Hoy se ha inaugurado en el Museo Diocesano de
Zamora la segunda exposición temporal que alberga desde su apertura en julio de
2012. Los visitantes pueden contemplar en la iglesia de Santo Tomé, sede del
Museo, las tablas renacentistas del retablo mayor de la iglesia de Barcial del
Barco, recientemente restauradas.
Zamora, 19/02/13. Reproducimos a continuación el texto que ha sido
repartido esta mañana a los medios de comunicación asistentes a la rueda de
prensa, y que ha sido escrito por José
Ángel Rivera de las Heras, director del Museo Diocesano y delegado
diocesano para el Patrimonio y la Cultura.
Tablas del retablo mayor de Barcial del Barco
El conjunto pictórico del retablo
mayor de la iglesia parroquial de Barcial del Barco constituye una de las más
destacadas aportaciones de la pintura renacentista en la Diócesis de Zamora. Su
iconografía está dedicada a escenas de la vida de Cristo, de la Virgen y de
Santa Marina, titular de la iglesia.
Dicho retablo fue realizado hacia
1540 (1) con el posible mecenazgo del Conde de Benavente, teniendo en cuenta el
escudo pintado que aún se conserva de él. En 1772 la iglesia se hizo de nuevo y
el retablo hubo de ser adaptado a la altura del testero, quedando fuera del
conjunto dos tablas con temas religiosos y dos más con las armas de los
Pimentel y otro episcopal.
A principios del siglo XX, el
historiador granadino Manuel Gómez-Moreno catalogaba el retablo y contabilizaba
diecisiete tablas: cuatro en la predela, otras once encajadas en la estructura
del retablo, y dos más colocadas en los muros laterales del templo. Algunas de
ellas le parecían “sombrías y duras de
entonación, como las de Berruguete, resultando amaneradas” (2). En 1973, el
sacerdote zamorano David de las Heras Hernández señalaba que el retablo “se encuentra en muy malas condiciones,
porque sus columnas y balaustradas están muy carcomidas y ofrecen peligro de
venirse abajo con el consiguiente peligro para las tablas mismas” (3).
La estructura del retablo y las
tablas que albergaba ya se hallaban afectadas por un intenso ataque de
termitas, de modo que el retablo hubo de ser desmontado el 19 de febrero de
1977. Las pinturas de la Circuncisión, Santa Marina ante el gobernador,
Epifanía (al lado izquierdo), Imposición de la casulla a San Ildefonso,
Natividad de la Virgen y Nacimiento (al lado derecho) fueron colocadas en el
testero de la capilla mayor, con algunos elementos decorativos entallados de
estilo plateresco (cresterías y columnas abalaustradas), evocando el retablo
desguazado, y las restantes fueron trasladadas a la tribuna.
Lamentablemente, la iglesia
padeció un robo el día 3 de septiembre de 1979, sustrayendo los ladrones las
tablas de la Anunciación y el Abrazo de San Joaquín y Santa Ana ante la Puerta
Dorada, que se hallaban colgadas de los muros, y San Juan Evangelista-San Pedro
y Santiago el Mayor-San Andrés, pertenecientes a las calles del lado izquierdo
de la predela. Posteriormente fue robada también la tabla de la Imposición de
la casulla a San Ildefonso el 14 de marzo de 2005, siendo recuperada por la
Policía Nacional el 8 de junio del mismo año.
El conjunto de las pinturas
existentes fue restaurado por la empresa zamorana REARASA en 2005 y 2010, con
la financiación de la Junta de Castilla y León. Hasta el momento, las tablas
han permanecido custodiadas en el Obispado de Zamora, a la espera de que se
realice la necesaria estructura de carpintería que las albergue, y todas juntas
vuelvan a ser colocadas en su lugar de origen.
Los tableros, pintados al óleo
sobre madera de pino, fueron ejecutados, como ya advirtiera Navarro Talegón, “por dos maestros con amplia participación de
oficiales, a juzgar por las calidades desiguales de los tableros de ambas
series, uno berruguetesco y cercano a pinturas coetáneas leonesas y otro más
afín a lo que se practicaba en Zamora” (4).
Efectivamente, del autor de las
tablas situadas en la calle central (Llanto sobre Cristo muerto) y en la parte
derecha del retablo (Nacimiento, Jesús entre los doctores, Resurrección,
Martirio de Santa Marina, Presentación de Jesús en el Templo, San Pablo-San
Juan Bautista y Santiago el Menor-San Felipe) no conocemos más obra en la
diócesis. Posiblemente se trate de un pintor de ascendencia leonesa, cuya
producción se asemeja a la de Cristóbal de Colmenares, y que se caracteriza por
sus composiciones no exentas de cierto aroma del Quattrocento italiano, algunas
incorrecciones en las perspectivas, su entonación general oscura, la
utilización de arquitecturas y decoración clásicas, y las figuras alargadas y
estilizadas, en poses a veces inverosímiles, con gestos exagerados, facciones
duras, narices afiladas y dedos alargados.
El autor de las tablas situadas
en la parte izquierda del retablo (Natividad, Epifanía, Circuncisión,
Imposición de la casulla a San Ildefonso, Santa Marina ante el gobernador, San
Juan Evangelista-San Pedro y Santiago el Mayor-San Andrés) es un pintor más
vanguardista, heredero del estilo de Juan de Borgoña I y en la línea de lo que
hacían Juan de Borgoña II, Lorenzo de Ávila, Martín de Carvajal y otros
pintores con talleres en Toro y Zamora. Éste presenta composiciones más
estereotipadas, emplea un colorido más luminoso, las arquitecturas son también
de corte clásico, aunque más rotundas y macizas (la de la tabla de la
Circuncisión parece estar inspirada en el grabado xilográfico que ilustra el
atrio tetrástilo de la casa romana según Vitruvio VI,3) (5), los
rostros están más caracterizados, y las vestimentas son más ricas, algunas
imitando brocados, y van guarnecidas con perlas y grecas doradas en los
orillos.
NOTAS
1. “SIENDO CVRA EL BENERABLE [ALO]NSO DE CARVAIAL”, según consta en una
inscripción contenida en la rodela de un soldado, en la tabla de Santa Marina
ante el gobernador.
2. M. Gómez-Moreno, Catálogo monumental de España. Provincia de
Zamora, Madrid, 1927, p. 336.
3. D. de las Heras Hernández, Catálogo artístico-monumental y arqueológico
de la diócesis de Zamora, Zamora, 1973, p. 28.
4. J. Navarro Talegón,
“Manifestaciones artísticas de la Edad Moderna”, en AA.VV., Historia de Zamora. Tomo II. La Edad Moderna,
Zamora, 1995, p. 568.
5. Fra Giovanni Giocondo da
Verona, M. Vitruvius per Iocundum solito
castigatior factus, cum figuris et tabula, ut iam legi et intellegi possit,
Venecia, 1511, p. 60.
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