El obispo de Zamora presidirá el Miércoles
Santo la Misa Crismal, en la que se bendecirán los Santos Óleos y los
sacerdotes renovarán sus promesas. Además, presidirá los actos litúrgicos
principales del triduo pascual: la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo,
la celebración de la Pasión del Señor del Viernes Santo, la Vigilia Pascual de
la noche del Sábado Santo y la Misa pontifical del Domingo de Resurrección.
Zamora, 25/03/13. Como es habitual, el obispo diocesano, Gregorio Martínez Sacristán, presidirá
las principales celebraciones litúrgicas de la Semana Santa en la Catedral de
Zamora, actos que comenzaron ayer, 24 de marzo, con la Misa del Domingo de
Ramos en la Pasión del Señor.
Misa Crismal
Como momento previo al triduo
pascual, la mayoría de los sacerdotes de la Diócesis se darán cita en la
Catedral para concelebrar la Misa Crismal, que presidirá el obispo a las 11
horas del Miércoles Santo, 27 de marzo. A esta celebración están invitados
todos los fieles, que cada año van llenando más el primer templo zamorano.
La Misa Crismal es la primera de
la liturgia del Jueves Santo, anterior a la Misa de la Cena del Señor, y en
muchos lugares se adelanta, como en Zamora, para facilitar la participación de
los sacerdotes y del resto de fieles. Porque en esta celebración el clero
renueva ante el pueblo de Dios las promesas de su ordenación presbiteral.
Además, en esta eucaristía el
obispo consagra el Santo Crisma y bendice los óleos de los catecúmenos
(empleado en el bautismo) y de los enfermos (empleado en la unción de los
enfermos, de ahí el nombre de “Misa Crismal”.
La palabra “crisma” proviene del
término griego chrisma, que significa
unción (y por ello Cristo significa ungido, Mesías). Así se llama al aceite y
bálsamo mezclados que el obispo consagra este Miércoles Santo por la mañana, y
que servirá para ungir a los nuevos bautizados, signar a los confirmados y
ordenar a sacerdotes y obispos. En una procesión solemne los óleos son llevados
al presbiterio de la Catedral en tres ánforas que se guardan antes en el Coro,
para ser bendecidos.
Triduo pascual
El triduo pascual se iniciará con
la Misa de la Cena del Señor, el Jueves Santo (28 de marzo) a las 17 horas. La
Iglesia recuerda esa tarde la última cena de Jesús, el día del amor fraterno y
la institución del sacerdocio. A continuación tendrá lugar la tradicional Hora
Santa, un tiempo de oración comunitaria ante el Santísimo Sacramento, reservado
en el “monumento” para la adoración de los fieles y para poder dar la comunión
al día siguiente, cuando no se puede celebrar la eucaristía.
El Viernes Santo, 29 de marzo, se
iniciará con el rezo del oficio de Laudes (oración matutina de la Iglesia) a
las 10 horas. La celebración de la Pasión del Señor, presidida por el obispo, tendrá
lugar a las 13 horas. En ella destacan, como momentos fundamentales, la lectura
de la Pasión según San Juan, una larga oración universal, la adoración de la
cruz y la comunión del Santísimo Sacramento reservado del día anterior.
El Sábado Santo, 30 de marzo, día
de silencio en la Iglesia, que aguarda junto al sepulcro de Cristo su
resurrección, comenzará con el rezo del oficio de Laudes a las 10 horas. El
obispo presidirá la solemne Vigilia Pascual a las 23 horas, con su esquema
tradicional: lucernario, larga liturgia de la Palabra, liturgia bautismal y
liturgia eucarística.
Continuando la solemnidad de la
Resurrección de Cristo, a las 10 horas del Domingo de Pascua, 31 de marzo,
tendrá lugar la Misa con el rezo de Laudes. A las 13 horas el obispo presidirá
la solemne Misa pontifical con la bendición papal.
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