miércoles, 31 de agosto de 2011

El Seminario San Atilano estrena equipo formativo


31/08/11. Pronto arrancará el nuevo curso académico 2011/12, y el Seminario Diocesano San Atilano también reanuda sus actividades formativas con un nuevo equipo, después de que el pasado mes de julio el obispo Gregorio Martínez Sacristán nombrara rector al sacerdote Florentino Pérez Vaquero.

Según acaba de hacer público el propio rector a través del blog del centro, junto a él estarán en el equipo formativo el laico Juan Carlos López, que es también delegado diocesano de Enseñanza, y el sacerdote Fernando Lorenzo, párroco de Valer y otros pueblos del Arciprestazgo de Aliste-Alba. Como explica Florentino Pérez en su nota, “después de un largo verano se necesita ilusión y ganas ante el nuevo curso”.

Juan Carlos López será el director de estudios, asumiendo todo lo relacionado con la cuestión académica (Jefatura de Estudios, Secretaría, etc.), e impartirá algunas horas de clase. Por su parte, Fernando Lorenzo será el director espiritual del Seminario.

El rector también informa de que el lema del Seminario para el curso 2011/12 será “Con-centrados en Cristo”. Como él mismo explica, “es un juego de palabras que nos habla de varias cosas. Por una parte, estar concentrado significa poner nuestra atención en una cosa sin distraernos. El Papa Benedicto XVI, dirigiéndose a los jóvenes de todo el mundo durante la JMJ, en varias ocasiones nos invitó precisamente a esto: a poner en el centro de nuestra vida a Jesús, sin distraernos con algunas ‘pamplinas’ que nuestra sociedad nos ofrece, como la superficialidad, el consumismo o la búsqueda fácil de placer. Pero además, en el lema de este curso aparece separado el prefijo ‘con’ del resto de la palabra. Esto se debe a que no podemos centrarnos en Jesús si no es junto a los demás hermanos. La fe vivida es la experiencia de vivir en comunidad. El Seminario, en primer lugar, es también una comunidad. Por eso este curso nos esforzaremos en desarrollar nuestra amistad y los lazos que nos unen a profesores, padres y alumnos”.

lunes, 29 de agosto de 2011

Esto no puede pasarte


FRANCISCO GARCÍA

Domingo XXII del tiempo ordinario – Ciclo A

“Tú piensas como los hombres y no como Dios” (Mt 16, 21-27)

Después de que Pedro ha confesado su fe en Jesús como el Mesías parecería que todo está ya dicho, pero las cosas no son tan fáciles. La confesión debe medirse con la realidad tal cual es, y aquí es donde se sitúa el episodio del evangelio de hoy. Habitualmente pensamos que las cosas y las personas deberían ser como necesitamos que sean, que las cosas y las personas deberían ser según sus mejores posibilidades, que las cosas y las personas deberían desenvolverse o actuar según la lógica de la justicia y el sentido común? pero esto de hecho no es así. Las cosas y las personas son como son y esto no es fácil soportarlo. Cuando no coinciden con nuestras expectativas sentimos que el mundo se pone contra nosotros y reaccionamos como contra un enemigo: con enfado, ira, resentimiento, violencia? En nosotros los creyentes se añade el que solemos fijar una posición a la acción de Dios que se corresponde con nuestro sentido de la realidad y nuestros tiempos y formas de actuación, y que pocas veces coincide con la suya.

Aquí es donde se sitúa el pasaje evangélico. Los discípulos ante el anuncio de la pasión responden: «No lo permita Dios, esto no puede pasarte». Respuestas que tantas veces nosotros damos a los demás o nos damos en nuestro interior, y que terminan por desesperarnos cuando no se produce lo que esperaríamos.

Ahora bien, este pasaje indica la forma de ser Mesías de Jesús en medio de las contradicciones de la realidad. Su respuesta no se deja llevar de las ilusiones, ni de las presiones a Dios, ni del resentimiento contra la realidad y las personas. Para él se trata de envolver la contradicción con fe en que por encima de toda apariencia Dios es su Padre y él no está dejado de su mano, con esperanza en que la contradicción del mundo no será la última palabra y que a su tiempo todo quedará configurado por una armonía inalcanzable para nuestras obras, con amor a todo y a todos por encima de la presión del odio y la violencia contra él. Esto es lo que se les atraganta a los discípulos que querrían, como nosotros, protección, inmunidad, justicia inmediata?

El evangelio de hoy nos pregunta si estamos lo suficientemente cerca de Cristo para entender esto, lo suficientemente unidos a él para vivir de la fe, la esperanza y el amor en medio de las contradicciones de la vida, a veces tan agresivas con nosotros. Este es el reto de los cristianos y solo así damos testimonio del único Dios, origen generoso de un mundo bueno pese a toda apariencia, meta gloriosa de una creación que parece deshacerse, vida de amor de una humanidad que parece no poder vivir la fraternidad. Esto es cargar con la cruz para acercar la salvación de Dios que el mundo necesita.

La Opinión-El Correo de Zamora, 28/08/11.

La lluvia y los (cuatro) vientos


JOSÉ ALBERTO SUTIL

Tras varios minutos de espera a causa de las inclemencias del tiempo, el papa Benedicto XVI, visiblemente emocionado y sin perder ni por un momento su humilde sonrisa, pudo por fin pronunciar su homilía en la Vigilia de oración con los jóvenes. Estas fueron sus últimas palabras: «Queridos amigos: Gracias por vuestra alegría y resistencia. Vuestra fuerza es mayor que la lluvia. Gracias. El Señor con la lluvia nos ha mandado muchas bendiciones. También con esto sois un ejemplo». Al día siguiente, antes al comenzar la celebración de la eucaristía, dijo también: «Queridos jóvenes: He pensado mucho en vosotros en estas horas que no nos hemos visto. Espero que hayáis podido dormir un poco, a pesar de las inclemencias del tiempo. Seguro que en esta madrugada habréis levantado los ojos al cielo más de una vez, y no solo los ojos, también el corazón, y esto os habrá permitido rezar. Dios saca bienes de todo. Con esta confianza, y sabiendo que el Señor nunca nos abandona, comenzamos nuestra celebración eucarística llenos de entusiasmo y firmes en la fe». ¿Por qué llovió en Cuatro Vientos? Para algunos deslució la Vigilia y toda la JMJ, pero personalmente creo que las palabras del Papa dan en el clavo. Llovió para mitigar el calor de los peregrinos, llovió para que recordáramos que la Palabra de Dios en la que tenemos que estar arraigados y edificados es como lluvia fina que empapa la tierra de nuestro corazón y la fecunda, llovió para que asumiéramos que hay que mantenerse firmes en la fe a pesar de las injerencias externas, llovió para que recordáramos que esta JMJ ha supuesto dos millones o más de gotas personales, vidas concretas, conversiones, confesiones, encuentros, decisiones... Y llovió en el aeródromo de Cuatro Vientos, ni antes y después, porque cuatro han sido los vientos que el Papa nos ha dejado en sus palabras, cuatro vientos que tienes que soplar con fuerza en la pastoral juvenil, en la Iglesia, en nosotros, en el mundo entero. Esos cuatro vientos no son otros que: 1) La certeza de que Dios nos ama; 2) El encuentro y la amistad con Jesucristo; 3) La centralidad de la Palabra de Dios, de la eucaristía y de la confesión; y 4) La necesidad del servicio humilde y desinteresado. Lluvia y viento confluyeron también en el anzuelo vocacional que Benedicto XVI, como buen sucesor de aquel pescador galileo llamado Pedro, lanzó en su reunión con los voluntarios: «Al amor de Cristo solo se puede responder con amor, y eso es lo que os pide el Papa en esta despedida: que respondáis con amor a quien por amor se ha entregado por vosotros». La lluvia, los cuatro vientos y lo que nos queda…

La Opinión-El Correo de Zamora, 28/08/11.

jueves, 25 de agosto de 2011

Se organiza una peregrinación diocesana a Fátima


Del 10 al 13 de septiembre habrá una peregrinación al santuario de la Virgen de Fátima (Portugal), organizada por la Delegación Diocesana para la Religiosidad Popular.

Zamora, 25/08/11. La Delegación Diocesana para la Religiosidad Popular, que entre sus cometidos tiene la coordinación de peregrinaciones a nivel diocesano, ha organizado para el próximo mes de septiembre una peregrinación al santuario portugués de Fátima. Será del sábado 10 al martes 13 de septiembre, y además de participar en los actos centrales mensuales de los días 12 y 13 se harán algunas etapas a pie por el Camino de Santiago Portugués.

El sábado 10 de septiembre, tras la comida, se recorrerá el tramo entre Albergaria-a-Velha y Serem de Cima (6,7 km.). Los que no desean caminar visitarán los canales de Aveiro. Posteriormente los peregrinos zamoranos se alojarán en Coimbra, y allí realizarán una visita a la ciudad. El domingo 11 comenzará con la celebración de la eucaristía en la iglesia de Santa Isabel, y se hará otro tramo del Camino entre Coimbra y Palheira (5,3 km.), o bien una visita al “Portugal de los Pequeñitos” para los menos caminantes.

Llegados a Fátima, se participará en el Rosario y Procesión de las antorchas, que tiene lugar al atardecer. El lunes 12 se andará por el Caminho do Tejo, desde Giesteira hasta Fátima (8 km). Luego, los actos de la noche (misa, rosario, procesión), e igualmente el día 13, culminando con la Misa Internacional en la explanada y la procesión del “Adeus”.

Para más información, puede llamarse a la Delegación Diocesana para la Religiosidad Popular a los teléfonos 980 612 209 y 606 87 60 98. Las plazas son limitadas, y las inscripciones pueden hacerse directamente en Viajes Zavitur (c/ Candelaria Ruiz del Árbol 22, tel. 980 67 25 50). Pueden consultarse los recorridos a pie en el blog de la Delegación:

http://religiosidadpopularzamora.blogspot.com/2011/08/peregrinacion-fatima-mapas-de.html

¿Pasado histórico o presente dinámico?


AGUSTÍN MONTALVO FERNÁNDEZ

Domingo XXI del tiempo ordinario – Ciclo A

“Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mt 16, 13-20)

Juan el Bautista, Elías, Jeremías…, con algunos de esos grandes personajes de su historia identificaban a Jesús los judíos, según reflejan las respuestas a la pregunta que dirige a sus discípulos sobre lo que la gente pensaba acerca de su identidad. Lo intuyen como alguien importante, pero perteneciente al pasado. «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» les suelta a bocajarro. En nombre de todos Simón responde: «Tú eres el Mesías», es decir, el que esperábamos y está entre nosotros. ¿No tenemos con frecuencia la impresión de que para muchos cristianos Jesús sigue siendo un personaje del pasado? Ya no es uno de los profetas, conocemos su vida, rezamos ante sus imágenes, representamos bellamente su pasión, muerte y resurrección, pero… con traje de época, histórico. A veces incluso no se acierta a distinguir entre la Eucaristía y una reliquia de algún santo.

Un personaje histórico suscita admiración, emociona, crea simpatía, invita a saber más sobre él, incluso mueve a imitarlo. Pero Jesús pide seguirlo: «El que quiera venirse conmigo niéguese a sí mismo, tome su cruz y me siga», continúa el evangelio unas líneas más adelante, y eso no puede hacerse por un recuerdo, sino únicamente por alguien vivo, cercano y especialmente significativo. Por ello es muy importante que quienes hoy escuchamos el evangelio sintamos la pregunta como dirigida personalmente a cada uno: ¿quién es Jesús para mí? y tratemos de darle respuesta.

La respuesta de Simón da pie a Jesús para cambiarle el nombre: «Tú eres Pedro», indicando la misión que le confía, la de ser piedra que da solidez y unidad a su Iglesia y confirmar con autoridad la fe de sus hermanos.

Quien ocupa su lugar en este momento, el papa Benedicto XVI, se encuentra entre nosotros para presentar a los jóvenes (y a los no tan jóvenes) a este Jesús, el Mesías, el Hijo de Dios vivo, el que sigue estando vivo y cercano en este siglo XXI como Señor y como amigo, capaz de dar sentido pleno a una vida, y orientación verdadera en las inquietudes y búsquedas. No viene a adoctrinar ni a condenar. Viene a proponer a Jesús como raíz y como centro de la vida. «Arraigados en Cristo, firmes en la fe» es el lema de esta XXVIª JMJ. Viene a sembrar ilusión y a invitar a seguirlo con valentía y generosidad. Ser cristiano no es algo pasado de moda, propio de otra época más oscura. Seguir a Jesús no es mirar para atrás y añorar el pasado, sino mirar hacia adelante y afrontar el futuro, por oscuro que se presente, con esperanza y esfuerzo. Cristo y su mensaje son vivos y actuales ayer, hoy y siempre.

La Opinión-El Correo de Zamora, 21/08/11.

Subidón eclesial


ÁNGEL CARRETERO MARTÍN

Ya sé que puede sonar a tópico, es igual, pero hay cosas que o se viven en carne propia o de poco vale que uno se esfuerce mucho por contarlas. Este es el caso del «subidón eclesial» que estamos viviendo un número incontable de jóvenes venidos de todas las partes del planeta. Ya sé que los lectores de esta página están siguiendo por televisión el discurrir de este gran evento evangelizador. Pero insisto, no es lo mismo un periódico o la caja tonta que estar aquí, en la capital de España, en estos días y, sobre todo en este domingo que se hace capital del mundo cristiano.

Es un privilegio inolvidable poder gozar de un Madrid vibrante y festivo a más no poder, rebosante de fe y de juventud como nada ni nadie podría lograr si el que convoca es distinto del sucesor de Pedro. Qué bien nos han venido éstos días a los peregrinos zamoranos, a este país nuestro y en este momento concreto por muchas y variadas razones, a tantos miles de jóvenes extranjeros, a la Iglesia española, a la Iglesia Católica universal y, en definitiva, al mundo entero sin que por ello exagere lo más mínimo.

¿Acaso es exagerado reconocer el efecto transformador de un poco de sal en la comida o de un poco de levadura en medio de la masa del pan? Estoy convencido de que gran parte de estos jóvenes que me rodean consiguen poco a poco ese efecto transformador en sus ambientes, sin hacer tanto ruido como estos días, sin que se les vea por el canal internacional, más invisiblemente, claro que sí, como la sal o la levadura. Pero ahí están y aquí están ahora. Lo que aquí se está viviendo no es una alucinación, es un «subidón de jóvenes cristianos» provocado por el encuentro con Aquel a quien se puede casi «palpar» detrás, delante, en medio, arriba y abajo de estas muchedumbres. Él nos está inyectando una buena dosis de adrenalina espiritual de manera semejante a como en cierta ocasión y lugar lo hizo con Pedro, Santiago y Juan o con aquellos otros dos de Emaús.

El Maestro sigue confiando en nuestra lucha diaria, continuación de la suya, por hacer de la casa de nuestro mundo un hogar común donde triunfe la civilización de la solidaridad. Una nueva generación que, de una vez por todas, invierta en bolsas, bancos y valores que no den al traste cada no sé cuantos años y aún a riesgo de que a otros «inversores», pretendidamente más «listos», tengamos que advertirles que su capital es flor de un día. En ocasiones como ésta se hace bien visible que no estamos solos, que contamos con esta Iglesia de Cristo, instrumento indestructible para hacernos hijos de Dios y hermanos de todos. Y contamos también con un «padre amado» o un «papá», no un padrastro, que es el Papa: cercano, entrañable y profundo.

La Opinión-El Correo de Zamora, 21/08/11.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Tras la JMJ, ahora empieza lo importante


Y, por fin, llegó el domingo 21, con la clausura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Ésta es la última de las crónicas diarias que cuentan la participación de los jóvenes de la Diócesis de Zamora, con la firma del delegado de Medios de Comunicación Social, Luis Santamaría.

Zamora, 24/08/11. Tres días después, pero más vale tarde que nunca. El pasado domingo 21 de agosto fue el final de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid. O, más bien, el día del envío, el día del nuevo inicio tras la experiencia de encuentro. Intentaré no ser muy largo, para reflejar lo que vivimos aquel día, sin que aparezcan las cosas al trasluz de lo que estamos viviendo con posterioridad.

El día del Señor amaneció muy pronto en Cuatro Vientos, porque nos despertó la luz del sol acariciando los rostros de los cientos de miles de jóvenes que habíamos pasado una noche cuanto menos peculiar. Para algunos el madrugón fue más notable, como para los sacerdotes de Zamora, que tuvieron que estar preparados a las 5,30 de la madrugada para poder concelebrar en la eucaristía con Benedicto XVI. O para quien esto escribe, que tuvo que salir muy de mañana del aeródromo para encontrarse con el coche de Radio Nacional de España, dispuesto a comentar el acto principal de la JMJ.

También el día comenzó con una sorpresa que, si no nos engañamos, fue bastante desagradable para todos: el temporal de la noche había causado desperfectos en las carpas habilitadas para guardar el pan que sería consagrado en la Misa, y por respeto al sacramento de la eucaristía se decía a través la megafonía que muy pocos podrían comulgar en la celebración, sólo los más cercanos al altar, y el resto tendría que conformarse con la comunión espiritual. Cuando resulta que la comunión es quizás el momento más intenso de una JMJ en la que todo gira en torno a Cristo, del que podemos participar realmente en este sacramento.

La eucaristía, el centro de la JMJ

Aún así, la Misa fue celebrada festivamente, después de que el Papa recorriera gran parte del aeródromo en el papamóvil. Miles de personas se habían incorporado a primera hora de la mañana a Cuatro Vientos, con lo que se hacía más difícil aún calcular por las imágenes de las pantallas una cantidad de gente que superaba con creces el millón de personas. Agradecimos el recuerdo cariñoso del que nos presidía al referirse a la noche que habíamos pasado, y cómo se había acordado de nosotros, que seguramente habríamos levantado nuestra mirada al cielo en algún momento, en una plegaria confiada a Dios.

En la homilía, Benedicto XVI fue a lo esencial, como suele hacer, y nos habló de permanecer en Cristo y buscar su amistad. Nos invitó a pasar de un conocimiento superficial de Jesús a la experiencia de la fe, que es un don de Dios, respondiéndole “con generosidad y valentía, como corresponde a un corazón joven como el vuestro”. Y fue claro y directo al referirse a la comunidad de los creyentes: “seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia. No se puede seguir a Jesús en solitario. Quien cede a la tentación de ir «por su cuenta» o de vivir la fe según la mentalidad individualista, que predomina en la sociedad, corre el riesgo de no encontrar nunca a Jesucristo, o de acabar siguiendo una imagen falsa de Él”.

Al final de la celebración, el mismo Papa desveló lo que ya era un secreto a voces. De hecho, muy bien situados en la parte delantera estaban un grupo de jóvenes brasileños. La próxima JMJ será en Brasil, en el año 2013. ¡Sólo quedan dos años!, pensaron algunos zamoranos enseguida, con ganas de volver a repetir esta aventura. Los brasileños mostraron regocijo por la buena noticia, y un momento emocionante lo vivimos todos al ver cómo un grupo de jóvenes españoles entregaba la Cruz de la JMJ y el Icono de María a un grupo de Brasil. Hemos pasado el testigo, y no podemos dejar de tener cierta nostalgia, al ver esa cruz y ese icono que han estado por nuestras tierras de Zamora el pasado noviembre, y que ahora cruzará el océano para continuar con un recorrido de fe y de testimonio.

Comunión y despedida

Tras la celebración de la eucaristía, sucedió lo inimaginable: la salida ordenada y relativamente ágil de Cuatro Vientos. Después del mediodía ya estábamos de vuelta en el Colegio Menesiano para poder ducharnos y comer tranquilamente, y para después recoger los equipajes. Allí también tuvimos ocasión de juntarnos en un momento de sencilla e intensa oración para participar de la comunión eucarística, que era lo que habíamos dejado pendiente de la mañana. Después, fotos de grupo, despedidas y vuelta al autobús, para regresar a Zamora y a Benavente.

¿Cansados? –nos han preguntado a la vuelta. Sí, pero contentos, muy contentos. Alentados en la fe, dispuestos a dar testimonio y fortalecidos en nuestra pertenencia a la Iglesia. Desde los adolescentes que han participado hasta los más veteranos en estos encuentros. La experiencia ha valido la pena. Y volvemos agradecidos, y mucho, a todos los que han hecho posible la JMJ. Tanto a nivel global –han sido tres años de intenso trabajo en Madrid y en muchos lugares– como a nivel diocesano y parroquial. Si tenemos que decir un nombre, el de Juan Carlos López, director del Secretariado de Pastoral Juvenil, a quien nuestro obispo, Gregorio Martínez Sacristán, encomendó la organización tanto de la JMJ como de los Días en la Diócesis (DED).

Puede estar contento, él y su magnífico equipo, de haber podido emplear horas, ilusiones y preocupaciones, para administrar estos acontecimientos de gracia. Gracias a todos, porque son muchos nombres. Gracias también al Colegio Menesiano de Madrid y a los voluntarios que, en representación de todos “los de verde”, han hecho posible la JMJ y que estuviéramos lo mejor posible. Gracias a la Archidiócesis de Madrid y a los organizadores de la Jornada. Dios, que sabe lo que ha hecho cada uno, sabrá premiar tantos esfuerzos, y hacer fructificar lo que se ha sembrado.

¿Y ahora?

Hemos vuelto a nuestra Diócesis coreando “Sí, sí, sí, nos vamos a Brasil”. Pero eso no es lo más importante. Lo decisivo empieza ahora: dar testimonio de lo que hemos vivido. Pero no sólo como una estrategia propagandística de la JMJ, ni siquiera de la misma Iglesia católica. Este encuentro nos ha servido para fortalecernos en la fe, para vivir la catolicidad de la Iglesia, para encontrarnos con el sucesor de San Pedro y escucharlo, para adorar juntos a Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Ahora toca aplicar lo que hemos vivido. Releer con calma los mensajes de Benedicto XVI y ser fermento de una juventud nueva para un mundo nuevo. Ahora nos toca, en el día a día, en el instituto, la universidad, el trabajo, la parroquia o el movimiento… vivir “arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe”.

Álbumes de fotos de la JMJ:

https://picasaweb.google.com/101940642632218084507/