Esta mañana se ha presentado en la iglesia de
San Vicente Mártir de Zamora la talla de la Virgen de la Quinta Angustia,
realizada a comienzos del siglo XVII por el escultor zamorano Gaspar de Acosta
copiando un modelo de Juan de Juni, y que acaba de ser restaurada por
iniciativa de la parroquia.
Zamora, 22/10/13. Reproducimos a continuación el breve estudio
sobre la obra recién restaurada, a cargo de José Ángel Rivera de las Heras, delegado diocesano para el
Patrimonio y la Cultura.
La escultura de la Virgen
Dolorosa de la iglesia parroquial de San Vicente Mártir de la ciudad de Zamora
está tallada en madera de nogal, policromada y dorada. Mide 104 x 50 x 55 cm.
Según la documentación conservada
(A.H.P.Za. Notariales. Protocolo 580. 31 de octubre de 1603, ff. 417-418v), Bernabé Suárez Meléndez, hijo de los
promotores de la edificación de la capilla de Nuestra Madre de las Angustias, y
el escultor luso Gaspar de Acosta,
vecino de Zamora, concertaron la realización de dos tallas en madera de nogal:
Nuestra Señora del Descendimiento de la cruz con Cristo muerto en el regazo
(Piedad), para colocar en el nicho ubicado sobre la portada exterior de la
capilla; y otra de “nuestra señora, la quinta angustia, con siete espadas en
los pechos, conforme al modelo de barro que tiene en su poder el dicho Gaspar
de Acosta”, y que iría colocada sobre el nicho de la puerta colateral. En la
escritura se convenía que ambas debían de estar hechas para el miércoles santo
de 1604, y se estipulaba su precio en 500 reales.
La escultura copia la que Juan de Juni tallase para la cofradía
de la Quinta Angustia de Valladolid poco después de 1561, fecha de la
constitución de dicha cofradía penitencial, y que recibe culto en la iglesia de
las Angustias de la capital vallisoletana. La mencionada imagen juniana fue
ampliamente difundida a través de pinturas; la propia iglesia de San Vicente
conserva un lienzo pintado del siglo XVII con esta advocación mariana.
Y acaso también por medio de un
grabado abierto por el clérigo y pintor flamenco Juan de Roelas durante su estancia en Valladolid, entre 1594 y
1602, y cuya plancha en cobre se conserva en el Museo Nacional Colegio de San
Gregorio; en ella aparece la figura de la Virgen con siete espadas sobre el
pecho, que son un añadido posterior a la escultura de Juni.
La Virgen está sentada sobre una
roca, al pie de la cruz. La pierna derecha avanza hacia delante y la izquierda
se mantiene retraída. La cabeza se dirige hacia lo alto y se inclina hacia la
izquierda. Sobre el pecho va colocada la mano derecha, mientras la izquierda
queda semioculta por el ropaje. Los pliegues de la vestimenta están elaborados
con poca fortuna. Su interior está vaciado por el reverso, con el fin de hacer
más ligera la figura y evitar el agrietamiento de la madera.
La escultura zamorana ha sido
intervenida por el restaurador Óscar
Manuel Morales Romero entre junio y septiembre de 2013. Su importe ha
ascendido a 1.400 euros, siendo costeado totalmente por la parroquia de San
Vicente. Próximamente se colocará en uno de los nichos laterales del
presbiterio de la capilla de Nuestra Madre de las Angustias de la mencionada
iglesia parroquial.
Fuentes
J. Navarro Talegón, “Nuevos datos
sobre la Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias de Zamora”, en Actas del I Congreso Nacional de Cofradías
de Semana Santa, Zamora, 1987, p. 697.
J. Navarro Talegón, “Piedad”,
ficha 11 del catálogo de la exposición Santo Entierro en Zamora, Zamora, 1994,
pp. 46-47.
J. J. Martín González, Juan de Juni. Vida y obra, Valladolid,
1974, pp. 325-331.
J. Rogelio Buendía, “Un nuevo
grabado de Juan de Roelas”, en Archivo
Español de Arte 208, 1979, pp. 472-474.
J. J. Martín González, “Sobre el
grabado de Roelas de la Virgen de las Angustias”, en Boletín del Seminario de Arte y Arqueología, 1981, pp. 472-474.
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