Los jóvenes peregrinos zamoranos que participan en la Peregrinación y Encuentro de Jóvenes (PEJ) ya han pasado su primera jornada completa en Compostela. Aquí está la crónica de nuestro corresponsal.
“Queridos jóvenes, al clausurar este Año Santo os confío el símbolo de este año jubilar: ¡la cruz de Cristo! Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la humanidad y anunciad a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención”.
Así reza la placa de la cruz de los jóvenes regalada a éstos por Juan Pablo II en 1984. Esta cruz estuvo presente en la vigilia que hemos tenido esta noche en el estadio San Lázaro de Santiago de Compostela.
Pero antes de esto hubo otras muchas cosas, a lo largo de la jornada. Por la mañana, tras el toque de dulzaina a las 8, el grupo de zamoranos fuimos a la catequesis impartida por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz López. En ella trato el tema de la existencia de Dios y contrapuso a cuatro grandes filósofos y psicólogos –Nietzsche, Marx, Freud y Descartes– con tres de los mejores teólogos de la historia: San Benito, San Agustín y San Ignacio.
Tras la comida, el grupo se dividió, permitiendo a cada uno elegir cualquiera de los talleres, concierto, obras de teatro, etc. que se ofrecían. Entre ellos destacan un taller de “Música y Marginidad”, impartido por el cantautor Migueli, un concierto a cargo del grupo católico “Brotes de Olivo” o una mesa redonda sobre la Pastoral con jóvenes y las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ). Entre los encargados de intervenir, destacan Julián Barrio, arzobispo de Santiago (y paisano nuestro, ya que es natural de Manganeses de la Polvorosa) y el presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, el cardenal Stanislaw Rylko.
Cuando el sol empezaba a esconderse entre los edificios, el grupo de 400 castellanos y leoneses entrábamos en el estadio de San Lázaro. En un lugar envidiable, en la primera fila, la representación zamorana pudo vivir la emotiva vigilia de oración.
Comenzó con la llegada de los obispos, entre los que estaba el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid; Carlos López, obispo de Salamanca; y el antiguo obispo de la sede zamorana y actual obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López, el cual se mostro muy ilusionado de ver a los 63 jóvenes zamoranos en primera fila.
Después, junto con el icono de la Virgen, llego el cardenal Rylko, que recordó al fallecido Juan Pablo II en su intervención, momento en el cual el estadio estallo en un grito que a muchos nos era muy familiar: “Juan Pablo II, te quiere todo el mundo”. Rylko destacó que “el Señor nos llama esta noche a velar y orar, es decir, a estar atentos y dispuestos para no desperdiciar el don de la vida”. Después de esto, la noche fría de Santiago se volvió calurosa para recibir la cruz de los jóvenes y el cirio pascual, sin duda el momento más bello de toda la noche, y al Santísimo.
Mañana ya es el último día de esta PEJ que nos está dejando momentos muy emotivos y alguno que otro amargo. A las 10 de la mañana estamos convocados para la Eucaristía en el mismo estadio San Lázaro.
Pablo Rodríguez Romo
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