¿Sostiene el Estado a la Iglesia?
¿Tiene la Iglesia Católica en España privilegios fiscales? ¿Dónde va mi
aportación dominical? Son preguntas que, con frecuencia, aparecen en
conversaciones o noticias en los medios de comunicación. Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para Asuntos
Económicos de la Conferencia Episcopal Española ha respondido a muchas de ellas
en esta entrevista concedida a Agencia SIC, que reproducimos a continuación.
P.- Cada año el tema de la asignación tributaria a la Iglesia emerge en
los medios de comunicación, al mismo tiempo, “Por tantos” es una de las
campañas más fuertes que la Iglesia española lleva a cabo, ¿tan importante es
el tema económico?
R. - Creo que la Iglesia hace
muchísimas campañas… otra cosa es la repercusión que tienen en los medios de
comunicación. Normalmente los temas intraeclesiales tiene un encaje más difícil
en los medios de carácter generalista mientras que todo el mundo habla de
dinero, todo el mundo entiende el dinero. Ése es un primer aspecto. Un segundo
aspecto es que, en el caso de la campaña de la Renta, está dirigida a todos los
contribuyentes y eso es lo que hace que tenga mayor repercusión. No creo que la
Iglesia este obsesionada con el tema del dinero. En absoluto.
P.- Temas como la exención de pago del IBI o “las riquezas de la
Iglesia” son recurrentes en
conversaciones y tertulias ‘informativas’ ¿falta información real sobre estos
asuntos? ¿Qué impuestos paga la Iglesia? ¿La Iglesia es rica?
R.- Si hablamos de impuestos,
existen unos acuerdos del 1979, que establecen un régimen particular para la
Iglesia que luego ha sido asumido por otras confesiones, no sólo por la Iglesia
Católica. Actualmente el régimen fiscal de la Iglesia es la Ley del Mecenazgo
que afecta a todas las fundaciones de este país, ONGs internacionales,
asociaciones de entidad pública, etc.
Por tanto, decir que la Iglesia
tiene un régimen fiscal privilegiado es falso. La Iglesia tiene el mismo
régimen que entidades equiparadas a ella: cualquier fundación de cualquier
partido político, fundaciones de interés social… tienen el mismo régimen fiscal
que la Iglesia: pagan el mismo IBI, el mismo impuesto sobre sociedades, tiene las mismas desgravaciones fiscales en
los donativos, etc.
La Iglesia tiene patrimonio,
sí. Una institución que lleva 20 siglos
emplazada en España es lógico que tenga patrimonio. Si, a lo largo de la vida,
una familia empieza de cero y acaba teniendo, por ejemplo, una casa, es lógico
pensar que la Iglesia tenga patrimonio. Otra cosa es que sea rica o que viva
por encima de sus posibilidades… no es así porque el patrimonio de la Iglesia
está afecto a sus fines fundamentales: anunciar el Evangelio, a vivir la Fe y a
darse a los demás. Todo el patrimonio de la Iglesia tiene sentido si sirve para
anunciar a Jesucristo, para vivir la Fe y para darse a los demás. En este
sentido, las catedrales, las parroquias, los medios de comunicación y los
colegios, por ejemplo, están destinados a esa finalidad.
P. -¿Cuánto ingresa la Iglesia al año? ¿Qué porcentaje viene de la
aportación directa de los fieles a través de las colectas en parroquias,
donativos… y cuanto a través de la
renta?
R. - Es un tema complicado de
explicar porque para entender esto hay que explicar qué es la Iglesia o qué es
lo que nosotros entendemos por Iglesia. Si preguntáramos qué dinero ingresan
los madrileños, entendiendo por ello todos los ingresos de todos los
madrileños, saldría una cifra ingente,
pero esto no tiene consistencia ya que cada familia es una entidad económica
diferente.
Cuando hablamos de “la Iglesia”
¿de qué estamos hablando? ¿De las 69 diócesis?, ¿de las 22.700 parroquias? ¿De
las órdenes y congregaciones religiosas?, ¿de los 250 monasterios de clausura?,
¿de los colegios? Cada institución es autónoma.
Nosotros tenemos datos de las 69
diócesis en la medida en que la Conferencia Episcopal Española recauda el IRPF:
247 millones de euros según los datos de la última declaración; y los ingresos
o gastos totales que pueden tener las diócesis españolas que, aproximadamente
están alrededor de los 820 millones de euros ¿de dónde salen esos 820 millones
de euros? De esos 247 millones de la Asignación Tributaria y el resto,
fundamentalmente, viene de las aportaciones directas de los fieles: donativos,
suscripciones, colectas, herencias,… y una pequeña parte ingresos de
patrimonio.
P.- Entonces, la Iglesia, como tal, ¿sólo recibe de los impuestos lo
relativo al IRPF?
R.- Exactamente. La Iglesia sólo recibe
lo que los contribuyentes deciden que reciba puesto que no existen partidas
presupuestarias para su sostenimiento.
Hay veces que se habla de “las
otras cuentas de la Iglesia” y entonces nos dicen “la Iglesia recibe de los
conciertos educativos dos mil millones de euros”. Eso no es verdad ya que ese
dinero, que se aplica a los colegios concertados de titularidad eclesiástica,
es un dinero que va destinado a financiar la educación, que es un derecho de
todos los españoles. Cuando el Estado financia un determinado colegio lo que
está financiando es la educación de mis hijos, no el colegio. La Iglesia ahora
al estado mucho dinero a través de la red de centros concertados, son unos 3
mil millones de euros de ahorro, ya que el Estado tiene que pagar menos dinero
por un niño que se escolariza en un colegio concertado que si tuviera que
prestar ese servicio de manera pública, según los datos del Ministerio. Lejos
de financiar a la Iglesia, es la Iglesia la que, de manera indirecta, está
financiando la educación. Otras “cuentas”
se refieren a los profesores de Religión… pero ese dinero no va a la
Iglesia, va a aquellas personas que están prestando un servicio que demandan
los ciudadanos, que deciden que sus hijos vayan a clase de Religión.
P.- ¿Es cierto que el Estado ayuda a la Iglesia católica más que a
otras confesiones?
R.- La Iglesia española no recibe
un solo euro para su sostenimiento. Otras confesiones religiosas, a través de
la Fundación Pluralismo y Convivencia, sí reciben subvenciones a su actividad concreta.
Y no me parece mal. También podrían estar dentro del sistema de asignación
tributaria y la Iglesia no se opone a ello. Hasta ahora el Estado ha venido
regulando primero, que otras confesiones religiosas tengan el mismo régimen
fiscal que la Iglesia Católica y segundo, que puedan acceder a un sistema de
financiación directa a través de la Fundación Pluralismo y Convivencia. Pero,
en ningún modo están en una situación de perjuicio con respecto a la Iglesia
Católica.
P.- ¿Sufre la Iglesia la crisis económica?
R.- Las instituciones de la
Iglesia tienen un reto muy grande porque se financian con las aportaciones de
los fieles. Si los fieles tienen menos dinero es más difícil recabar dinero.
Pero las necesidades de la Iglesia se han multiplicado. Y se han multiplicado
porque la Iglesia está con la gente, con esos
10 millones de personas que van a Misa los domingos y con los que no
van, con los que se acercan a una parroquia, en primer lugar, para que alguien
les escuche, porque no les escuchan en otro lado, tantas familias que se han
quedado en el paro… en segundo lugar, para que les den una palabra de esperanza
y, en tercer lugar, para procurar no solo una ayuda espiritual sino también una
ayuda material. Esa situación se ha multiplicado con la crisis, con menos
recursos tenemos que hacer más.
P.-Los católicos españoles ¿somos conscientes de que el sostenimiento
de nuestras comunidades viene de nuestra aportación?
R.- Poco a poco la respuesta es
creciente, pero todavía es insuficiente. Todavía hay gente que piensa que la
Iglesia se sostiene del aire, o que el Estado financiará las parroquias o a los
párrocos, como sucedía con anterioridad a 1979. Aunque poco a poco se va
creando conciencia de que los católicos somos los que tenemos que sostener a
nuestra Iglesia porque ¡queremos recibir de ella tantas cosas! Cuando
participamos de la Eucaristía, los sacramentos la formación tenemos que ser
generosos y corresponsables con la Iglesia.
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