo arte en 3D, lo que posibilitó algunas conversaciones interesantes sobre el cuidado de la naturaleza. Con el riesgo de parecer exagerado sostuve que, aunque la cinta nos plantea el nivel de destrucción del medio ambiente al que podemos llegar, cae en el extremo de la divinización. Es decir, que tenemos ante nosotros a una nueva deidad, Gaia, la Madre Tierra, un organismo vivo del que formamos parte en igualdad de condiciones con los demás seres vivos. Aunque sea en forma de parábola o de fábula, es lo que transmite la película en el fondo.

Y me acordé de lo que había leído sólo unos días antes. En la tribuna de «El País» escribió el filósofo Peter Singer un artículo en el que también comenzaba hablando de cine. A los que no le suene más que a máquinas de coser, les diré que es el representante de un utilitarismo ético que ha traído consigo aquello tan célebre del Proyecto Gran Simio. Entre sus reclamaciones, señala Singer, está el reconocer que «los grandes simios tienen una condición moral propia de su naturaleza como seres autoconscientes que pueden pensar y tienen vidas ricas y profundamente emocionales», y protestar por «el abismo moral que hemos creado entre nosotros y otros animales».

Hay otros autores, como los padres de la ecología profunda, que hablan de una energía cósmica que fluye permanentemente y que se encarna en los seres vivos, que no serían diferentes cualitativamente, sino sólo cuantitativamente. Hablan de grados de conciencia, en lo que los humanos nos encontraríamos arriba del todo, sí, pero también muy cerca de los simios más evolucionados. ¿Dónde está el peligro de todo esto, si es que lo hay? Precisamente en esa tendencia a la divinización, que nos llevaría al panteísmo: todo es sagrado, todo es Dios. Cuando se achaca al humanismo y al antropocentrismo (poner al hombre en el centro de la realidad) la destrucción de la naturaleza -aunque sea verdad que, mal entendidos, han llevado a ella-, se pasa al extremo de «adorar» lo que, en un gran avance cultural y religioso, la revelación judeocristiana consideró creación de Dios, y no por encima nuestro como algo a lo que venerar y temer. Si no hay nada peculiar en el ser humano, ¿por qué va a ser peor, moralmente hablando, el infanticidio que el asesinato de una vaca adulta? Son cuestiones para pensar, y para discernir las ofertas de sentido que hay en nuestra cultura.

La Opinión-El Correo de Zamora, 4/09/11.