Ayer falleció en Salamanca el jesuita Quintín
Aldea, natural de Gema del Vino, a los 91 años. Era académico numerario de la
Real Academia de la Historia, de donde era también bibliotecario perpetuo.
Zamora, 31/02/12. El pasado 30 de enero ha fallecido en Salamanca
el sacerdote jesuita zamorano Quintín
Aldea Vaquero. Retirado a la enfermería que los jesuitas tienen en esta
ciudad en 2008, como consecuencia de una trombosis, estaba internado desde
hacía más de una semana en el Hospital donde falleció en la mañana de ayer.
Era, desde 1997, académico
numerario de la Real Academia de la Historia y bibliotecario perpetuo. Hoy,
martes 31, se celebrará una misa corpore
insepulto en la capilla de las vidrieras del colegio jesuita de San
Estanislao de Kotska, en Salamanca, a las 16,30 horas. A continuación se tendrá
la conducción del cadáver al panteón de la Compañía de Jesús en el cementerio
de San Carlos de la ciudad.
Quintín Aldea nació en Gema del
Vino el 7 de marzo de 1920, en el seno de una familia de agricultores. Después
de los estudios primarios en su pueblo natal, estudió en la escuela apostólica
de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada de 1931 a 1935, cuando pasó al Seminario
Menor de Carrión de los Condes. Habiendo sido disuelta la Compañía de Jesús en
1932 por el gobierno republicano, ingresó en 1937 en el noviciado de la
Provincia de León que los jesuitas españoles habían improvisado en Marquain (Bélgica).
A mediados del año siguiente
regresó a España, para proseguir sus estudios de Letras y Humanidades en
Carrión de los Condes y Salamanca, y la Filosofía en Tudela y Oña. Impartió la
docencia en el Colegio de Carrión de los Condes. Con tal ocasión descubrió y
exhumó los sepulcros románicos de los famosos Condes de Carrión. Estudió Teología
en Comillas y en Dublín, donde fue ordenado sacerdote en 1951. Volvió a
Salamanca y a partir de entonces se dedicó a la Historia, particularmente a la
Historia de la Iglesia, cursando estudios reglados de esta especialidad en la
Sorbona de París y en la Universidad Gregoriana de Roma donde obtuvo el
doctorado en Historia de la Iglesia, y donde hizo los últimos votos en la
Compañía de Jesús en 1954.
Inició en 1958 su largo
magisterio en Comillas donde regentó la cátedra de Historia Moderna y
Contemporánea. Completó su formación académica en Múnich y en Bruselas. También
obtuvo el doctorado en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de
Madrid. En 1965 se incorporó al Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC), llegando a formar parte de su Comisión Científica. Dirigió el Instituto
“Enrique Flórez” de Historia de la Iglesia y fue redactor Jefe de la revista Hispania Sacra hasta que se jubiló en
1986.
Como fruto de su rigurosa labor
historiográfica resultó elegido académico de número de la Real Academia de la
Historia (RAH) en 1996 y posteriormente fue designado bibliotecario perpetuo de
la misma. Su temple y su trabajo sólo se vieron cortado por el accidente
vascular que forzó su traslado a la enfermería jesuita de Salamanca.
Producción científica
Su producción científica es
cronológica y temáticamente muy extensa. Además de dirigir y animar distintos
congresos internacionales, sus núcleos de investigación principales han girado
en torno a la historia eclesiástica hispana y a las relaciones internacionales
de España. A este respecto son de destacar, los proyectos que dirigió y realizó
en el CSIC, plasmados en varias obras importantes.
Fruto de su sensibilidad hacia la
acción evangelizadora en América fue su libro El indio peruano y la defensa de sus derechos, escrito en torno a
la figura del jesuita zamorano Diego
Torres, fundador de las Reducciones del Paraguay; y hacia la cuestión
social, su obra en colaboración Iglesia y
sociedad en la España del siglo XX. Entre sus inestimables servicios a la
ciencia sobresale también su labor de académico coordinador del Diccionario Biográfico Español de la RAH.
Consejero de la Biblioteca de
Autores Cristianos (BAC), socio de honor del Instituto de Estudios Zamoranos
“Florián de Ocampo” y director de la XV cátedra “Luis García de Valdeavellano”
de Historia, creada por la Fundación Duques de Soria; fue distinguido con la
Encomienda de la Orden de Mérito de la República de Italia (1987) y el Anillo
de Honor de la Sociedad Görres (1994).
Descansa en paz, descansa en
Dios.
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