martes, 19 de febrero de 2013

El Museo Diocesano de Zamora inaugura su segunda exposición temporal


Hoy se ha inaugurado en el Museo Diocesano de Zamora la segunda exposición temporal que alberga desde su apertura en julio de 2012. Los visitantes pueden contemplar en la iglesia de Santo Tomé, sede del Museo, las tablas renacentistas del retablo mayor de la iglesia de Barcial del Barco, recientemente restauradas.

Zamora, 19/02/13. Reproducimos a continuación el texto que ha sido repartido esta mañana a los medios de comunicación asistentes a la rueda de prensa, y que ha sido escrito por José Ángel Rivera de las Heras, director del Museo Diocesano y delegado diocesano para el Patrimonio y la Cultura.

Tablas del retablo mayor de Barcial del Barco

El conjunto pictórico del retablo mayor de la iglesia parroquial de Barcial del Barco constituye una de las más destacadas aportaciones de la pintura renacentista en la Diócesis de Zamora. Su iconografía está dedicada a escenas de la vida de Cristo, de la Virgen y de Santa Marina, titular de la iglesia.

Dicho retablo fue realizado hacia 1540 (1) con el posible mecenazgo del Conde de Benavente, teniendo en cuenta el escudo pintado que aún se conserva de él. En 1772 la iglesia se hizo de nuevo y el retablo hubo de ser adaptado a la altura del testero, quedando fuera del conjunto dos tablas con temas religiosos y dos más con las armas de los Pimentel y otro episcopal.

A principios del siglo XX, el historiador granadino Manuel Gómez-Moreno catalogaba el retablo y contabilizaba diecisiete tablas: cuatro en la predela, otras once encajadas en la estructura del retablo, y dos más colocadas en los muros laterales del templo. Algunas de ellas le parecían “sombrías y duras de entonación, como las de Berruguete, resultando amaneradas” (2). En 1973, el sacerdote zamorano David de las Heras Hernández señalaba que el retablo “se encuentra en muy malas condiciones, porque sus columnas y balaustradas están muy carcomidas y ofrecen peligro de venirse abajo con el consiguiente peligro para las tablas mismas” (3).

La estructura del retablo y las tablas que albergaba ya se hallaban afectadas por un intenso ataque de termitas, de modo que el retablo hubo de ser desmontado el 19 de febrero de 1977. Las pinturas de la Circuncisión, Santa Marina ante el gobernador, Epifanía (al lado izquierdo), Imposición de la casulla a San Ildefonso, Natividad de la Virgen y Nacimiento (al lado derecho) fueron colocadas en el testero de la capilla mayor, con algunos elementos decorativos entallados de estilo plateresco (cresterías y columnas abalaustradas), evocando el retablo desguazado, y las restantes fueron trasladadas a la tribuna.

Lamentablemente, la iglesia padeció un robo el día 3 de septiembre de 1979, sustrayendo los ladrones las tablas de la Anunciación y el Abrazo de San Joaquín y Santa Ana ante la Puerta Dorada, que se hallaban colgadas de los muros, y San Juan Evangelista-San Pedro y Santiago el Mayor-San Andrés, pertenecientes a las calles del lado izquierdo de la predela. Posteriormente fue robada también la tabla de la Imposición de la casulla a San Ildefonso el 14 de marzo de 2005, siendo recuperada por la Policía Nacional el 8 de junio del mismo año.

El conjunto de las pinturas existentes fue restaurado por la empresa zamorana REARASA en 2005 y 2010, con la financiación de la Junta de Castilla y León. Hasta el momento, las tablas han permanecido custodiadas en el Obispado de Zamora, a la espera de que se realice la necesaria estructura de carpintería que las albergue, y todas juntas vuelvan a ser colocadas en su lugar de origen.

Los tableros, pintados al óleo sobre madera de pino, fueron ejecutados, como ya advirtiera Navarro Talegón, “por dos maestros con amplia participación de oficiales, a juzgar por las calidades desiguales de los tableros de ambas series, uno berruguetesco y cercano a pinturas coetáneas leonesas y otro más afín a lo que se practicaba en Zamora” (4).

Efectivamente, del autor de las tablas situadas en la calle central (Llanto sobre Cristo muerto) y en la parte derecha del retablo (Nacimiento, Jesús entre los doctores, Resurrección, Martirio de Santa Marina, Presentación de Jesús en el Templo, San Pablo-San Juan Bautista y Santiago el Menor-San Felipe) no conocemos más obra en la diócesis. Posiblemente se trate de un pintor de ascendencia leonesa, cuya producción se asemeja a la de Cristóbal de Colmenares, y que se caracteriza por sus composiciones no exentas de cierto aroma del Quattrocento italiano, algunas incorrecciones en las perspectivas, su entonación general oscura, la utilización de arquitecturas y decoración clásicas, y las figuras alargadas y estilizadas, en poses a veces inverosímiles, con gestos exagerados, facciones duras, narices afiladas y dedos alargados.

El autor de las tablas situadas en la parte izquierda del retablo (Natividad, Epifanía, Circuncisión, Imposición de la casulla a San Ildefonso, Santa Marina ante el gobernador, San Juan Evangelista-San Pedro y Santiago el Mayor-San Andrés) es un pintor más vanguardista, heredero del estilo de Juan de Borgoña I y en la línea de lo que hacían Juan de Borgoña II, Lorenzo de Ávila, Martín de Carvajal y otros pintores con talleres en Toro y Zamora. Éste presenta composiciones más estereotipadas, emplea un colorido más luminoso, las arquitecturas son también de corte clásico, aunque más rotundas y macizas (la de la tabla de la Circuncisión parece estar inspirada en el grabado xilográfico que ilustra el atrio tetrástilo de la casa romana según Vitruvio VI,3) (5), los rostros están más caracterizados, y las vestimentas son más ricas, algunas imitando brocados, y van guarnecidas con perlas y grecas doradas en los orillos.

NOTAS

1. “SIENDO CVRA EL BENERABLE [ALO]NSO DE CARVAIAL”, según consta en una inscripción contenida en la rodela de un soldado, en la tabla de Santa Marina ante el gobernador.
2. M. Gómez-Moreno, Catálogo monumental de España. Provincia de Zamora, Madrid, 1927, p. 336.
3. D. de las Heras Hernández, Catálogo artístico-monumental y arqueológico de la diócesis de Zamora, Zamora, 1973, p. 28.
4. J. Navarro Talegón, “Manifestaciones artísticas de la Edad Moderna”, en AA.VV., Historia de Zamora. Tomo II. La Edad Moderna, Zamora, 1995, p. 568.
5. Fra Giovanni Giocondo da Verona, M. Vitruvius per Iocundum solito castigatior factus, cum figuris et tabula, ut iam legi et intellegi possit, Venecia, 1511, p. 60.

domingo, 17 de febrero de 2013

Las Carmelitas de Toro presentan su nueva repostería


El próximo viernes 22 a las 20,30 horas las Carmelitas de Toro presentarán una novedad editorial sobre la cocina carmelitana, y junto con el libro darán a conocer su nuevo horno de repostería carmelitana.

Zamora, 18/02/13. El Convento de San José de Toro, de las Carmelitas Descalzas,  acogerá el próximo viernes 22 de febrero a las 20,30 horas la presentación del libro Gastronomía carmelitana, publicado recientemente por la Editorial de Espiritualidad de Madrid. Esta obra contiene los apuntes de cocina de dos hermanos legos carmelitas, Gabino de la Virgen del Carmen (1887-1966) y Mariano de Santa Teresa (1888-1974), burgalés y abulense respectivamente. Se trata de un libro que “recoge la sabiduría y la tradición del fogón carmelitano”, según sus editores.

Detalles de la obra

Si algo distingue como propio a la cocina carmelitana es la nota de la ausencia de la carne entre sus platos, una prohibición de la Regla, desde los mismos orígenes de la Orden, que nace en Palestina (monte Carmelo) durante las primeras décadas del siglo XIII. De ahí la importancia primordial del pescado en su menú ordinario, como también de los huevos y de la verdura. La originalidad de estas recetas está precisamente en la amplitud que se da al tema de la pesca, sobre todo al bacalao que, en salazón, era la forma más segura de conservarlo y de que llegara a cualquier lugar de la geografía española.

El valor de estos guisos reside también en la sencillez y austeridad de la condimentación por la escasez de medios del convento, y así la imaginación de tratamiento y composición de los alimentos por parte de estos cocineros llega a resultados increíbles, pero siempre dentro de la habitual frugalidad de la comida propia de frailes y monjas.

Una larga introducción, debida a la pluma del carmelita Manuel Diego Sánchez, permite adentrarse en el mundo de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, como también en aquella tradición de familia que llega hasta nuestros días, poniendo de relieve la vinculación existente, ya desde el lenguaje bíblico, entre el tema de la comida y la experiencia mística. Además de que en la biografía de los dos místicos castellanos hay momentos concretos de la vida diaria para poder verificar su atención hacia esta tarea tan humana.

Presentación de la nueva repostería en Toro

Además, el Carmelo de Toro lanza en estas fechas su Horno de repostería carmelitana, que ya ha entrado en funcionamiento, y aprovecha esta presentación del libro para ofrecer a restaurantes y bares el menú típico carmelitano, como también aquellos platos que más representan y se acercan a esta cocina tan antigua. Esto será el viernes 22. Una jornada gastronómica para vecinos y extraños dedicada a la comida carmelitana. Con tal motivo se podrá adquirir también el libro a precio especial.

Se trata de una aportación que la familia carmelitana ofrece a la hostelería de la ciudad de Toro para incorporar a su oferta gastronómica; lo hace pensando en el presente y, más en concreto, en los próximos centenarios teresianos: en 2014 se conmemorará el IV centenario de la beatificación de Santa Teresa, y en 2015 el V centenario de su nacimiento.

sábado, 16 de febrero de 2013

Un Apostolado del siglo XVII en la Catedral durante el Año de la Fe


El pasado 1 de febrero la Catedral de Zamora inauguró la exposición de 13 lienzos del siglo XVII, que representan a Cristo Salvador y a los Doce Apóstoles, y que servirán para que los fieles puedan profesar la fe, en el trascoro, durante el Año de la Fe. Reproducimos a continuación el artículo explicativo de José Ángel Rivera de las Heras, delegado diocesano para el Patrimonio y la Cultura y canónigo de la Catedral.

Según una piadosa e inveterada creencia, fueron los apóstoles quienes compusieron y apoyaron con su autoridad el credo o sumario de la fe, también denominado credo de los apóstoles o symbolum apostolorum. Tiranio Rufino, hacia el año 404, recogiendo una antigua tradición, escribió la historia de su origen apostólico en Pentecostés, antes de que los apóstoles partieran a evangelizar: “se reunieron en un lugar determinado y, llenos como estaban del Espíritu Santo, redactaron, como hemos dicho, el breve compendio de su predicación futura, aportando cada uno lo que consideraba conveniente. Y todos determinaron que había que considerar este compendio como norma doctrinal para los creyentes”.

La catedral de Zamora posee un conjunto de trece lienzos con las representaciones de los doce apóstoles y sus respectivos artículos del credo, conforme a la leyenda referida, más la de Cristo Salvador bendiciendo a los niños. Proceden de la sacristía de la capilla de San Ildefonso o del Cardenal, donde se encontraban en 1784. Posteriormente fueron trasladados al vestuario capitular. Tras su intervención por un equipo de restauradores en 2012 (1), esperan una reubicación definitiva en el ámbito catedralicio.

Las figuras apostólicas están identificadas por las inscripciones con sus nombres, situadas en el ángulo superior del lienzo, y por las cartelas que contienen de nuevo sus nombres (2) y cada uno de los artículos del credo apostólico, situadas en la zona inferior.

El lienzo de Cristo bendiciendo a los niños presenta la misma composición que el atribuido a Giovanni Francesco de Rosa (Nápoles, 1607-1656), conocido como Pacecco de Rosa, en su primera época, y que se conserva en el Museo de Arte de Ponce, en Puerto Rico.

El lienzo de San Pedro es copia de un supuesto original atribuido a José de Ribera (Játiva, 1591-Nápoles, 1652), perdido y conocido a través de numerosas versiones, como las conservadas en el Museo de Bellas Artes de Rouen, y en la Alte Pinacoteca de Munich. La composición resultó muy popular en España y fue ampliamente reproducida. De entre los ejemplares conocidos destacamos el de Francisco Collantes, en comercio, y por su cercanía geográfica, el que se expone en el museo del convento salmantino de San Esteban, adscrito al pintor granadino Pedro Atanasio Bocanegra.

El lienzo de San Andrés presenta idéntica composición a la de Giovanni Battista Caracciolo, llamado Battistello (Nápoles, 1578-1635), conservada en una colección privada de Roma.

El lienzo de Santiago el Mayor copia el del pintor Guido Reni (Calvenzano di Vergato, 1575-Bolonia, 1642), datado entre 1618 y 1623, y conservado en el Museo del Prado.

La composición del lienzo de San Bartolomé es deudora de los lienzos pintados por José de Ribera con el tema de San Jerónimo y el ángel del Juicio, en la década de 1620, como los de la Colegiata de Osuna, la Galería Doria Pamphili de Roma y, sobre todo, el conservado en el Museo del Ermitage de San Petersburgo.

Finalmente, la composición del lienzo de San Simón recuerda la tabla del mismo tema perteneciente a un Apostolado pintado por Pedro Pablo Rubens (Siegen, 1577-Amberes, 1640) hacia 1610, y la disposición de su cabeza el lienzo de San Bartolomé, de Downton Castle, y el retrato de Baco -fragmento de El triunfo de Baco- de José de Ribera (Játiva, 1591-Nápoles, 1652).

Las figuras apostólicas están representadas de más de medio cuerpo, en posición frontal unas y en tres cuartos de perfil otras, destacadas sobre fondos neutros por una luz lateral con efecto claroscurista o tenebrista que acentúa aún más su carácter plástico. Las composiciones y el tratamiento de la luz evidencian su origen italiano. En algunas de ellas se perciben los ecos del naturalismo riberesco, con tipos y rostros tendentes al realismo. Respecto al color, domina la utilización de las gamas terrosas, con abundantes toques de verde, rojo, rosado y mostaza. Aunque hay diferencias cualitativas entre los lienzos y entre las partes de uno mismo, la ejecución es generalmente correcta, incluso esmerada, y muy estimable en algunos detalles. Todos los cuadros llevan marcos moldurados, policromados en azul ultramar y con filetes dorados.

Tras la restauración de los lienzos, hemos podido hallar una firma original en el corte de uno de los libros que contiene el cuadro de San Felipe. Es el anagrama de Pietro Testa, Lucchesino (Lucca, 1612-Roma, 1650), pintor barroco poco prolífico, por lo que es más conocido como dibujante y grabador. En la sacristía de la catedral de Granada se conserva un Apostolado semejante al zamorano, procedente de Italia. Siete de sus trece composiciones son casi idénticas a las de Zamora.

A partir de estos datos se plantean diversas cuestiones, algunas de ellas no fáciles de resolver. En primer lugar, la procedencia de la serie, que creemos sea italiana, al igual que el Apostolado granadino. Cierto es que en el conjunto hay un predominio de modelos de pintores napolitanos y del estilo caravaggiesco, pero también boloñeses (Guido Reni) y romanos (Pietro Testa), por lo que no estamos en condiciones de afirmar con precisión su taller de origen.

En segundo lugar, la diversidad cualitativa de los lienzos nos hace creer que el conjunto, aunque esté firmada una de las telas, puede no deberse al mismo pintor. Es más probable que hayan salido de un mismo taller, en el que hubiese una gran participación de oficiales copiando modelos conocidos de diversos pintores. Por otra parte, la firma de Pietro Testa, si no es apócrifa, deja abierta la cuestión de si a él se debe únicamente el lienzo de San Felipe o si el conjunto es obra de su taller y él firmase sólo el lienzo mencionado. Si la serie completa fuese de su mano mayoritariamente, siguen resultando llamativos la diferencia de calidad de los cuadros y el empleo de modelos no originales.

Finalmente, la duda acerca de si es un conjunto formado por la adquisición de los lienzos a diversos pintores o talleres, y uniformados posteriormente mediante los textos del credo, se disipa al considerar que las inscripciones con los nombres de los apóstoles son originales e idénticas en su grafía, y que ya existían textos originales del credo sobre los que se pintaron los que hoy vemos.

Con motivo de la celebración del Año de la Fe, convocado por el Papa Benedicto XVI, el Cabildo Catedralicio determinó, con fines pastorales y culturales, restaurar y exponer en la iglesia madre de la diócesis este conjunto. De este modo se cumple el deseo manifestado por el Papa de que los fieles tengan “la oportunidad de confesar la fe en el Señor Resucitado en nuestras catedrales” (Carta Apostólica de Benedicto XVI Porta Fidei).

La contemplación pausada de esta muestra debe ayudar a profundizar en la vivencia, celebración, confesión y transmisión de la fe. Se puede profesar, personal o comunitariamente, recitando el Credo ante estas figuras de los Apóstoles y suplicando “reiteradamente a Cristo: «Creo, Señor, pero aumenta nuestra fe», para poderlo confesar y testimoniar con gozo” (Carta Pastoral de Mons. Gregorio Martínez Sacristán, Obispo de Zamora, Creyentes y testigos alegres).

FICHA TÉCNICA

Cristo Salvador, San Pedro, San Andrés, Santiago el Mayor, San Juan Evangelista, Santo Tomás, Santiago el Menor, San Felipe, San Bartolomé, San Mateo, San Simón, San Judas Tadeo y San Matías.
Taller italiano
Segundo cuarto del siglo XVII
Óleos sobre lienzo
Bastidores: 145/149 x 106/110,5 cm.

NOTAS

1. Formado por María Pilar Alaguero López, María Teresa Cabadilla Alonso, Miguel García García, Carmen García Villarejo, Carmen García Lucas, Nuria González Rodríguez, Ángel Pintado García y Ana Prieto Martín, bajo la supervisión de Bernardo Medina Garduño, director del Estudio-Taller Diocesano de Conservación y Restauración. Su coste ha ascendido a 63.525,00 €.

2. Las cartelas son una adición del siglo XVIII, como lo evidencian los motivos de ramas vegetales, ces y tornapuntas que las decoran, sobre los textos del credo originales.

lunes, 11 de febrero de 2013

Obispo de Zamora: Benedicto XVI, “el Papa pensador que ha hecho un gran bien a la humanidad”


Primeras declaraciones del obispo de Zamora tras conocer el anuncio de la renuncia de Benedicto XVI a su ministerio de obispo de Roma.

Zamora, 11/02/13. El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, se encontraba este mediodía presidiendo la eucaristía con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo en la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes de la capital, cuando se ha enterado del anuncio hecho por Benedicto XVI de su renuncia a la sede del sucesor de San Pedro.

Tras la celebración, el prelado ha afirmado: “estoy impresionado, estoy muy afectado. Lo he querido mucho y ha tenido un pensamiento y una reflexión sobre la Iglesia y para la Iglesia, en estos momentos, de largo alcance”. Preguntado por el valor de su pontificado, ha dicho que ha sido “corto, pero intenso, con un nivel de reflexión y de pensamiento a los cristianos y al mundo de cómo está y hacia dónde va… creo que extraordinario”.

Además, monseñor Martínez Sacristán ha señalado que “tenemos que agradecer que es un gran pensador y una mente privilegiada la que Dios nos ha regalado con él en este principio de siglo”. Ante la cuestión de la sucesión del pontífice, el obispo de Zamora considera que “ningún Papa es igual. Todos tienen perspectivas, cualidades… distintas. Este Papa yo creo que debe ser recordado como el Papa pensador, reflexionador… en fin, que ha hecho un gran bien no sólo a la Iglesia sino a la humanidad, y que está por asumir todo el contenido que él ha sembrado en estos años”

Benedicto XVI renunciará al ministerio de obispo de Roma

Ciudad del Vaticano/Zamora, 11/02/13. Publicamos a continuación las palabras que ha pronunciado esta mañana Benedicto XVI en el contexto de un Consistorio cardenalicio convocado para el anuncio de unas canonizaciones. Reproducimos la traducción al español de Radio Vaticana. Audio en: http://bit.ly/Y4n77M

“Queridísimos hermanos,

Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado. Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.

Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mí respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.

Vaticano, 10 de febrero 2013

BENEDICTUS PP. XVI”.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Obispo de Zamora: “aún existe una gran desigualdad entre los hombres y las mujeres”


El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, ha escrito una carta pastoral sobre la campaña de Manos Unidas, cuyos actos se desarrollan esta semana, en torno a la colecta del domingo 10 de febrero. En su misiva, el prelado profundiza en la igual dignidad del varón y la mujer, y ensalza el trabajo por el desarrollo que lleva a cabo Manos Unidas.

Zamora, 6/02/13. En el marco de la 54ª campaña de la organización católica Manos Unidas contra el hambre y la injusticia en el mundo, en la que participa su Delegación en Zamora, el obispo diocesano, Gregorio Martínez Sacristán, ha publicado una carta pastoral con el título “Comprometidos por la justicia y la igualdad”. La reproducimos íntegra a continuación.


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COMPROMETIDOS POR LA JUSTICIA Y LA IGUALDAD

CARTA PASTORAL DEL OBISPO DE ZAMORA PARA LA CAMPAÑA 2013 DE MANOS UNIDAS

Muy queridos hermanos en el Señor Jesucristo:

Con la vitalidad creativa que caracteriza a Manos Unidas, esta Organización Católica para el Desarrollo se dispone a emprender una nueva Campaña anual por la que desplegar sus objetivos, inspirados del humanismo cristiano, en los que plasma la fe en Dios Creador amoroso y providente que la ha suscitado y la sustenta.

Para este año Manos Unidas ha escogido este lema: “No hay Justicia sin Igualdad”, con el cual quiere incidir en el trabajo para el establecimiento de la justicia a favor de todos los hombres, y para ello afirma que se requiere como condición indispensable el reconocimiento activo de la igualdad de mujeres y hombres.

Bien sabemos que este derecho humano fundamental, la igualdad en la dignidad de los hombres y las mujeres, incluyendo su diferencia y complementariedad, constituye una afirmación universalmente aceptada y reconocida en este tiempo, aunque esto no conlleva que efectiva y continuadamente sea promovido, custodiado y respetado. Así todavía son abundantes las actuaciones personales y los contextos sociales en los que se practican discriminaciones injustas, incluso vejatorias, contra las mujeres. Esto lo reflejan los hechos siguientes: persiste la violencia física y psicológica contra las mujeres; son discriminadas a nivel de la asistencia sanitaria y de la alimentación; no se respeta su libertad al no serles reconocida su capacidad para tomar decisiones con relación a su vida personal, familiar y profesional; respecto a la educación: dos terceras partes de las personas analfabetas del mundo son mujeres, lo cual es reflejo de la diferencia en el porcentaje de escolarización de niños y niñas en diversos lugares; o la escasa participación femenina en las responsabilidades públicas en algunas sociedades.

Por todo ello, bien podemos afirmar que existe aún una gran desigualdad entre los hombres y las mujeres con lo cual se entorpece el camino para que se avance en el anhelo de progreso que anida en todas las personas, y esto conlleva que la justicia sea todavía un bien que escasea o se vulnera en abundantes circunstancias y grupos sociales.

Conviene que conozcamos las diversas causas que provocan las desigualdades y discriminaciones hacia las mujeres, como son: la pobreza y el hambre por los desplazamientos; el analfabetismo motivado por la no escolarización de muchas niñas; las enfermedades y las carencias de atención durante la gestación y el alumbramiento de sus hijos; las diversas formas de violencia sexual hacia las mujeres por los hombres; la pervivencia del matrimonio infantil y la maternidad prematura; la dificultad para acceder a la propiedad y al crédito por parte de las mujeres; la desventaja en el acceso al trabajo remunerado y las distintas condiciones laborales respecto de los hombres; las dificultades de las mujeres que se dedican a la agricultura para recibir la información y los servicios que les ayudarían a acrecentar su producción; la persistencia de sociedades y culturas que mantienen actitudes y costumbres machistas en las que las mujeres están bajo la preponderancia de los hombres y no se les permite desarrollar una vida en libertad, ni participar con responsabilidad en la propia familia y sociedad.

Aunque este panorama sombrío no le lleva a Manos Unidas a desalentarse en su propósito firme y noble por continuar trabajando en bien de la justicia, ya que está convencida que esta desigualdad entre mujeres y hombres aún vigente, puede ser transformada en auténtica igualdad basada en la misma dignidad que ambos poseen.

Para ello esta Organización católica fija su atención en el primigenio designio de Dios, tal como nos lo revela la Sagrada Escritura: “creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó” (Gn 1, 27). A partir de esta afirmación la fe cristiana reconoce la igualdad de origen y destino del hombre y de la mujer. O sea, que todos los hombres y las mujeres están ennoblecidos por idéntica dignidad y responsabilidad, de modo que sólo fomentando, promoviendo y desplegando la igualdad en la complementariedad recíproca de los hombres y las mujeres se desarrolla el proyecto de Dios, el cual quiere y reclama la justicia para el conjunto de la humanidad.

Así, la defensa de la igualdad, la dignidad y la responsabilidad de las mujeres constituye uno de los distintivos de la extensa labor que Manos Unidas ha ido realizando, y que con esta Campaña pretende hacer hincapié, de modo que sus proyectos y acciones buscan contribuir a que se vaya avanzando en este noble objetivo.

Como una prueba de este convencido compromiso de Manos Unidas a favor de la progresiva implantación de la justicia a través de la erradicación de las desigualdades contra las mujeres nos presenta diversos proyectos con los que pretende: por un lado, concienciar a nuestra sociedad para que conozca y haga frente a estas injusticias.

Y por otro, Manos Unidas se compromete a que se lleven a cabo, entre otras muchas, estas acciones, en todas las cuales resalta su convicción de dar prioridad a la educación: En Calcuta (India) apoyando un proyecto para luchar contra el tráfico sexual y la explotación laboral que sufren mujeres y niñas de esta región que beneficiaría a unas 800 mujeres. En Honduras colaborando con un organismo diocesano en una iniciativa para la prevención de la violencia contra la mujer y el apoyo a sus víctimas, que promueve la igualdad entre hombres y mujeres, la ayuda especializada y la mediación familiar. Y en Etiopía, en una zona de escasa productividad agrícola y bajo nivel cultural, donde la mujer es víctima de diversas discriminaciones, cooperando para que la diócesis de Nekempe desarrolle un proyecto de sensibilidad sobre la igualdad y la dignidad de la mujer y desarrolle su alfabetización y su formación con vistas a la creación de cooperativas para elevar el nivel cultural y económico de las familias.

Podemos comprobar que el llamamiento a adherirnos a su Campaña que Manos Unidas nos dirige tiene firmes razones para que lo acojamos, de modo que está esperando que todos los cristianos asumamos y vivamos el mismo dinamismo que moviliza cuantos la integran y colaboran con ella: comprometerse por la justicia y la igualdad impulsados por la fe en Dios. Así, reconociendo que Dios es eternamente justo con todas sus criaturas y que nos reclama, a todos los hombres y mujeres, que implantemos la justicia sembrada por Cristo, nos sentimos comprometidos a extender la justicia con las personas a las que aún no se les permite ni se les posibilita que vivan en igualdad su dignidad humana. Por ello me atrevo a exhortaros a todos a que hagamos nuestro el compromiso de Manos Unidas, colaborando con generosidad en las diversas acciones que quiere promover entre nosotros para alcanzar sus objetivos.

+ Gregorio Martínez Sacristán
Obispo de Zamora

Manos Unidas quiere reunir cerca de 90.000 euros para proyectos en Senegal, Zambia y la India


Esta semana Manos Unidas concentra las principales actividades de su 54ª campaña a favor del desarrollo y la justicia en el mundo. En Zamora, donde su Delegación destinó en 2012 más de 260.000 euros a varios proyectos, este año parten con tres proyectos con un coste de casi 90.000 euros.

Zamora, 6/02/13. El próximo domingo 10 de febrero tendrá lugar la colecta nacional que hace la organización católica Manos Unidas. En esta ocasión, se trata de su 54ª campaña, y continuando con los Objetivos del Milenio marcados por la ONU, este año aborda en su concienciación y en los proyectos concretos el desafío de lograr la igualdad de sexos en los países en vías de desarrollo. Por eso el lema escogido es “No hay justicia sin igualdad”.

Según explica la delegada de Manos Unidas en Zamora, Pilar Gutiérrez, “esta campaña quiere ser una llamada a la conciencia de la sociedad para que colabore en la defensa efectiva del desarrollo integral de cada persona (hombre y mujer) y el ejercicio de todos y cada uno de sus derechos fundamentales, gravemente lesionados en numerosas partes de nuestro mundo”.

Por eso, afirma, “Manos Unidas quiere terminar con esas desigualdades, fijar la atención en las mujeres de los países en desarrollo y no por cuestión de cuotas, sino porque en todas las etapas de sus vidas son las más afectadas por la desigualdad, la pobreza, el analfabetismo, el tráfico y la explotación sexual, el trabajo esclavo y el desempleo, la exclusión de la vida pública, etc.”.

Actos en Zamora

Después de haber presentado esta campaña en Benavente el pasado sábado 2, la primera cita importante en la capital es la presentación que tendrá lugar en el salón de actos del Seminario San Atilano hoy, miércoles 6, a las 20,15 horas. Además de presentar sus proyectos, habrá un recital musical a cargo de la Coral “Ciudad de Zamora”.

Como siempre, el viernes de la semana de Manos Unidas es el día del ayuno voluntario, y se celebra la tradicional “Operación Bocata”, en la que se le propone a los participantes sustituir su comida por un bocadillo, solidarizándose así con los que en tantos lugares del mundo no pueden comer todo lo que necesitan, y ofreciendo un donativo para ayudar a los proyectos de la organización. Se celebrará, pues, sobre las 14 horas del viernes 8 en Zamora (Plaza de Castilla y León), Benavente (Plaza de Santa María), Toro (Plaza Mayor), Villalpando (Plaza Mayor), Villamayor de Campos y posiblemente en otras localidades.

Esa misma tarde, la del viernes 8, el obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, presidirá la eucaristía a las 20 horas en la iglesia de Cristo Rey, en acción de gracias por los voluntarios y colaboradores de Manos Unidas en la Diócesis de Zamora. Y, por último, el domingo 10 se realizará la colecta extraordinaria en las parroquias y comunidades cristianas.

Proyectos que se financiarán desde Zamora

Desde su creación, Manos Unidas centra su trabajo en dos líneas de acción complementarias: la primera, sensibilizar a la población española, para que conozca y sea consciente de la realidad de los países en vías de desarrollo; y la segunda, apoyar y financiar Proyectos de Desarrollo en África, América, Asia y Oceanía.

Con los fondos entregados por los socios y lo recaudado con las actividades de la campaña se financian los Proyectos de Desarrollo previamente seleccionados por cada Delegación, entre los aprobados en los Servicios Centrales. En esta campaña de 2013 la Delegación de Manos Unidas de Zamora parte con tres proyectos. A medida que se generen más fondos a lo largo de la campaña, desde Manos Unidas de Zamora se irán solicitando proyectos nuevos.

1.- Rehabilitación, construcción y equipamiento de aulas y letrinas en Escuela Primaria, en Senegal. Importa 31.544 € y lo financiarán los arciprestazgos de Zamora ciudad, Aliste-Alba y Sayago.

2.- Programa de sanidad sostenible para la comunidad, en la India. Importa 26.200 € y lo financiarán Benavente-Tierra de Campos y El Pan.

3.- Construcción de un Centro de Formación Profesional, en Zambia. Aportamos una parte, 30.000 €, y será financiado por Toro-La Guareña y El Vino.

En Zamora, en la Campaña de 2012 se recaudaron 266.125,70 € y se llevaron a cabo 7 Proyectos en la India, Bolivia, Kenia, Uganda, Mauritania, Méjico y Ecuador. Trabajan 5 sectores prioritarios y todos relacionados directamente con la pobreza extrema y el hambre: agrícolas, educativos, sanitarios, de promoción social y de promoción de la mujer aunque, transversalmente, la mujer está presente en todos los Proyectos de Manos Unidas.

Manos Unidas: compromiso por el desarrollo

Manos Unidas es una Organización No Gubernamental (ONG) católica de voluntarios, dedicada desde hace 54 años a la lucha contra el hambre, la deficiente nutrición, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo, la falta de instrucción… y las causas que provocan todas estas manifestaciones de la pobreza. Es, a su vez, la asociación de la Iglesia Católica en España para la ayuda, promoción y desarrollo de los países más pobres de la tierra.

Nació en el año 1960 por iniciativa de un grupo de mujeres de Acción Católica, respondiendo al llamamiento de la FAO ante la situación de hambre que padecían dos tercios de la humanidad. Se ha ido configurando y creciendo año tras año hasta la actualidad. Desde el año 1978 es, por acuerdo de la Conferencia Episcopal Española, una asociación pública de fieles de ámbito nacional.

Está presente en todo el territorio nacional a través de sus 70 delegaciones, una en cada Diócesis. En Zamora se encuentra en la Casa de la Iglesia – Seminario San Atilano, y cuenta con 26 voluntarios con horario fijo: 24 mujeres y 2 hombres. No hay ninguna persona contratada. Los colaboradores puntuales son más de 100. Los socios, que aportan sus donativos, rondan los 900; además, otras muchas personas colaboran con las diferentes actividades: musicales, de teatro, mercadillo, etc.