El próximo miércoles 17 es el miércoles de ceniza, el día en el que los católicos comienzan el tiempo de Cuaresma. El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, presidirá la eucaristía e impondrá la ceniza en la Catedral a las 10 horas.
Zamora, 14/02/10. Con el miércoles de ceniza, que este año se celebra el próximo 17 de febrero, comienza el tiempo litúrgico de la Cuaresma, un período de cuarenta días de preparación para el Triduo Pascual, que constituye el principal ciclo de celebraciones en la Iglesia.
Con este motivo, las parroquias y las comunidades cristianas se reúnen para celebrar la eucaristía y repetir, una vez más, el signo de la imposición de la ceniza sobre las cabezas de los fieles. En la Catedral de Zamora presidirá esta celebración el obispo diocesano, Gregorio Martínez Sacristán, a las 10 horas.
En el último número de la hoja diocesana Iglesia en Zamora, que se distribuye en todas las parroquias, se cita el Mensaje para la Cuaresma de Benedicto XVI, que subraya para este tiempo de conversión el tema de la justicia, porque “la injusticia, fruto del mal, no tiene raíces exclusivamente externas; tiene su origen en el corazón humano, donde se encuentra el germen de una misteriosa convivencia con el mal”.
El comienzo de los cuarenta días de penitencia, en el rito romano, se caracteriza por el austero símbolo de la imposición de la ceniza, que distingue la liturgia del Miércoles de Ceniza y le da nombre. Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios.
Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal. Los fieles, que acuden en gran número a recibir la ceniza, son invitados a captar el significado interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al esfuerzo de la renovación pascual. Sobre ello se pronuncian las siguientes palabras: “Conviértete y cree en el Evangelio”. Por otro lado, el Miércoles de Ceniza es un día en el que se conservan los signos del ayuno y la abstinencia.
Zamora, 14/02/10. Con el miércoles de ceniza, que este año se celebra el próximo 17 de febrero, comienza el tiempo litúrgico de la Cuaresma, un período de cuarenta días de preparación para el Triduo Pascual, que constituye el principal ciclo de celebraciones en la Iglesia.
Con este motivo, las parroquias y las comunidades cristianas se reúnen para celebrar la eucaristía y repetir, una vez más, el signo de la imposición de la ceniza sobre las cabezas de los fieles. En la Catedral de Zamora presidirá esta celebración el obispo diocesano, Gregorio Martínez Sacristán, a las 10 horas.
En el último número de la hoja diocesana Iglesia en Zamora, que se distribuye en todas las parroquias, se cita el Mensaje para la Cuaresma de Benedicto XVI, que subraya para este tiempo de conversión el tema de la justicia, porque “la injusticia, fruto del mal, no tiene raíces exclusivamente externas; tiene su origen en el corazón humano, donde se encuentra el germen de una misteriosa convivencia con el mal”.
El comienzo de los cuarenta días de penitencia, en el rito romano, se caracteriza por el austero símbolo de la imposición de la ceniza, que distingue la liturgia del Miércoles de Ceniza y le da nombre. Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios.
Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal. Los fieles, que acuden en gran número a recibir la ceniza, son invitados a captar el significado interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al esfuerzo de la renovación pascual. Sobre ello se pronuncian las siguientes palabras: “Conviértete y cree en el Evangelio”. Por otro lado, el Miércoles de Ceniza es un día en el que se conservan los signos del ayuno y la abstinencia.
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