En el marco de la campaña informativa sobre la Declaración de la Renta, la Iglesia católica en España distribuye por toda España miles de ejemplares del periódico Xtantos, en el que aparece Proyecto Hombre de Zamora, dependiente de Cáritas Diocesana, como ejemplo de atención de la Iglesia a los jóvenes olvidados.
Zamora, 4/05/11. En este tiempo dedicado en España a la Declaración de la Renta del ejercicio 2010, la Iglesia católica lanza otra vez la campaña informativa “Por Tantos”, en la que, dos veces al año, se comunica a la opinión pública la ingente labor evangelizadora, social y cultural de la Iglesia y se transmite la necesidad de colaborar en su sostenimiento con la X en la Declaración de la Renta.
En el marco de esta campaña, en cuyo cartel puede leerse el lema “Marca la X de la Iglesia en la Declaración de la Renta. Ayúdanos para seguir ayudando”, la Iglesia distribuirá en los próximos días miles de ejemplares del periódico Xtantos. En su contraportada aparece el artículo titulado “Jóvenes, pero nada afortunados”, firmado por el periodista José Antonio Rivarés.
Como en la portada del periódico se habla de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Madrid 2011, Rivarés presenta en la contraportada otros jóvenes a los que “la vida les ha llevado por caminos que nunca habían imaginado: los de las drogas y la cárcel”. Según el redactor, “la Iglesia católica los tiene muy presentes y cuenta con innumerables proyectos destinados a ellos”. Y pone dos ejemplos: el Hogar Mercedario de Barcelona y Proyecto Hombre de Zamora.
Por su interés, reproducimos el texto correspondiente a la entidad zamorana, dependiente de Cáritas Diocesana.
Proyecto Hombre (Zamora)
La cárcel y las drogas están íntimamente relacionadas. De hecho, según un estudio de Instituciones Penitenciarias de 2000, el 46,2% de la población penitenciaria de entonces había consumido cocaína, heroína o ambas en el mes previo a su ingreso.
De drogas y de vidas arruinadas por estas saben mucho también en Proyecto Hombre, el programa de rehabilitación de toxicómanos nacido en Italia en 1979 e implantado poco después en nuestro país. El Proyecto Hombre de Zamora vio la luz en 1986 de la mano de Cáritas Diocesana. Y unas 4.000 personas –jóvenes en su inmensa mayoría– han recurrido ya a él a causa de sus problemas con las drogas en los veinticuatro años que han transcurrido desde entonces.
“La mayoría de las personas que llegan a nosotros –explica su directora, María León Gago, de 39 años, en el cargo desde 2004– están en la flor de la vida. Los hay que tienen 18 años y los que pasan de 50, pero el grueso están entre los 25 y 35 años. El perfil dominante es el del varón (87%), cocainómano –o cocainómano y heroinómano a un tiempo- con una situación económica normal. Eso sí, cada vez llega más gente con problemas mentales derivados de los consumos”.
Entre 100 y 120 personas pasan cada año por las instalaciones que Proyecto Hombre tiene en la finca La Milagrosa, a las afueras de Zamora. Allí, un equipo terapéutico integrado por trece profesionales les ayuda a romper con el maldito mundo de las drogas, a recuperar la autoestima, a encontrar su propia identidad y a reinsertarse en sociedad. No es tarea fácil. A la droga hay que añadir la inestabilidad familiar que sufren muchos de ellos, las enfermedades (un 7,5%, por ejemplo, han desarrollado sida, y un 6,4% presenta anticuerpos), los problemas psicológicos, las recaídas en los consumos, etc. La mayoría de los pacientes (56%) son zamoranos, pero cada vez son más (un 25% actualmente) los que proceden de otras regiones. “Tenemos gente de Cáceres, de Badajoz, de Madrid...”, dice María León, que quiere dejar claro que, en Proyecto Hombre de Zamora, a diferencia de otros programas, “jamás se cobra una cuota por entrar”.
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